Las malas experiencias no siempre son malas

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  –Te has salvado
Naata escuchaba una voz irreconocible, y apenas abría los ojos para verlo a la cara. Era, en efecto, el mismo que le entregó aquel misterioso paquete

  –Mensajera...

  –A usted lo he visto, es el mismo que...
–Si, el mismo

   –Esto es... el mundo real? –A Naata ya no le sorprendía de que despertara en alguna otra extraña y bizarra dimensión.

  –Si eso es lo que quieres creer, lo es. –le propinó una amena sonrisa.

  – Por qué me envió a otra dimensión? Sé que estoy soñando

 Si eso es lo que crees, lo es. Mi propósito era que comprendieras lo que tuvieras a tu alrededor.

–No comprendo

–A esa dimensión van los desgraciados, los que obran mal, los que no pertenecen "aquí". Eras un mero vacío dentro de este agujero y no te sentías como una criatura viva, más bien eras desdichada y te colocabas mejor en otros sitios. Así que por qué no comenzar a ver lo que tienes al rededor y reflejarlo en otros sitios, y saber lo que en verdad quieres.

–Sé lo que en verdad quiero. Quiero regresar a casa.

– Por eso mismo has regresado aquí. Ante las pruebas que se te hicieron lograste ser diferente al resto. Te diré que yo no soy dueño de la realidad en la que estuviste, eres tú. Yo también fui un desgraciado alguna vez. Lo bueno que tomaste la mejor decisión para ti: el seguir viviendo.

Naata no podía imaginar más de lo que podía. Su mente se mantenía en blanco totalmente mirando hacia el suelo. El extraño se había ido hasta entonces, pero dejando tras de sí un mensaje (como la otra vez), lo abrió y escribía: FELICIDADES.

FELICIDADES? qué rayos era un "FELICIDADES"? Hasta entonces..., pensó.
Naata caminó hasta el camino de su "hogar", entró a este y el lugar se tornó vacío. Se dirigió a la mesa y divisó un pastel, acercándose más pudo leer la palabra "FELICIDADES" al igual que la misma nota que dejó el extraño ese. Se sentó muy tranquilamente y tomó un poco, admirando a sus propios pensamientos y a decirse que todo fue causa de un día muy largo y un sueño extremo.

Se preguntaba si a partir de ahí su vida cambiaría en algo, pero...
 
–Intentamos comunicarnos con ella pero no dice palabra alguna.
–No pudimos lograr nada, está muy perdida en su mundo.
Sus padres le mencionaban algunas fallas de Naata a un profesional, esto resonando en la cabeza de Naata, lo escuchaba a lo lejos, lo cuanto tardaba en responder y escuchar, y en notar la presencia de los demás. Ellos realmente sabían que ella existía, que se encontraba ahí, que no era invisible, lo sabían muy bien pero Naata no los podía notar, podía verlos, pero como mero reflejo de sus cristales. Estaban ahí, sin presencia para ella. 

"Sé feliz" Naata podía serlo sin necesidad de "pastelitos" o algún otro superficiario. Sabía que existía el amor, pero nunca antes lo había sentido, se encontraba tan lejos de ella, al igual que todo a su alrededor, los veía, pero no podía mirar a su interior.

"FELICIDIDAES" ahora sabes que significa relacionarte.


FIN

La Mala experienciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora