No Te Alejes De Mí [Yaoi/Gay]

Capitulo 3

^Multimedia: James^

Hoy empezaban las clases y por mucha flojera que tuviera tenía que presentarme de buena manera el primer día. Así que me desperté, tomé una ducha, me vestí con lo primero que encontré y me dirigí a los salones. Ya ha pasado aproximadamente una semana desde que hablé con Derek y sus amigos, solo lo veía en los entrenamientos de baloncesto y aveces hablabamos un poco de cosas triviales. Miré mi horario, me toca historia. Me dirigí al salón de historia y vi a Aaron sentado al fondo junto con James.

– Hola chicos– me acerqué a ellos.

– Hasta que por fin llegas– dijo James mientras sonreía al verme.

Me senté al lado de Aaron y en unos pocos minutos el profesor apareció. Era un hombre de aproximadamente 40 o 50 años ya que se le notaban algunas arrugas. Era castaño, ojos café oscuro y llevaba gafas.

– Yo seré su profesor, espero poder llevarme bien con todos ustedes y me gustaría que..

Ya no escuche nada más, la verdad no me importaba. Últimamente no había visto a Derek y sin querer se había hecho un gran amigo para mí talvez tanto como Aaron.

– Aaron.. ¿Dónde está Derek? No se supone que estaba en el primer grupo como nosotros. Todos deberían de estar aquí.

– Jajaja, creo que se te olvido un pequeño detalle, dulzura. ¿Recuerdas que somos de primer ingreso, no? El es de último grado.

¡Cierto! Lo había olvidado, él es mayor que yo. ¿Me note muy desesperado por querer saber dónde estába? Talvez en este momento Aaron piense que me preocupa Derek. Qué tontería...

¡Por fin! Después de algunas horas de clase sonó el timbre que anunciaba el descanso.

– Tengo hambre, apresúrense– hizo un puchero Aaron, parecía un niño pequeño.

– Espera, deja termino de ordenar mis libros.

– ¡Aaghh! Eres muy tardado Elliot. James me acompañara, nos vemos en la cafetería.

Aaron tomó a James del brazo y literalmente lo arrastró hacia la cafetería. Salí tranquilamente del salón dirigiéndome a la cafetería y después de caminar un poco vi a Derek sentado en la sombra de un árbol un poco alejado de donde yo estaba. Corrí hacia el pero frene repentinamente ¿Por qué corro? ¿De verdad estoy tan ansioso de verlo? Ya no me encontraba tan alejado de el, solo unos cuantos metros por lo que él pudo notar mi presencia y abrió los ojos que en todo este tiempo habían estado cerrados. Se levantó y comenzó a mirar a todos lados talvez buscando quien había perturbado su descanso pero al verme su mirada que mostraba algo de enojo cambió por una sonrisa, no lo pude evitar y sonreí yo también.

– Elliot, hola ¿Como te fue en tu primer día?

– Hola, pues bien supongo– dije mientras me encogía de hombros.

– Jajaja, eres tan tierno.

– ¡Oye! Un hombre no valora que le digan tierno y lo sabes muy bien.

– Pero es que es la verdad– estaba aguantando las ganas de reír, lo podía notar en su cara y eso sólo hacía que me enfadara más.

– ¿Ah, sí? Pues aquí tienes tu ternura– lo mire enfurecido y le saque el dedo medio. Creí que con eso me dejaría de molestar pero se acercó a mí y me comenzó a pellizcar los cachetes como tipica abuelita.

– Te ves lindo cuando te enojas– se acercó y me dio un beso en la frente. Sé que ha pasado muy poco tiempo pero de verdad me gusta estar con él y ahora me acaba de gustar más que haya hecho eso.