Prologo

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Odio este estupido vestido ajustado, no se por que en un principio queria venir a un club. Ésta es la peor idea que he tenido en mi vida. Bueno tal vez porque por primera vez queria experimentar, conocer un chico y tener sexo. Pero a quien engaño si soy virgen. Soy tan diferente a esas chicas con tacones y vestidos bonitos, yo solo prefiero mis tenis y un buen libro. Pero eso no atrae a los chicos. Seamos sinceras los chicos solo quieren sexo de una noche sin complicaciones. Y esta claro que yo no soy igual a ellos.

- Hola preciosa, quieres un trago? - Mierda, y esta noche no se podia poner mejor

- No, ya me voy. Invita otra chica que si puedas llevar a la cama después de un par de tragos. Yo no soy tu chica está noche.

Doy media vuelta y entro en la pista de baile. Quiero cerrar los ojos y aparecer por arte de magia en mi departamento. Paso entra la multitud, ésto parece más sexo con ropa que baile. La peor idea de mi vida. Trato de encontrar la puerta de salida, pero la multitud de personas me arrastran al centro de la pista. Un par de chicos tratan de atraerme a bailar, pero como puedo me salgo de sus brazos. A que maldito club vine. Tropiezo con un torso. Esta no es mi noche. Me tambaleó en mis tacones, que no sé manejar. Un par de brazos me rodean antes de que tenga una avergonzante caída en la mitad de la pista de baile. Arrastro mi mirada por su pecho cubierto con una camiseta negra apretada, puedo imaginar como se ve su torso lleno de músculos. Su barbilla, su cara sincelada, esos labios carnosos que hacen que quiera chuparlos y morderlos, esos ojos marrones oscuros. Esté chico parece hecho por los ángeles. Estoy pasmada por este chico. Salgo de mi trance cuándo una sonrisa arrogante empieza a deslizarse por sus labios. Mierda, he de parecer una estúpida mirandolo.

- Parece que te gusta lo que ves.

- Te equivocas, solo estoy... un poco aturdida. Por que casi me caigo por tu culpa.

Apunto con mi dedo en su pecho. Haciendo ver mi punto. Sin dejar que me intimide.

- No pequeña, fuiste tú la que se metió en mi camino.

Pequeña?, que se cree que soy. Una niña?

- Yo? Ahora intestas culparme?

- No, intento bailar contigo.

- Que? Estás loco acaso?. Primero me tropiezas, luego intentas culparme, y ahora quieres bailar conmigo?

- Solo quiero probar mi punto.

Se me acerca despacio, rozando con su dedo indice mi mejilla. Ese pequeño toqué hace a mi piel maravillas. Mis manos pican por tocarlo. Mi mente vuela con imágenes de él rozando con sus manos grandes todo mi cuerpo. Mi cuerpo lo desea.

- Que... es? - No puedo hablar correctamente. Mi respiración está tan agitada, y solo ha tocado mi mejilla.

- Tú pequeña me deseas desde el momento que chocaste con mi pecho.

Salgo rápidamente de mi trance. De ninguna manera este chico va jugar conmigo. Solo es otro arrogante busca sexo en esta ciudad.

- Lamento decirte que no deseo tu pene lleno de bacterias. Y no soy una niña para que me llames pequeña.

Sigo con mi camino sin mirar atrás, quiero ver su cara pero mi orgullo no me lo permite. Justo ahí visualizo la puerta de salida. Por fin voy a salir de éste infierno de club. Ésta noche de mierda por fin acaba.

NUESTRO INFINITODonde viven las historias. Descúbrelo ahora