¿Un beso?

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Dean

-Cas, no creo que sea el mejor momento -comencé hablando, pero luego vi como el brillo se apagaba de sus ojos y bajaba la mirada -digo, la calle está completamente congelada y es muy peligroso, te prometo que cuando la nieve se haya ido manejarás tu -dije y luego volvió a levantar la mirada, ya más feliz.

-De acuerdo Dean -dijo con su voz grave que ya me seria difícil olvidar.

Arranqué el auto y manejé con cuidado sobre el pavimento resbaladizo, Castiel movía sus manos al ritmo de la música que se oía en la radio. Apenas lo veía de reojo, sus labios estaban ligeramente doblados, formando una minúscula sonrisa, sus ojos brillaban al ver todo lo que lo rodeaba, los grandes árboles, las pocas grandes casas y uno que otro animal silvestre caminando tranquilamente entre los árboles. Suspiré sin saber porqué, eso llamó la atención de Cas.

-¿Dean? -me llamó, he hice un sonido para que continuara -¿A qué tienda vamos?

-A la única que hay aquí, Cas, es un pueblo pequeño tenemos lo suficiente para vivir, nada más -le expliqué y asintió con la cabeza.

-¿Qué es lo necesario? -preguntó serio.

-Comida, doctor, ropa, uhm no se -dije con la mirada al frente. Cas ya no dijo nada, siguió mirando el paisaje.

Dos minutos después llegamos a la tienda. Cuando recién llegamos al pueblo Sam y yo, hace cinco años cuando mi padre falleció, está tienda era del tamaño de un auto, ni siquiera podías entrar, una señor te atendía. Ahora sigue siendo pequeña pero ya puedes entrar y escoger tú mismo tus compras.

Estacioné el auto y me bajé, caminé hacia la tienda pero antes de entrar me di cuenta que Castiel no venía detrás de mí. Así que regresé corriendo, estaba sentado, serio. Pero sus mejillas estaban rojas. Golpeé el vidrio para que volteara, luego abrí la puerta.

-Dean...yo no...lo siento -dijo avergonzado, sonreí sin querer.

-Cas, está bien no te tienes que disculpar -le dije y le ayudé a salir.

-Es que soy muy tonto Dean -dijo, me encantaba que dijera mi nombre.

-Cas, no eres tonto solo es que todo esto es nuevo para ti...es como si yo fuera a tu mundo, yo no sabría nada -dije y me volteó a ver sorprendido, me quería decir algo pero en eso entramos a la tienda y se distrajo.

-¡Dean! Este lugar es impresionante -dijo muy sonriente -¿Qué vamos a comprar? -preguntó y me volteó a ver, sus ojos brillaban de nuevo como tanto me gustaba...¿me gustaba?

-Lo que quieras -le dije y agarré una canasta, lo seguí hacia donde él iba.

Lo primero que agarró fue un bolillo por que según él olía muy bien, luego una lata de champiñones por que tenían forma graciosa, agarró también una bolsa de malvavisco después de haberla frotado en su cara y un queso empaquetado sólo porque le gustó el color. Todo lo tenía en sus brazos. Sonreía mucho y quería agarrar más cosas.

-Cas, pon tus cosas aquí...yo las cargo -le dije y me hizo caso. Puso las cosas en la canasta y luego siguió agarrando más artículos. Yo agarraba pocas cosas, cosas que me gustaban y eran necesarias.

Luego llegamos al lugar de las bebidas, a la sección de vinos, lo dejé sólo para ir por unas cervezas, cuando regresé tenía en la mano una botella de vino y trataba de abrirla.

-¡Dean! -dijo feliz.

-Castiel, ¿Qué haces con eso? -le pregunté serio.

-Esto es bueno, es muy bueno pero cuando lo tomo me pongo raro -dijo metiendo la botella a la canasta.

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⏰ Última actualización: Sep 29, 2016 ⏰

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