Había muchas cosas que hacían sentir a Nicolás pequeño.
Se sentía pequeño cuando en el colegio a la hora de formarse quedaba primero en la fila de los varones.
Pequeño cuando en la media todos sus compañeros crecieron, pero él no.
Pequeño cuando entro a la universidad y vio que la mayoría de las personas eran más altas que él, incluso algunas mujeres.
Se sintió pequeño cuando conoció a Edgar. No era solo que, simple vista, el ruliento era más alto y ancho que él, había algo en su persona, en su sonrisa, en su voz, tal vez en su forma de ser, algo que al principio no pudo identificar, que lo hacía sentirse pequeño.
Se sentía pequeño cuando estaba con sus amigos. Todos eran más altos que él y a pesar que Choreza o Yelo eran bajos también, le seguían superando, a pesar de eso se sentía grande, ya que por su extrovertida personalidad, lograba destacar sin mucho esfuerzo. Se sentía aún más grande cuando lograba captar la atención de Eddieflin. Todavía no sabe porque.
Se sentía pequeño en los vagones del metro. Le gente con facilidad pasaba los brazos sobre el para agarrarse de las manillas. Siempre tenía la mala suerte que las personas más altas se ponían a su alrededor; o tal vez era solo su idea, de todas formas, como murallas, ellos impedían que el escaso aire refrescante que entraba por las ventanas le llegara. Solo tenía que aguantarse el sofocante calor humano y el viciado aire que dejaban a su alrededor.
Los constantes empujones eran algo ya común para Nicolás, más de una vez casi lo han votado hombres que lo pasan a llevar como si nada e incluso, señoras de avanzada edad con sus prominentes carteras lo han empujado con facilidad. En esos momentos no solo se sentía pequeño por su tamaño, sino que también sentía pequeña su presencia.
Siempre tenía que aguantar esto a menos que Edgar fuera con él. Los días que viajaban juntos por el metro en hora punta, el ruliento lo protegía de todos los empujones, de las viejas velociraptor, le la gente apretándolo sin piedad, Eddieflin se encargaba de poner sus brazos alrededor de él como un campo se fuerza y de dar codazos a aquellos que intentaran invadir el metro cuadrado de Holyfuu, acompañado de unas bunas chuchas.
Era reconfortante saber que por lo menos alguien se preocupaba de él en esta situación. Lo hacía sentirse importante. Se sentía grande.
Se sentía pequeño cuando no lograba alcanzar los libros que estaban más arriba en los estantes a pesar de estar en la punta de sus pieza y estirándose lo más que podía. Sentía envidia cuando Edgar se ponía por detrás y los agarraba con facilidad, pero era extrañamente reconfortante que lo hiciera por él.
Se sentía pequeño cuando usaban su porte para molestarlo y se sentía peor porque Edgar les seguía el juego.
Se sentía pequeño cuando cualquiera de sus amigos le pasaba el brazo por lo hombros, le daba la sensación de que era un reposabrazos. Se sentía aún más pequeño cuando Edgar lo hacía, sus musculosos brazos apoyados en sus angostos hombros, pero valía la pena si significaba tener al otro más cerca.
Se sintió pequeño cuando confeso su amor a Edgar. El nerviosismo de lo que pasaría de ahora en adelante lo carcomía por dentro ¿Qué le diría? ¿Cómo reaccionaría? ¿Podrían seguir siendo amigos?
Se sintió aún más pequeño cuando el ruliento lo tiro en un abrazo, su cara choco contra el ancho pecho de Eddiesick, los brazos de este lo rodearon por la cintura.
Se sintió pequeño cuando se punzo en puntillas para acercarse a los rosados labios de su amigo y aun así no llegaba a ellos.
Se sintió pequeño cuando Edgar se encorvo para darle el beso. El calor que lleno su cuerpo en ese momento lo hizo sentirse feliz. Los dedos acariciando su cuero cabelludo lo hicieron sentirse querido.
Las palabras "También te amo" que salieron de Edgar le hicieron sentirse la persona más afortunada del mundo.
Se sentía grande por poseer el amor de una persona como Eddieflin.
Se sentía importante.
Se sintió pequeño cuando estaba sobre las piernas de Edgar, desnudo. Cuando sus estrechos hombros chocaban contra el marco más amplio de su amigo.
Se sentía pequeño cuando a pesar de estar sobre él, aun no lograba quedar del todo frente a su amante.
Se sentía pequeño cuando de manera tan fácil el ruliento le hacía perder la razón y recurrir a sus instintos primarios. Se sentía como arcilla en sus manos cuando le tocaba por todos lados tan delicadamente. Cada rose, cada beso, cada chupón, cada movimiento le hacía derretirse y gemir sin su consentimiento.
Pero le gustaba.
Le gustaba que Edgar le hiciera sentirse pequeño, le gustaba que lo dominara, le gustaba recibir su afecto, le gustaba estar a su merced. Le gustaba Edgar.
Se sentía pequeño cuando sus penes estaban juntos. El suyo no era pequeño, está acorde a su tamaño, pero aun así lo sentía pequeño al lado del ruliento.
Se sentía pequeño cuando ese miembro expandía sus apretadas paredes.
Se sintió grande cuando, a pesar de su tamaño, logro tomarlo todo.
Encajaban perfectamente.
Se sentía completo.
Se sentía grande por ser el único capaz de hacer que Eddiesick hiciera esos sonidos.
Se sentía grande por ser el único que podía ver al ruliento en este estado.
Ser el único que podía ver esos ojos cafés nublados por la lujuria.
Ser el único que podía ver esos rulos alborotados y pegados a su cara.
Ser el único que podía ver su piel cubierta de sudor.
Ser el único que podía llevarlo al nirvana.
Se sentía como un niño cuando Edgar lo limpiaba después de todo.
Se sentía pequeño cuando hacían cucharita, pero se sentía tan bien tener a ese hombre en sus espaldas.
Cuando antes de dormir le decía "Te amo" Se sentía pequeño y grande. Pequeño, por como unas simples palabras hacían acelerar su corazón. Grande por saber de quién venían.
Edgar era el único que podía hacerlo sentirse grande y pequeño a la vez
Y le encantaba.
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Esta idea me surgio anoche cuando "Intentaba" dormir. De verdad queria mucho escribir un fanfic Ednico porque encuentro demasiado tierno el ship y cada vez me gusta más (pero no supera mi Jaiedgar <3 )
Espero que les guste C:
