Welcome to Reality |H.S|

"Descubrimiento"

Fui a la tienda más cercana al apartamento, esta se encontraba al frente lo que hacía mi vida más fácil y un ahorro a mi tiempo.

-!Walter¡ - grité con toda la confianza del mundo mientras miraba a mi alrededor tratando de dar con el viejo panzón de la tienda hasta que mi vista se detuvo en un chico pálido y asustado - Uhm, hola, ¿Dónde esta Walter?

- Yo... Uhm, me llamo Harry - Su voz apenas se podía oír debido al bajo tono con el que la había empleado.

-Hola Harry - Le di mi mejor sonrisa pensando en su belleza digna de un dios griego.

"Pedófila, debe tener unos 17 o 18"

Mi conciencia gritaba mis errores para volver a ser consciente de mi misma.

"Silencio, ¿acaso no sabes que para el amor no hay edad?"

Hice unas muecas de enfado mientras mis ojos trataban de mirar hacia mi frente para reprocharla, algo imposible.

"Eso dirás en el tribunal. Asalta cunas"

"Vamos, deben ser unos años nada más de diferencia. Además creó que vale la pena una condena por ese muchacho"

Mi mente y mis hormonas se debatían en mi interior pero algo de lo nunca estuve consciente fue de él.

Tosió una vez más para que notara su presencia.

-¿Qué necesitas? - Su mirada tenía una pizca de curiosidad.

- Oh, lo siento... Este dos bebidas

- ¿Sabor?- Solo en ese momento pensé en algo que no fuera él

- ¿Tienes Pepsi?

- Claro - Me entregó unas latas demasiado frías y nuestras manos se tocaron por casualidad. Mis mejillas se pintaron instantáneamente de un carmesí.

"Solo fue un contacto, ¿Por qué te sonrojas, estúpida? Ni que te haya besado"

Mi reproche interno se detuvo al escuchar la voz del culpable.

-Son 2 euros

Saqué el dinero de mi cartera y me despedí educadamente.

Camine lentamente por las calles hasta llegar a casa nuevamente pero mi mente me mantuvo cautivada interrogándome sobre el chico nuevo de la tienda. Ni siquiera sabía algo de él pero respondí con lo que pensaba. Tenia que evaluarlo de alguna manera

¿Cuántos años tendrá? Unos 20.

¿Estará en la universidad? Puede ser

Y ahí estaba, esa pregunta de la cual temía la respuesta por completo... ¿Tendrá una novia?