- No Allison, definitivamente no. - digo mirando el corto vestido que sostiene en sus manos.
- Vamos Miah te quedará precioso, además no te iria mal coquetear y divertirte un poco hoy. Desde que terminaste con Dan no sales con nadie. - dice ella.
Era cierto, hace aproximadamente dos años había terminado con Dan, cuando me mude para venirme a estudiar aquí, luego de tres años juntos. No era como que hubiera quedado destrozada por eso, y ahora no quería salir con nadie. Simplemente no había nadie que me interesara realmente y estaba concentrada en mis estudios. Sin embargo Allison tenía razón, no me haria mal tratar de divertirme un poco, después de todo no quería volverme un topo que se la pasa metido estudiando. Además me gustaba bailar.
- Esta bien, pero no lo sé. Ese vestido no termina de convencerme, es muy corto para mi gusto. - digo aún poco convencida.
- Okey, entiendo. Espera déjame traerte un hábito de monja para que te pongas - dice Allison sarcástica.
- No es necesario el sarcasmo. - digo cruzándome de brazos.- Esta bien dame ese vestido.
- Espera toma este brassier, hace juego con el vestido - dice Allison. - Te espero en la sala, acabo de escuchar el auto de los chicos, iré a abrirles. ¡Y apresurate en vestirte!
Tomo la dos piezas que me alcanza Allison y me quedo en su habitación. Estabamos en el pequeño departamento que tenía cerca de la universidad. Casi nunca lo usaba, pero estaban fumigando los cuartos de la universidad, asi que debiamos quedarnos ahí por unos días.
Me pongo el brassier de Allison y siento mis pechos apretados y voluminosos. Ella realmente quería que llamara la atención. Escucho que Allison abre la puerta.
- Allison esto me queda pequeño, de cuándo lo tienes ¿primaria? - digo incómoda.
De pronto siento que Allison camina hacia mi y rodea mis pechos con sus manos.
- Eso es porque en comparación con Allison tu tienes los pechos mucho más grandes.
Esperen. Esas no eran las manos de Allison y esa no era su voz..
- Nick... - logro decir a regañadientes.
- Hola gatita. - dice divertido.
- ¿Gatita? En serio ¿? No se tu ocurrió otro sobrenombre mejor ¿? - digo rodando los ojos - Y quítame las manos de encima- digo clavandole las uñas.
- Auch, ya ves eres una gatita - dice riendo y quitando sus manos.
- ¿Me explicas que haces aquí? - digo seria.
- Pues quería ir al baño y me perdí. - su mirada brilla como la de un niño pequeño. Lo observo más detalladamente, y noto que se ve realmente bien. Lleva puesto una camisa de lino blanca, unos pantalones color crema sujetados por un cinturon color caoba que tiene pequeños detalles negros alrededor.
- Si claro. Podrías salir porfavor ¿? No se si te diste cuenta pero estoy a medio vestir - digo señalando el vestido que esta remangado alrededor de mi cadera y me desnudo torso que solo estab cubierto por el ajustado brassier. - ¿Qué no te bastó con lo del lunes? - mis mejillas arden al recordar la bochornosa escena y me rostro se endurece.
- ¿No quieres que te ayude a subirte el vestido? Aunque si prefieres mejor te lo saco - dice lanzando una mirada pícara.
- ¡Nick! - digo tirándole un peine que logra esquivar.
- ¿Qué? - dice riendo - Vamos sabes que necesitarás ayuda para subirte la cremallera.
Rodo los ojos frustrada y accedo. Sujeta ambos lados del vestido y lo sube lentamente, sus dedos rozan suavemente mi espalda, y siento una corriente electrica recorrer mi espina dorsal ante su tacto. Finalmente sube la cremallera.
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Si me provocas, te beso.
RomantikInesperado el momento de nuestro encuentro, ¿Será obra del destino? ¿Existen las casualidades? Me pregunté incesantemente y no lo supe. Pero de algo tengo la certeza hoy, mi corazón lo pide a gritos y mi cuerpo lo desea. Son miles de contradicciones...