Un plan no siempre sale como quieres, hay que tener un plan B. Pero y si el plan B falla, ¿hace falta un plan C? ¿Y un plan D? Nada de eso sirve si lo que se ha interpuesto en tu camino en una especie de mafia u organización que ha decidido secuestr...
Nada mas salir al aeropuerto nos encontramos el primer problema: dos caminos distintos a seguir y solo carteles en aleman. La decision logica hubiese sido seguir a la gente, pero la gente iba por ambos caminos.
Por fin, un amable señor nos presto ayuda. Nos indico que el camino de la derecha nos llevaria a las maletas. Cara y David encabezaron la marcha cogidos de la mano.
Para cuando llegamos nuestras maletas ya estan solas dando vueltas en la cinta transportadora. Las cogemos y vamos a alquilar el coche. Una larga fila nos espera, pero se hace rapida entre las bromas sobre alemanes de uno y de otro, sin saltarse si quiera el "SubanEstrugenBajen".
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Por fin montados en el coche, comienza la disputa sobre quien conduce. La unica que no tiene carnet es Cara, y es la única que no entra en batalla.
- Yo tengo las llaves, yo conduzco. - dice Serge
- Yo tengo guardada tu cartera y sin ella no puedes conducir, asi que yo conduzco - responde Alex.
- Vamos chicas, dejaz al hombre al volante - salta David, siempre con sus bromas
Aprovechando la distraccion me acerco sigilosamente a Serge y le arrebato las llaves de la mano.
- Que corra el que no quiera quedarse en tierra! - y me monto corriendo en el asiento del conductor antes de que les de tiempo a protestar.
Sorprendentemente me hacen caso. Marc se sienta de copiloto y enciende el GPS. Mete la direccion y iniciamos la marcha.
Dos horas despues estamos metiendo la maleta en la recepcion del albergue. Hay una mujer en el mostrador y mi cerebro inteligente me hace pensar "tiene cara de alemana", como sino hubiera alemanes en Alemania.
Cara es la que mejor habla ingles de los seis, asi que la elegimos silenciosamente representate en relaciones publicas, y la empujamos hasta el mostrador.
Consigue la llave del dormitorio, y la mujer nos realiza un pequeño tour enseñando la cocina, la sala de estar y las duchas y baños.
Dejamos las maletas y bajamos a cenar los bocadillos que traíamos.
Como ya es tarde, decidimos dar solo una pequeña vuelta, lo suficientemente grande para encontrar un supermercado y poder comprar la comida los próximos dias.
Y asi fue, encontramos un gran Carrefour con un gran aparcamiento. Atraves del cristal me parece distinguir que venden pollos asados, que en cuanto los vea Serge nos obligará a comerlos mañana, y pasado, y al siguiente, y porque no al próximo. Para él, el pollo es el manjar de los dioses.
Volvemos al albergue y nos dormimos en seguida, o al menos yo, porque cuando me despierto mi cara no se ha librado de una remodelacion a base de un rotulador de purpurina.
Un buen comienzo del dia.
Desayunamos las galletas y cereales que hay en la cocina para todos.
Nos presentamos a los que hay alli. Hay un par de catalanes que enseguida se pusieron a hablar en catalan con Marc. Marc no es catalan, pero su padre si, y se empeñó firmemente en enseñarle a hablarlo.
Asi que nada, el resto nos abstenemos de esa conversación en la que no entendemos ni el hola, y nos ponemos a hablar con unos coreanos en nuestro "perfecto" ingles.
Un par de horas despues estamos a las puertas de Lego Land, mi paraiso. Este fue el único requisito que impuse en este viaje. Y a ninguno les parecio mal.
La entrada ya era gloriosa, con farolas hechas de lego, un planeta Tierra también hecho de los bloquecitos y la cancion "Everything is awesome", de la Lego Pelicula.
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He llegado al cielo.
Habia un monton de salas con piezas para los niños, y los no tan niños. Toboganes, restaurantes y entre los arboles pequeños animales de Lego: tejones, pajaros, loros, ardillas...
Pasamos por la zona de Egipto, una girafa jugando al baloncesto y otra al fútbol, la zona de Star Wars, con naves, personajes y escenarios, otro sitio con un monton de construcciones de paises: molinos de Holanda, el Big Ben, el Londo Eye, barquitos de Venecia, la Torre de Pisa,un granestadio de fútbol con los baños y todo...
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Llegamos a un pequeño laberinto de espejos. Decidimos entrar uno por uno a ver quien tarda menos en encontrar la salida. Me quedo la última. Cuando creo que me toca, entro.
Las luces son tenues y nada mas entrar me encuentro conmigo misma reflajada en el espejo de enfrente. Oigo niños jugando por ahi. Empiezo a moverme. Siempre me han encantado estas cosas. Casi me choco con un espejo, pero me doy cuenta a tiempo. Llego a un cruce con un suelo que gira y me monto en el centro. Decido coger el camino de la izquierda y llego a un callejón sin salida. Retrocedo y me cuesta lo suyo volver a encontrar en suelo giratorio. Esta vez tuerzo a la derecha, y un par de pasillos despues encuentro por fin la salida.
Cuando salgo del laberinto, me encuentro con una habitación oscura, con una minivitrina en el centro que despide un laser hacia la pared. Consigo evitar el laser y me dirijo a la luz del sol.
Al princio me deslumbra, pero en seguida me recupero.
Para mi sorpresa, alli no hay nadie. Mis amigo no están allí. Al principio pienso ue aun no han debido de salir del laberinto, pero en seguida me doy cuenta de que no pueden haber tardado tanto.
Me alejo de la salida, y comienzo a buscar entre la multitud.
