Capítulo 7

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Los días pasaban como sí nada, desde aquella noche no he visto a Neal, no sé que es lo que ha pasado con él, tal vez esté trabajando aunque en realidad siga sin saber bien que es lo que hace, aquella noche que le pregunté decidió evitarla. Al fin he dejado de estar de prueba en el local de comida y mi puesto como mesera está asegurado, Samara ha estado muy contenta esta semana y eso a mi también me alegra. Hoy he decidido pasar a verla, me encanta platicar con ella, está vez no nos hemos quedado en el umbral a platicar, esta tarde Beatriz no se encuentra en casa así que estuvimos encerradas en su habitación, muy bonita por cierto.

-¿Y bien que novedades me tienes Samy?-mi hermana y yo nos teníamos una confianza enorme, era obvio que sólo nos teníamos la una a la otra, por eso no nos gustaba ocultarnos nada.

-Bueno, pues hay un chico...-su rostro se tornó de color rojo, ¡he perdido a mi hermana!-su nombre es Gio, es apenas unos meses mayor que yo, pero te lo juro hermana, es encantador.-soltó un suspiro al final y abrazó la almohada que sostenía.

-Tu primer amor, que hermoso.-A Sam aún no le habían llamado la atención los chicos, se concentraba bastante en sus estudios y ahora era una gran sorpresa saber que por fin le había llegado su primer amor.-¿Le hablas?

-Bueno, es amigo de Richie así que él va a presentármelo, en una salida que será casual, mañana, pero tengo tantos nervios. Seguro que no va a hacerme caso.-la tomé de la mano y me recordé a esa edad.

-Oye para esos pensamientos negativos.-la regañé.-Eres muy bonita, y primero debes tratarlo, tal vez sea todo lo contrario a lo que te imaginas. Y sí no te hace caso, no sabe de lo que se pierde.-sonrió y movió la cabeza de un lado a otro negando lo que acababa de decirle. Comencé a hacerle cosquillas y a golpearla con la almohada.

-Basta Hayley.-se partía de la risa intentando defenderse. Me detuve y me dejé caer a su lado riéndome y tomando un poco de aire.-¿Y qué pasa con tu novio?

-¿Cuál novio?-la miré confundida.

-El chico de la vez pasada, ¿cuál era su nombre?-se quedo pensativa.-Ah claro, Neal.

-Oh pues, tiene días que no lo veo, y no es mi novio, ya te lo he dicho.-escuché la puerta de la entrada abrirse, me levanté y puse más atención. Al escuchar la voz de Beatriz anunciando su llegada, tomé mi celular dispuesta a salir de la casa, odiaba ver a mi hermana sólo una hora cada día. Ojalá pudiera verla más tiempo, pero prefería evitar problemas.

-Me voy Samy.-se levantó para acompañarme hasta la salida, salimos de su habitación, ella detrás de mí.

-Hola Beatriz.-saludé al cruzar por la sala. Ella simplemente me lanzó una mirada sin decir palabra.

Samara la miró triste, pero no dijo nada, me acompañó hasta la puerta, y salió unos minutos más conmigo, la abracé tan fuerte y me dijo algo que me tomó por sorpresa.

-Quiero vivir contigo.-me separé de golpe, la miré fijamente y aunque por dentro estaba feliz por esa idea, por fuera me mostré indiferente, era más que obvio que ella no podía estar conmigo.

-No Samara, ya hemos hablado.-me miró con decepción.-Aquí estas bien.

-¿No te das cuenta que me hace falta mi hermana?-me reprochó, sus ojos tenían lágrimas acumuladas, me partía verla así, podían no importarme los demás pero ella...era mi mundo. Y no soportaba verla llorar.

-Oye Sam.-la tomé de la manos.-También me haces falta hermanita, y sabes que quisiera estar contigo, pero aquí estas mejor, mi departamento es un asco. Y trabajo todo el día, no quiero dejarte sola ahí encerrada.-se cruzó de brazos y sus lágrimas resbalaban. Miraba hacia otro lado, dispuesta a evitar mi mirada.

Infierno.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora