V- Respuestas

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V– Respuestas

Alec me mandó de vuelta a nuestra habitación con Anna, diciéndome que él necesitaba hablar con sus compañeros y que regresaría para aclararnos todo lo que había sucedido

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Alec me mandó de vuelta a nuestra habitación con Anna, diciéndome que él necesitaba hablar con sus compañeros y que regresaría para aclararnos todo lo que había sucedido.

En aquel preciso momento mi cabeza había dejado de funcionar. No era capaz de asimilar nada. Simplemente me limitaba a existir.

Todo aquello era demasiado surrealista. Sin embargo, albergaba la esperanza de que Alec fuera capaz de hacerme entender parte de aquella historia.

Anna estaba sentada en la litera. Le había colocado un par de almohadas detrás de la cabeza para mantenerla erguida. Aún seguía mareada.

Había permanecido inconsciente la mayor parte del tiempo durante la pelea.

Me pareció adecuado ponerla al corriente de lo que había sucedido, o más bien de lo que yo entendía que había acontecido, que no era mucho.

Me remonté a los sueños que había tenido durante la semana anterior y a la presencia de aquella niña llamada Jossephine, con la que por lo visto Alec y sus compañeros tenían alguna especie de relación. También le confesé que ella había sido la principal razón por la que yo estaba allí con ellos, de camino a Rumanía.

Anna se limitaba a mirarme. Cuando llegué al momento de la descripción de aquel hombre de humo sus ojos se desorbitaron de horror. Lo entendí.

Alec apareció media hora después. Su hermana le miraba con recelo, seguramente pensando que era cierto aquello que él le había dicho unas horas antes en aquella misma habitación. Anna no sabía casi nada acerca de él.

Nos miró con cara de súplica y se sentó en el suelo junto a la litera.

—Tenéis que perdonarme —suspiró–. No pensaba que esto iba a suceder. No sé si estoy preparado para explicároslo. Esta tarea le correspondía a "ella".

—¿Quién es ella? —preguntó Anna.

—Jossephine —concluí yo.

Alec me miró complacido y me sonrió.

—Así es. Jossephine es la niña que lleva apareciendo en tus sueños desde hace varios días. Ella es una evanescente al igual que el hombre que has visto en la otra habitación.

Anna y yo nos miramos asustadas. Así que había más seres como aquel.

Alec esperó a que asimiláramos la información y continúo.

—Los evanescentes son unos seres incorpóreos que viven en una fase diferente a la nuestra, es decir, no pertenecen al mundo real. A esa fase la llamamos "mundo de los sueños". Estos entes han sido personas reales en otro momento de su vida, pero cuando murieron quedaron atrapados en ese otro mundo, como si de fotografías se tratase, con la misma ropa y el mismo aspecto que tenían en el momento de su muerte.

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