X– Dos mundos diferentes
La noticia se expandió como la pólvora a través de los pasillos de la sede. Era el tema estrella a la hora de charlar y el principal motivo para estar alerta.
Odric había abandonado la sede, poniendo en peligro todo lo que sus miembros habían construido durante años. No sabía con exactitud cuán grande podía llegar a ser la magnitud de lo ocurrido. Entre los fragmentos de conversaciones que llegaban a mis oídos pude distinguir el miedo ante la posibilidad de que el evanescente traidor se pasara al "lado oscuro" y desvelara el paradero de la sede.
Durante la noche anterior, tras recibir la noticia, Sonia nos explicó a Anna y a mí, que la principal cualidad protectora de la sede consistía en que nadie conocía su ubicación. A su vez los evanescentes impedían la entrada de los sectarios en los sueños de los habitantes de la casa, por lo que no podían sustraer ningún tipo de información. Por esa razón Alec y Jossephine pensaron que allí estaría segura, porque nadie podría encontrarme. Sin embargo, a partir de aquel preciso instante aquella teoría había dejado de ser válida.
Me movía por los pasillos de la casa con Alec pegado a mi espalda en todo momento. Se había multiplicado el número de vigilantes que custodiaban la entrada y Yalex y Nora vigilaban los puntos débiles de la casa como puertas, ventanas y habitaciones no electrificadas.
La tensión se palpaba en el aire durante la hora de la comida.
—Maldito gusano —masculló entre dientes Robert, mientras arrancaba con rabia la cabeza de un langostino—. Nos venderá, estoy seguro ¿Qué otra opción le queda? ¿Vagar por las calles sin rumbo? No, necesita estar en uno de los dos bandos y sabe que aquí no puede regresar, ha trasgredido todas las leyes, ha cuestionado la autoridad de Jossephine.
—Tranquilo Robert —añadió Alec, colocando la mano sobre el hombro de su compañero—. No hay que perder la calma. Solucionaremos este asunto. De momento hemos enviado a una patrulla en su busca y Josse está tratando de contactar con él.
Yalex entró en la cocina interrumpiendo la conversación, mientras le susurraba algo al oído a Alec.
—De Acuerdo, Yalex. Buen trabajo. —Alec volvió la vista hacia mí—. Hemos mandado a dos hombres a Madrid, para que vigilen la casa de tu padre. No queremos que puedan usarlo como cebo para que llegues hasta ellos. Estará protegido en todo momento y te aseguro que la compañía no podría ser mejor. —Me sonrió, cómplice al parecer de algo que yo todavía desconocía.
No hice preguntas. Asentí. No se me había ocurrido pensar que mi padre pudiese correr ningún tipo de peligro. Sin embargo, si era cierto que Odric se había vendido a las sombras, Darek dispondría ahora de muchísima más información acerca de mí y podría intentar usarla en su beneficio. Me estremecí al pensar que de repente todo mi mundo se tambaleaba.
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EVANESCENTES
Paranormal"Leah es una joven estudiante de psicología. Enamorada perdidamente de Alec, el hermano de su mejor amiga, se embarcará junto a ellos en una aventura en la que descubrirá que es poseedora de un extraño don que la llevará a traspasar los límites de l...