Capítulo II

27 2 0
                                    

Estoy dormida y soñando, cuando de repente siento mucho frío, así que me levanto y noto que estoy empapada.

-Pero ¿Qué...

-Oh, hola.- Me saluda Alan, veo a los lados y noto que no están ni Isabella ni Carrie.

-¿¡QUÉ TE SUCEDE!? ¿¡ESTÁS LOCO!?- Le grito.

-Hey, relájate, es que te veías un poco acalorada, pero en fin ¿Quieres ir a comer un helado?

-Claro que quiero, pero no contigo, eres el peor mejor amigo del mundo.-Le digo fulminándolo con la mirada.

-Oh por favor, sabes que me amas.

-Si, claro... En realidad, sí te quiero ¿Un abrazo?-Le digo con una sonrisa enorme.

-Ni se te ocurra.

-Muy tarde.-Digo y me le lanzo encima, empapándolo a él también.

(...)

Estábamos en camino a comprar el helado. Resulta que Isabella y Carrie se fueron temprano a hacer no se qué cosa.

-Muy bien, su majestad, llegamos.- Dice Alan abriéndome la puerta.

-Gracias, gracias, mayordomo. Ahora ve y compra los helados mientras yo busco donde sentarnos.

-¿No sería mejor ir a un parque? Digo aquí hay demasiada gente y en el parque por lo menos hay más espacio.-Me dice.

-Oh, hasta que por fin usas esa cabecita tuya para algo.

Vamos por los helados, luego salimos y nos dirigimos a un parque que hay cerca y no sentamos en una banca.

-Oye.-Me dice Alan.

-¿Qué?

-¿Sabías que si un hombre te invita a comer helado es porque quiere ver como lo chupas?

Inmediatamente siento como me ruborizo y dejo de comer el helado.

-Eres un idiota.-Le digo y le doy un golpe en el hombro.

-Lo sé, y... Quería decirte una cosa.

-¿Otro de tus chistes que son pervertidos y de paso malos?

-No.- Dice, pero ahora se ve serio.

-¿Qué pasa?.-Frunzo el ceño.

-Yo...

Sonó mi teléfono ¿Esto es en serio? ¿Por qué en los momentos en los que se supone hay más seriedad siempre algo interrumpe?, el mundo tiene un plan en mi contra yo lo sé.

-Lo siento.- Le digo sonriendo apenada.

Saco el teléfono y es Carrie la que está llamando.

-¿Se puede saber que quieres?.- Le digo.

-Uy pero que humor, pero no importa, tienes que venir ya a mi casa. Isa y yo te tenemos una noticia.

-¿Y me llamaste solo por eso?

-Obviamente, ven rápido.

-Ahg, ya voy.

-Muy bien, esclavita, nos vemos ahora.-Dice y cuelga.

-Lo siento, me tengo que ir. Resulta que tengo una amiga que es una desesperada y me está pidiendo que vaya a su casa.-Le digo levantándome.

-Oh, tranquila Ann, hablamos luego.

-Pero si me dirás luego lo que me tengas que decir, no me importa.-digo saliendo del parque caminando de espalda.

-Si está bien.-Me dice un poco desanimado.

Entre palabrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora