La primera lagrima

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Me desperté como cualquier día, bostece y me quedé contemplando el techo, cubierto de ese blanco del color de la escarcha. Me dirigí hacia el baño risueño, mire al espejo, el chico que se erguía ante mi tenía el pelo rubio, rizado y desordenado, igual que su vida. Los ojos eran de un color pardo salvaje, que te incitaban a verlos más de cerca.

Después de contemplar al alto individuo que era dueño del espejo cuando me asomaba me duche con mis cantantes favoritos, Lady Gaga, Adele y Troye Sivan. Otro largo día de verano se contemplaba ante mi, como una hoja blanca que rellenar. Me seque y vestí tranquilamente. Unos vaqueros azules y una camiseta blanca con estampado de flores serían mi atuendo de este día, nada raro, ya que en mí la ropa con estampados de flores era lo más normal, más que el día y la noche.

Me arme con mi móvil, los cascos y ganas de estar a solas. Me encanta salir por mi cuenta con música clásica a pasear por las mañanas junto la compañía de la brisa marina y el romper de las olas. Siempre hago el mismo recorrido, comienzo en la playa con "Adagio for Strings, Op. 11" y terminó el paseo en la cima del monte conectado por el camino pedregoso que me conduce hasta el, con algo de Amadeus Mozart. Es como mi pequeño momento de relax y tranquilidad.

Pero estos días este momento de tranquilidad está siendo ultrajado por una pregunta que me asalta día y noche, que me persigue, igual que a un moribundo la muerte o la angustia y tristeza a un padre que ha perdido a su hijo. Esa pregunta me atormenta y re concome, como una sucia rata que crece dentro de mi y se alimenta de mis temores. Una rata que rompe todas las murallas que yo creía indestructibles e impenetrables. Una rata que se transforma en miedo puro que atraganta las palabras en mi boca.
Una rata que abre un vacío en mi ser, más grande que el espacio y más profundo que un agujero negro. Un vacío que intenta ser llenado con esperanza pero que la transforma en repulsión.

Tras un largo tiempo he decidido mantener esa rata encerrada dentro de mi miedo, junto a mi alegría. Creo que es lo mejor, así el único que sufre soy yo. Me he acostumbrado ha fingir ser feliz construyendo el sentimiento a base de miedo, vergüenza y precaución. Mi familia, mis amigos, jamás lo sabrán.

Vuelvo a casa después de mi paseo matutino, y me echo en la cama, esperando a que por gracia divina algo me estirpe la rata de mi interior igual que extirpan un tumor de alguien. Pero no ocurre nada, el temor oprime mi pecho igual que mi felicidad, pero, uno se acostumbra igual que un enfermo terminal se acostumbra a su inevitable final. Termino de escribir estas palabras y cierro mi relato con una última lágrima y un último suspiro, hasta mañana amado lector.

He intentado dormir pero me desvelo, pensando que si no voy a ser sincero ni con migo mismo al menos lo seré contigo. Desde ahora en adelante te contare única y solamente la verdad. Esa rata tiene un nombre, y su nombre es repudio. Os preguntaréis a que le tiene tanto pudor un chaval de catorce que le incita a ser una persona que no es, en ponerse la piel de otro y vestirse con sentimientos etéreos hechos de humo. Pues es a ser repudiado, estar solo, igual que una flor en un desierto. Y todo por su estupido secreto. Tan tonto ha ojos de otros y tan asqueroso y repulsivo ante otros ojos. Me levante de un salto me mire frente al espejo y le dije al alto chico propietario del espejo:

-Soy Gay - dijo expulsando un aire con olor a paz

Su cuerpo se relajó, igual que si hubiese muerto o vuelto a nacer. Nunca he sabido diferenciar el uno del otro, mucha gente compara la muerte con un corte frío y seco en el estomago, pero yo lo veo como una cálida mano que te invita a otro comiendo, al comienzo de algo mejor. Mientras que el nacer lo veo como un abrazo lleno de amor y compasión. Ya que da igual que vida te toque, la vida es la vida, igual que el amor es amor. La vida es el regalo más bonito que se le puede haber a alguien, es un regalo lleno de infinitas opciones, sorpresas, amores, desilusiones, dolores, alegrías...... La vida, es perfecta.

Orgullo y dolorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora