El profesor de pociones

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5.-"EL principio"

Narrador omnisciente

Habían pasado ya dos meses desde que Celaena vivía en la casa del profesor, que no desperdiciaba ningún momento para hacerle desplantes y tratarla mal, no podemos negar que nuestra protagonista tenía una maravillosa paciencia ante los berrinches de Severus, pero de vez en cuando cruzaban palabras de forma amable.

Severus mostraba gran avance en su cuerpo y movilidad, ya no ocupaba el bastón y podía ser más autosuficiente pero no del todo tenía ciertos ataques de dolor que lo ponían mal y efectos secundarios de Nagini como divagaciones y miedos...

Celaena pov's

-Por favor Celaena no me dejes- pronunciaba en un susurro deprimente Alessandro- no lo puedes querer a él.

-Aléjate de mí, ya no te amo Alessandro, entiéndelo- escupí de forma agria.

-Hablas igual que ese tal Snape-dijo con una voz dura- ¿Dónde quedó la tierna Celaena?-pregunto con dolor en sus ojos.

El lugar cambió a un lago donde la luna se reflejaba y las estrellas brillaban, había árboles por todas partes y flores de todo tipo, era un lugar hermoso para ser sincera.

-Severus.- dije a la nada- tú me gustas.

Desperté alterada y sudando frío, no era la primera vez que soñaba algo así, eran ya varias noches donde me encontraba diciendo esa frase a la nada, en distintos lugares.

A lo largo de estos dos meses en esta casa, he descubierto que mi hermana no tuvo que lidiar con un profesor tan gruñón y deprimente como él, aunque de cierta forma no entiendo eso en que la beneficia, yo tampoco lo tuve que hacer, pero el punto real aquí es mi sueño.

No lo puedo negar Snape no es feo, tiene un encanto que solo algunos logran apreciar, y debajo de esa máscara de ogro que tiene hay una gran persona me lo ha demostrado pocas veces pero lo ha hecho.

No lo entiendo, él tiene unos ojos hermosos, negros como la noche, y estoy segura que si brillaran, quizá por algún motivo podría decir que parecerán una noche estrellada, algo precioso. Sus labios son marcados y de alguna forma se ven suaves, aunque no lo he tocado.

¿Pero qué mierda? Estoy diciendo eso de Snape

Oh no, él es un gruñón y no puede gustarme, no no ¡NO!

Negarlo solo lo hará más fuerte

Cállate conciencia, no interrumpas, él no puede gustarme yo amo a Alessandro.

Me volví a cubrir con las sábanas hasta el cuello mirando el techo blanco que estaba sobre mí, Severus Snape no puede gustarme...

-¡Celaena!-Se escuchó un grito desgarrador, que provenía del cuarto de Snape

Justo cuando logro conciliar el sueño me levanto.

¡Genial!

Me pare y me puse una bata para cubrir mi pijama de seda azul cielo.

Caminé en paso lento y pesado por el pasillo hasta llegar al fondo, tome la perilla de la puerta y con cuidado la abrí, viendo un pequeño brillo de luz, que provenía de un palito, bueno mejor dicho de una varita.

-Nox-susurró dando paso a una espesa oscuridad, con la cual no podía observar nada.

-¿Qué pasó?-Pregunté entrecerrando los ojos con la esperanza de ver algo en la oscuridad.

-Creo que la misma pesadilla-dijo en susurro.

Mi mano tocaba la pared esperando dar con el apagador para encender la luz.

-Solo fue una pesadilla-dije cuando al fin lo encontré y encendí la luz- a veces creo que deberías sacar el recuerdo y reemplazarlo por otro-dije sentándome en la silla frente a su cama.

-No puedo-dijo mirando el piso.

-¿No puedes o no quieres?- pregunte con una ceja alzada

No contestó, solo silencio.

-¿Quieres platicar de ello?-pregunté. Silencio. - ¿Hablamos de otra cosa? -Ni una palabra- Ignórame, ya sabes-dije en un susurro, parándose para salir de la habitación.

-Espera...-dijo en un tono apenas audible.- Platiquemos-dijo en otro susurro.

Volví a sentarme en la silla y lo miré en espera de que él sacara un tema, por una vez.

-¿Verdad o reto?- dije sin saber bien qué decía.

-¿Qué?-preguntó mirándome por fin.

Sus ojos.

-Es un juego muggle, donde se hacen preguntas de algún tipo, o un reto absurdo-dije alzando los hombros.

-Pues... creo que en mi niñez lo escuche una vez, juguemos-dijo en un tono frío.

-Empiezo-dije con un poco de diversión en mi voz- ¿Verdad o reto?

-Verdad

-¿Cómo eras en Hogwarts?-pregunté con curiosidad.

Se quedó en silencio reflexionando algo.

-Era el profesor más odiado y temido del colegio, el respeto no era respeto sino miedo, y creo que siempre quitaba puntos, incluso por respirar, más a Gryffindor-dijo en un tono neutral, pero con un rastro de nostalgia en su rostro. - ¿Verdad o reto? -pregunto

-Verdad-dije con miedo en mi rostro

-¿Eres de la dinastía Romanov?

Bien, odiaba que me preguntara de ello, pero yo fui la de la idea. Yo sola me metí en este lío.

-Sí, si soy de la dinastía Romanov, hija de la hija de Anastasia. ¿Verdad o Reto?- me apresure a decir.

-Verdad.

-¿Quién fue Lily?- note una expresión de dolor en su cuerpo y rostro.

-Mi gran amor era la madre del famoso Potter-dijo más para sí mismo que para mí. - ¿Verdad o...

-Verdad-dije antes de que el finalizara.

Estúpido juego muggle, siempre escogen verdad.

-¿Por qué no tienes magia?

La pregunta del millón de euros.

Este es el principio de una mejor relación entre el gruñón y yo.

¡NUEVO CAPITULO!

Hola

Hoooooooooooooooliiiii

Jam jam ¡YA MÁS DE 200 LECTURAS!

Oh mi Dios, eso es simplemente maravilloso <3

#JuevesDePociones :D

Las amo chicas beshas, son mis lectoras más amadas y favoritas *-*

Por favor dejen un comentario y un voto, eso me motiva a escribir más y a hacer mejor los capítulos, ¿Qué les pareció? ¿Cómo va la historia? ¿Les gusta? ¿Como creen que transcurra la historia?

Bueno me voy

Los amo

Bye

Ya

Chao :*