Mi sueño

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Aquí os dejo el primer capítulo de mi nuevo fanfic, se que dije que estaría un tiempo sin escribir, pero es algo que estos últimos meses me ha gustado mucho y no puedo evitar hacer, pero no se cuando lo continuaré, de momento os dejo este capítulo y vais viendo si os gusta la idea que más o menos tengo pensada, quizás con el paso del tiempo cambie algunas cosas, ya os iré informando. Sabéis que podéis darme vuestras opiniones e ideas.
Gracias por todo.
Espero que os guste.


-Levy cielo ya nos vamos, dentro de dos horas sale el último avión -dijo mi madre mientras bajaba las escaleras que llevaban al piso de arriba cargada con una enorme maleta.

-Vale, tened cuidado, os quiero.

-¡Te quiero pequeña! -se despidió antes de salir por la puerta.

Mi madre se dedicaba al baile, era una reconocida bailarina de ballet y mi padre era su manager, así fue como se conocieron. Desde que era pequeña los había visto viajar, algunas veces viajaba con ellos, pero debido a mis estudios no podía ir siempre. Cuando no podía ir me quedaba en casa de mi mejor amiga Lucy, pero ahora ya era mayorcita y sabía cuidarme sola.

Lo malo era que hacía poco que había salido de una relación que no había acabado bien y había empezado acostumbrarme a él y ahora tenía que volver a saber lo que era la soledad esas horas que pasaba en casa. Aunque aquella soledad no duraba mucho ya que por las mañanas iba a una academia de baile, pues mi sueño era llegar a ser como mi madre.

A mi ex-novio no le parecía muy bien que dedicará tanto tiempo a mi pasión, según él yo era su pasión y él debía ser la mía. Cuando algo te apasiona no lo cambias así como así, y Alzack lo hizo, se buscó otra pasión llamada Bisca. No le culpo, quería sentirse amado.

Miré el reloj, marcaba las ocho y media de la noche, suspiré y me senté en el sofá blanco recién sacado de la tienda. Encendí el televisor y fui cambiando de canal. Nada.

Apagué el televisor y subí a mi habitación, mañana sería otro día.

ººº

El maldito despertador empezó a sonar, era insoportable, deseaba lanzarlo a algún lugar de mi habitación.

-Estoy despierto, maldita sea... -lo Apagué dándole un golpe que hizo que se estampara contra el suelo. Quedó boca arriba, lo miré, parecía que quisiera decirme que ya no tenía más tiempo para dormir. Las seis y media de la mañana... Algo se movió a mi lado.

Era la chica que llevé a mi casa la noche anterior, ni siquiera me acordaba de su nombre.

-Cuando vuelva ya no te quiero aquí -dije mientras buscaba algo que ponerme. Soltó un pequeño gruñido y me miró.

-Piérdete... -fue lo único que dijo y volvió a dormirse.

Una vez vestido salí de aquella pequeña habitación y fui a la cocina que era mucho más pequeña, es el precio que uno tiene que pagar cuando no tiene un buen trabajo.

Mi trabajo consistía en recoger de los contenedores todo aquello que tuviera metal, luego los llevaba a un taller y allí lo vendía. Odiaba mi trabajo.

A veces sacaba bastante, pero había días que no encontraba nada.

De repente llamaron a la puerta con unos fuertes golpes.

-Maldito inquilino ¿¡Cuándo me pagarás el alquiler!? -otra cosa más que odiaba, el dueño del piso. Sólo eran las siete de la mañana, aquí nadie respetaba nada, era un infierno.

-¡Te lo pagaré este fin de semana! -grité dando un golpe con mi puño en la mesa.

Un horrible olor a tuberías empezó a molestarme en la cocina, abrí el grifo y eché un producto para desatascar, el más barato que encontré, quizás no funcionara y lo atascaría más.

Busqué mis llaves y salí de aquel maldito lugar al que por desgracia llamaba hogar.

ººº

-¡Levy! -me llamó Lucy, mi mejor amiga cuando estaba a punto de entrar a la academia.

-Buenos días Lucy.

-Tengo buenas noticias para ti -dijo saltando de alegría mientras se acercaba a mi.

-Ya han salido las listas de los papeles que representará cada una el día del estreno del baile, ¡te han dado el papel protagonista! -me quedé paralizada con la puerta de cristal entre abierta y mirando a Lucy. Di un paso atrás y la puerta se cerró.

-¿Vas en serio? -pregunté, Lucy asintió y me abrazó.

-Será mi nueva exclusiva para la revista de la academia.

-No puedo creer que lo haya conseguido -dije sonriendo mientras nos adentrábamos en la academia. Fui hasta las listas de los nombres, no es que no me fiara de Lucy, pero me costaba creerlo. Ahí estaba mi nombre, donde ponía papel protagonista: Levy Mcgarden.

La profesora de ballet nos esperaba en lo alto del escenario, haciendo algunos ejercicios de calentamiento.

-Haced una fila, menos tu Mcgarden, irás al frente -asentí y me preparé. Nuestra profesora, Erza era increíblemente buena en el ballet, parecía que podía fusionarse con la música, era fantástico ver como bailaba.

Cuando estuvimos listas la música empezó a sonar.

Erza nos daba indicaciones, dos vueltas, tres saltos y levantamos la pierna tan alto como nuestra flexibilidad nos permitía.

Ya era nuestro tercer año, al finalizar el primero nos dieron los zapatos de media punta, al finalizar los cinco años nos darían los de punta, pues se necesita mucho tiempo de entrenamiento para poder llevarlos, la primera mujer en llevarlos fue Marie Taglioni, era mi inspiración, después de mi madre claro.

Al terminar las clases de historia de la danza me dirigí hacia mi casa, deseaba llamar a mis padres y contarles lo que había conseguido.

ººº

Mi trabajo era ilegal, si me pillaba la poli estaba jodido, así que iba los martes y los jueves por la mañana, para no encontrarme con ellos. Había tenido suerte, encontré bastantes cosas y no vi a ningún poli haciendo guardia.

Cuando terminé de recolectar me dirigí hacia un taller, ahí me compraron el metal por 350 jewels, no era mucho pero me bastaba para mi, y era martes, solo necesitaba tener suerte el jueves y sacar 350 jewels más.

De mi bolsillo saqué un pequeño trozo de metal y lo mordí, me encantaba tener aquel pequeño trozo de hierro entre los dientes. De pronto algo golpeó mi abdomen y bajé la mirada, moví el trozo de hierro hacia un lado de mi boca y sonreí a la enana que estaba delante de mí. Algunos libros le habían caído al suelo y me agaché para recogerlos, uno de ellos decía: "historia del ballet clásico".

-¿Una niña de papá? -dije dándole el libro.

-¿Cómo? -preguntó algo confundida.

-Una niña mimada, a la que le consienten todo lo que quiere, la típica niña rica, la niña de papá, odio a toda esa gentuza. -La enana me miró negando con la cabeza e intentó seguir su camino pero se lo impedí apoyando una mano en la pared y dejando mi brazo delante de su rostro.

-Te han dicho alguna vez que no debes juzgar a las personas por su apariencia, yo también puedo juzgarte -dijo aquella pequeña peli-azul. Me miró de arriba a abajo con sus ojos dorados y finalmente me encontré con su mirada.

-Por tu apariencia parece que vives en un lugar de mala muerte, no tienes un buen trabajo con el que pagar un buen alquiler y te sueles meter en líos -la miré fijamente durante unos segundos y aparté el brazo, cambie de lado el trozo de metal de mi boca y solté una risa amarga.

-Has dado en el clavo pequeña sabelotodo -vi cómo palidecía. -Espero no volver a verte -le dije y me alejé de ella. Creí escuchar en un susurro un lo siento pero no me moleste en saber si había oído bien, continúe mi camino.

Espero que os haya gustado, os quería preguntar algo ¿ Alguien hace portadas? Me vendría bien que me hiciera una para este fanfic, pues la que he hecho no me convence.

Gracias

Besitos xx




Un trágico accidenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora