Mi insignificante vida

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Me quedé dormida después de que Gajeel se instalara a mi habitación...nuestra habitación. No fue mucho después cuando oí un ruido, estaban arrastrando algo y seguidamente algo golpeó mi cama.

Abrí los ojos y no pude hacer otra cosa que reírme; Gajeel había juntado su cama con la mía.

—¿Qué estás haciendo? ¿Sabes si puedes hacer esto?

—No, pero tampoco me importa ¿te he despertado?

—Estaba media dormida  —me dedicó una pequeña sonrisa y se tumbó en su cama. La mano de Gajeel acarició mi rostro y mi pelo. Le miré, lo que vi en su mirada fue tristeza y culpabilidad.

—Nunca voy a perdonarme lo que te ha pasado.

—No ha sido tu culpa, no debes... — Gajeel me interrumpió poniendo su dedo índice en mis labios.

—Nunca debí decirte que subieras al coche, nunca debí... ir tan rápido. —Su dedo índice fue sustituido por su dedo pulgar y acarició mis labios.

La puerta se abrió de golpe y mis padres entraron en la habitación con el médico que nos había puesto a Gajeel y a mi juntos.

—¡Aléjate de mi hija! —Mi madre iba a abalanzarse sobre Gajeel pero mi padre la sujetó.

—Ruth por favor cálmate.

—¡Suéltame Aten! —Gajeel bajó de su cama y con la mirada baja salió de la habitación.

—Gajeel... no te vayas. —dije con un hilo de voz mientras que el médico y mi padre separaron las camas. Mi madre me abrazó llorando desesperada.

—Él no tuvo la culpa, gracias a él no he perdido la esperanza y ha sabido mantener mi sonrisa —sin darme cuenta había empezado a llorar, ver a Gajeel salir de aquella manera hizo que tuviera miedo.

—Ese chico era el que conducía, y además según he oído no tiene permiso de conducir eso se paga con la prisión —replicó mi madre.

—Perdone que interrumpa —dijo el doctor —uno de sus amigos me enseñó el carnet de conducir del chico. —Natsu tenía contactos con los que habló antes de la carrera para conseguir  un carnet falso, por si la policía hacía su aparición durante la carrera, no tenía ni idea de que Gajeel carecía de carnet, Lucy me lo había dicho poco después de que despertara. 

—Mamá, algo se puso delante del coche, y Gajeel no pudo esquivarlo, el coche cayó de una mala manera, él no tuvo la culpa —miré al doctor —por favor dile a Gajeel que vuelva... le necesito.

—Estoy aquí —dijo Gajeel entrando de nuevo en la habitación. Mi padre se acercó a él y le tendió la mano.

—Soy Aten, el padre de Levy. Sabemos que también lo estás pasando mal, esto debe ser una carga para ti, cargar con esta culpa no debe ser nada fácil — ambos se estrecharon las manos

—No seas tan amable con él —gruñó mi madre.

—Ruth lo que le ha pasado a nuestra hija no se solucionará aunque te enfades con él.

                       °°°

Levy había salido a su padre, buena y comprensiva. Todos se sorprendieron cuando sin previo aviso abracé a su padre. Él me devolvió el abrazo, nunca había sentido el calor de un padre ya que el mío me había ignorado toda mi vida y aquello era lo que más se parecía.

—Deje que cuide de Levy, haré todo lo que pueda para ayudarla, no descansaré hasta verla feliz de nuevo...

—No hace falta que cuides de ella, nosotros somos sus padres y nosotros cuidaremos de ella, no necesitamos que una persona tan... —La madre de Levy me miró de arriba a bajo — Problemática cuide de ella.

Un trágico accidenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora