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Madison

Tome la caja de cereal y comí con tranquilidad, tenía que dejar a Luke y Amanda en la escuela y apenas eran las 7:30 am, deje la leche en su lugar y note que mi hermana apenas tocó su comida.
—¿Está bien?— Acaricie su cabeza y después apreté su mejilla.
—Si, es solo que me duele un poco la garganta—Dijo señalado su cuello.
—¿Quieres que te lleve al doctor?— Negó.
—Le diré a mamá, tú tienes que trabajar con ese actor— Bese su cien y le sonreí con ternura.
—Esta bien, trata de comer, ¿va?— Me hizo una pequeña mueca y siguió con lo suyo.
–¿Cómo te ha ido con Ryan?—Preguntó mi mamá dejando un plato enfrente de nosotros.
—Bien, es muy sonriente pero es necesario que aprenda muchas cosas, no sabe cambiar a la bebe y apenas aprendió a preparar la mamila de Alexia—Tome una cucharada de cereal y me la metía la boca— Lo que no entendiendo es, ¿dónde está su esposa?— Hable con la boca llena de comida.
—¡Madiosn come y calla!— Mi mamá me regañó y me reí.
—Su esposa falleció hace días— Mire a Luke— Falleció cuando dio a luz a su hija.
—¿Cómo sabes eso?
—Vi las noticias–El sonrió— ¿Sabes lo que significa Madiosn?, ¡tú puedes casarte con el!
—No Luke, come rápido que se nos hace tarde— La tristeza me invadió, no sabía, pobre del señor Ryan, debe estar hecho pedazos, solo imagina que el amor de tu vida muera en el día más importante, que horrible.
Tome las mochilas de los niños  y espere que el camión escolar pasara por ellos.
—¿No te gusta Ryan?— Me preguntó el pequeño chico que estaba a lado de mi.
—Luke, él es guapo si, pero no es tan fácil como tú imaginas, acaba de perder el amor de su vida y no, yo solo soy la niñera, después de un tiempo yo me iré de su casa porque ya sabrá cómo cuidar a su bebé, no quiero que te hagas ilusiones con que seré su novia y me casaré con el, Ryan es un gran hombre pero él ya tiene su vida hecha.
Luke bajo la cabeza triste, pero me volvió a preguntar una cosa más.
—¿Le darías la oportunidad si se puede?— Lo mire, ¿cómo un niño sabe de todas esas cosas?, yo solo lo veo jugar con sus súper héroes de plástico y ver películas de acción.
—Vamos Luke, ya llego tu autobús y tengo que llegar al trabajo— Tome sus mochilas y se las puse en la espalda a cada uno.
—¿Lo pensaras?— Volvió a repetir en la puerta del autobús y negué.
—Sube, ya me tengo que ir— El rodó los ojos y se montó en el autobús de mala gana.
Camine varias cuadras hasta toparme con un taxi, me subí en el y me llevó hasta la casa de Ryan, le pague y toque el timbre de esta.
—Hola Madison, buenos días— Escuche la bocina de la pared.
—Buenos días, voz misteriosa— Me reí.
—Pasa, creo que tienes mucho trabajo que hacer— Asentí, abrió la puerta y pase por los gigantes jardines de nuevo, supongo que no me iba a cansar de esto.
Cuando entre a su gigante casa no vi ni una alma, escuche un ruido en la cocina y al entrar vi a una señora de al menos 50 años.
—Hola, el Sr.Ryan sigue dormido, no sé si guste esperarlo o si quiere le preparo algo mientras espera.
—No muchas gracias, lo esperare, ¿puedo sentarme aquí?—Señale en banco solo que estaba pegado a la mesa, ella asintió y me recargue en el.
—¿Tú eres la niñera de Alexia?
—Si, usted es la cocinera, supongo.
—Si.
Me quede en silencio y mire mis manos para no sentir la incomodidad, pasaron unos diez minutos y yo seguía entretenida con mis manos, tiempo después ayude a la señora a limpiar los platos y a ponerlos en su lugar, platique un rato con ella, era muy agradable y divertida, muy linda persona.
—¿Madison?— Escuche una voz ronca detrás mío, me quedé paralizada, se oía bien.
—¿Si?— Lo mire y no traía camisa, las mejillas se me tornaron rojas y baje la mirada.
—Perdón que te atienda hasta ahora es solo que— Se cruzó de brazos tapándose, al parecer no se había dado cuenta que se había dormido semi desnudo, su cara se tornó del mismo tono que el mío y bajo la mirada— solo que Alexia lloro y se quedó conmigo hasta tarde.
—Me retiro, iré por algunas cosas a la tienda para la comida Sr. Reynolds— La linda mujer se marchó y me quede sola con el.
—Se le notan las ojeras— El rasco su nuca—Debería relajarse más.
—Lo sé— Suspiro.
—¿Quiere que le prepare un té?
—¿No es molestia?— Negué y sonreí, tome un pocillo  y lo llene de agua, prendí la estufa y él me dio unos sobres de té verde.
—¿Cuántos años tienes?— Preguntó.
—Tengo 22 años.
—Estas en la universidad— Tomo dos tazas y las dejo enfrente de mi.
—No— Suspire— Por falta de dinero no pude seguir estudiando, mi mama tiene unos empleos que a veces le pagan una miseria y cómo ve tengo dos hermanos y antes tenía un empleo de cajera pero ahora lo tengo con usted— Le sonreí, note el agua ya estaba hirviendo, así que las llene a la mitad y lo demás de agua fría, deje las bolsitas de té se remojaran y sacaran su sabor.
—¿Y tú papà?— El me miró y tomo un sorbo.
—No se— Dije, moví de arriba hacia abajo el sobre jalándolo con el hilo— Nos dejó solos, no supe más de él, pero realmente no me molesta no estudiar con tal que mi familia esté bien.
—Lo siento— Susurro, negué.
—Todos perdemos a alguien de alguna forma u otra— Tome el té y me mirada quedó clavada en la mesa, ¿qué habrá sido de mi padre? Recuerdo que se llevaba bien con mi mamá pero, es un momento confuso.
—¿Subimos?
—¿uh?
—Que si vamos por Alexia— Retomó, asentí y lo seguí, subí las escaleras y yo me quedé atrás viendo su ancha espalda, mierda, este hombre hace que se cometan pecados, baje la mirada y me encontré sus glúteos formados por ejercicio, me mordí el labio y me reí en voz baja.
Entre en su habitación y mire como Alexia dormía tranquilamente en su cuna.
—Sigue dormida— Lo mire y rasco su abdomen.
—Bueno, me ayudarás en otra cosa— El abrió un closet y vi que había mucha ropa para bebé, ¡Mi armario no es ni la mitad de esto y es ropa para recen nacida!
—¿Quiere que lo acomode?— Pregunte.
—No, quiero que me ayudes a combinar ropa, no sé cómo juntar los colores de mujer, por lo general los hombres solo juntamos gris con unos pantalones, pero las mujer es son vestidos, faldas, shorts, blusas y todo eso.
—¿Puedo?— El asintió y me dejó tomar la ropa de Alexia, junte unos lindos shorts con una blusa rosa color pastel , un vestido blanco con unos bellos zapatos dorados y unas mallas de algodón, una falda de mezclilla con una blusa roja y unos zapatos negros—Le toca a usted— Lo jale y le di una blusa de flores.
—¿Con esto?— Me mostró un pantalón con estampados llamativos.
—Noup— Le di un pantalón blanco y unos tenis— Si la blusa tiene estampado, tiene que llamar la atención así que le damos unos jeans simples.
—Esta bien— Sonreí, este hombre se ve muy rudo, pero en realidad es un amor de persona.
Por la mañana seguí hablando con el de ropa, era realmente gracioso, ya sé porque el público lo amaba, a pesar de que tiene millones en su cuenta bancaria, era sensillo, muy tierno y agradecido.
—Tome— Le di la mamila para que se la diera a Alexia.
—Gracias.
—¿Por qué ayer no durmió?
—Lloro mucho, no podía dormir y no sabía la razón, se quedo dormida porque se canso de llorar— Se burló.
—Si no sabe cómo calmarla, puede llamarme, no importa si es en la madrugada— El asintió con una sonrisa y sigue dándole de comer a su pequeña bebe.
Lo mire unos minutos, por lo que veía, él estaba completamente enamorado de su hija, sonreí al notar su felicidad inexplicable, el hecho de tan solo tener la en sus brazos era feliz, uno completo.
Decidí dejar algunos atuendos para que el de los pudiera en unos días, así no batallaría al no saber qué ponerle.
—¿En qué universidad te gustaría estudiar?— Preguntó interrumpiendo la platica conmigo misma.
—Se que en una Universidad de prestigio las personas consiguen un trabajo bien pagado y es más fácil que te contraten, pero con la situación que vivo, la Universidad Comunitaria es mi opción, pero no tengo ni para eso, no pagas casi nada, pero los libros que piden son realmente muy caros.— Doble algunas prendas de Alexia y las metí en un cajón de su cuna.
—¿Te gustaría estudiar en la Universidad "State"?— Preguntó, dejó la mamila de la niña a un lado para poder darle golpes en su espalda así pudiera eructar.
—¿Qué clase de pregunta es esa?, ¡por supuesto!, esa universidad es como tener el mundo en tus manos, es soñar estando despierta Sr.Reynolds, es una de las más caras, pero también de las más prestigiadas y con un nivel académico impresionante, a los estudiantes los mandan hacer prácticas a otros países, cuando estaba en la preparatoria esa era mi opción, sabía que iba a tener beca, salí con honores, pero simplemente no, no puedo presionar a mi madre y tengo que ayudarla con muchas cosas, sería egoísta de mi parte.—Cerré algunas cosas y las acomode.
—Madison, ¿me podrías acompañar a la empresa?, tengo algunas cosas que hacer y no quiero dejar a Alexia y a ti en la casa, regresaremos para comer— Asentí, en la maleta acomode algunos cambios de ropa para la niña junto a varios pañales y sus mamilas, al darme la vuelta, salió Ryan con un traje de alta costura, pegado a él, agache la mirada por vergüenza a mis malos pensamientos.
—¿Nos vamos?— Asentí en voz baja, casi inaudible, tome la maleta y el Sr.Reynolds tomó a su hija en brazos,  ya en la entrada una camioneta negra nos esperaba, se veía lujosa, me daba miedo de tocarla y romperla. Subí junto a él, su chofer se puso de  piloto y él de copiloto, yo venía sentada en la parte de atrás mirando el interior de la camioneta.
—Sr.Reynolds, ¿hacia dónde nos dirigimos?
—Hacia la empresa, por favor— El chofer asintió, me miró de reojo y le di una pequeña sonrisa, a lo cual él respondió igual
Al cabo de unos 20 minutos, llegamos a un edificio enorme, pude notar varias cámaras y demasiadas personas, suponía que era para entrevistar a Ryan.
—¿Puedes pasar por la parte de atrás?, no quiero a toda esta gente cerca de mi— Al escuchar eso, piensas que es un maldito, tal vez por no atender a sus fans o a los entrevistadores, pero es entendible, perdió a su esposa y no tiene ganas de verle la cara a nadie de publicidad para que esta gane unos centavos por el mal rato que está pasando.
Llegamos al parking, el cual se podía ver que era privado, baje junto a él y me miro.
—¿Puedes estar con Alexia?
—Si, no se preocupe Sr.Reynolds— Agradecido por esto, bajo su carriola y dejó a la niña a mi cargo, yo solo lo seguí en silencio mientras veía en bobada todas las instalaciones.
—¡Ryan!— Escuche una voz de un hombre y al instante lo abrazo dándole unas palmadas.
—¡John!— Cuando estaba a punto de separase me notó, le dijo algo a Ryan y este le dio un codazo por la costilla, baje la mirada y al volver a subirla note que me miraba.
—Madison, te presento a John, mi mejor amigo y compañero de trabajo—Lo mire sonrojada y le estire la mano.
—Mucho gusto, Sr.Jonh.
—No me hables de usted, me siento viejo y cualquier cosa, estoy a tus órdenes— Me guiñó el ojo y Ryan le soltó otro codazo, baje la mirada avergonzada y me quedé paralizada sin saber que carajos hacer.
—Madison—Su voz me llamó y lo miré directamente— Estaré ocupado, si tienes hambre puedes pedir algo en la cafetería con mi tarjeta— Saco de su billetera una pequeña cosa de plástico café y me la dio.
—Gracias, Sr. Reynolds
Al cabo de un rato los dos se retiraron y me quede sola con Alexia.
—Ahora solo somos tú y yo, querida amiga—

Ryan

—Eres un imbécil, ¿cómo le dices eso a una niña?— Mire a John y solo soltó una risita.
—Era broma Ryan, pero que bien pegas— Me reí de él y deje que la conferencia comenzará.
Me dieron varios guiones bastante gordos, subraye las partes que me tocaban y me explicaron la temática de la película, con cuales actores y actrices trabajaré y cómo sería el traje, el costo del rodaje y el cuánto me pagaran por hacer la cinta, depende de cuánto recaude.
Eche mi cabeza hacia atrás y había una pared de vidrio por el cual se podía ver al otro lado y noté a Madison jugando con las pequeñas manos de Alexia, haciéndole muecas y cantando para ella, me quede embobando como se divertía con ella, al tratar de ver mejor, hice un mal movimiento y la silla se volteó, me quede estampado contra el suelo y escuche varias risas, en especial la de John.
—¿Estás bien Ryan?— Sentí como trato de ayudarme jalándome hacia atrás, pero solté su mano.
—Si, si estoy bien— Al sentir mi enojo, la sala se quedo en silencio y deje que siguieran, creando un ambiente incomodo.
Al cabo de un rato, la junta acabo y antes de salir escuche mi nombre.
—Lo siento por burlarme—John apareció por la parte de atrás y suspire.
—Lo siento yo también, no he tenido una buena semana y extraño a mi esposa— John me sonrió.
—Llámame cuando estés libre y te invito unos tragos— Asentí y me despedí de él, al llegar con Madison tenía la cabeza hacia atrás, con una mano empujaba la carriola y con la otra jalaba su playera que tenía una mancha blanca para que entrase el aire.
—¿Estás bien?— Le pregunté, me miró cansada y asintió—¿Qué te pasó en la playera?
—Alexia al eructar me vomitó— Me sonrió sin expresiones sintiéndose incomoda— Es normal, no se preocupe.
—¿Tarde mucho?— Pregunté
—No tanto— Miro su teléfono y suspiro— Solo como cuatro horas y media, he esperado más por mi mamá cuando sale por cosas al supermercado.
Me quede mirándola, se veía cansada, así que tome la carriola y deje que ella caminara.
—¿Quieres que vayamos por una blusa nueva?— Negó.
—No, de antemano se lo agradezco, pero no es necesario— Le sonreí y me dio la misma respuesta.
—¿Ya has comido?— Negó.
—No señor, no tengo hambre.
—Pero no puedes estar así, vamos, te invito a comer.
—Pero, señor..— Interrumpí.
—Vamos señorita, te lo mereces— Le sonreí y me devolvió la sonrisa, nunca había captado que tenía unos dientes tan lindos, no capté que me le quedé viendo varios segundos así que baje la mirada sonrojado y seguí hasta llegar a la camioneta.

—Vamos niña, que hay tiempo para lo demás, menos para la comida—Soltó una risa y ayude a subirse a la camioneta, cerrándole la puerta como un caballero, al volver a mi lugar sentí un flash justo en mi cara.
—Mierda, los medios— Me queje sin remedio al saber que se iba armar un escándalo por Madison.

Se busca niñera.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora