0.4

353 72 37
                                    


.

Taehyun solo esperaba ser perdonado por la luz de la luna, cuando en secreto miraba el resplandeciente rostro de la única persona que lo vio como si aún fuera un hombre, con cada beso, fue deshojando sus tristezas y recogiendo sus anhelos; gracias a Mino renacía de la ceniza lunar olvidándose del amor decadente y los lúgubres besos que eran su alimento, a pesar de todo su amor era un imposible, Mino se convertía en su necesidad y él en su debilidad, le arrebataba su inocencia con astucia, expió su determinación con seducción; pero aun así era su droga. Y su definición de perfección:

-Mino, tus manos, mi profundidad. Tu cuerpo, el mío. Tus besos, los míos. Mi boca, tu cuerpo. Mis manos tu respiración.

Sí, lo amaba y esa era su única forma de liberarse, se amaban tanto que el cielo e infierno los envidiaron, temía que su ángel se condenara, no podría soportarlo y por eso lo llevaría de vuelta a la luz, lejos de él.

-Vive que yo te seguiré amando por toda la eternidad.

Mino estaba dispuesto a pagar con su vida por haber amado como un loco fuera de los sueños, a cambio de tener a Taehyun así fuera en el averno para seguir amándolo en la oscuridad, pues pronto se ahogarían en la amarga hierba de los muertos, tristes espectros de la noche.

-Ven y arranca mi vida.



Incubo (Namsong)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora