Capítulo 4

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Cuando volteo al cielo, puedo observar lo que parece ser una nube. Una pequeña nube.
—Va a llover—me dice Cameron.
—No seas tonto.
—Mejor vamos a inspeccionar el pueblo.
—No. Ya está anocheciendo.

Al fin y al cabo, logré convencerlo de quedarnos en la puerta de nuestra habitación por otro rato mas. Sigo leyendo. Y Cameron sólo sigue viendo algo en el cielo.
Lo único que alcanzo a ver es un pequeño cometa que entra a la atmósfera de la tierra.

Sigo leyendo por otro rato más. No sé que hora es exactamente. Pero Cameron ya se durmió. Cuando me pongo a leer un libro, no paro. Me tienen que despegar a fuerzas para que deje de leer. Sólo que no me jalen mi cabello rubio por que soy capaz de matar. En serio.

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