Cuarenta y cuatro.

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Acaliamonroe I took this photo months ago

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Acaliamonroe I took this photo months ago. I love you, Jack, and sorry for everything

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Jackjackjohnson Deja de culparte y ven. Te necesito a mi lado, Acalia.

Narra Acalia.

—Acalia—Habló Nate al otro lado de la puerta. Escondí mi cabeza bajo la almohada.

—No estoy—Respondí sin ganas. Desde el accidente las cosas habían sido así, yo encerrada en mi habitación y los chicos intentado sacarme de aquí.

—Llevas días encerrada ahí, ¿No crees que ya es hora de salir?—Preguntó mientras intentaba abrir la puerta. Escuché como entraba y me tapé aún más con las sabanas—Tienes que ir a ver a Jack, no sabemos que más excusas inventar-Rió.

Me senté en la cama y lo miré, sus brazos me rodearon inmediatamente. Apoyé mi cabeza en su pecho mientras intentaba contener las lágrimas.

—No tienes que seguir llorando, él está bien—Susurró mientras acariciaba mi cabello—Y no tienes que sentirte culpable, no fue tu culpa, Acalia.

—Fue mi culpa, Nate—Me alejé de él—Como siempre, todo es mi maldita culpa.

El moreno iba a hablar pero se vio interrumpido por John, quién entró a la habitación con el ceño fruncido.

—Levántate—Me tomó de la mano y me sacó de la cama. Tomó mis hombros y me llevó hacia la ducha—Volveré en diez minutos, y créeme que no me importara si estas con toalla, te llevaré de todas maneras. Y no quiero volver a escuchar algo como eso, no es tu culpa ¿Está bien?—Asentí—DIEZ MINUTOS, ACALIA—Gritó mientras salía de la habitación seguido de Nate.

Me duché, vestí y maquillé levemente. Diez minutos después, John estaba en mi puerta diciéndome que ya era hora, no me dejó tomar nada y prácticamente me arrastro hacia el auto.

—Dios, lo siento tanto, Jack—Susurré cuando entré a su habitación y corrí a abrazarlo. Lo solté rápidamente cuando se quejó y volví a disculparme.

—Ven aquí—Susurró mientras tomaba mi cara con sus manos y juntaba nuestros labios—¿Cómo estás?

—Yo debería preguntar eso—Rodeé los ojos divertida—¿Estás bien?

—Ahora, mejor que nunca—Sonrió—Solo fueron un par de costillas rotas y mi pierna, nena, se necesita más que eso para acabar conmigo. ¿Qué tal tu brazo?

—Bien—Asentí. Me quedé en silencio sin saber qué decir—Lamento no haber venido antes, yo...no podía verte, no me sentía capa de hacerlo.

—Esta bien, nena, te entiendo—Tomó mi mano y me acercó más a él—Nate me ha mantenido informado sobre ti. Tienes que saber que esto no fue culpa tuya, olvídate de eso ¿Sí? Lo importante ahora es que ambos estamos bien.

Volví a asentir y lo abracé. Me sentía completa ahora que estaba junto a él. Decidí que lo mejor sería olvidar todo lo que ha pasado y comenzar desde cero

Jack volvió a juntar nuestros labios con una sonrisa en su rostro.

—Tres semanas sin probar tus labios—Susurró cuando nos separamos—Solo espera a que me vaya a casa, vas a pagarlo—Reímos.

Twins | Jack Johnson. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora