Prologo

619 46 14
                                    


Mis  pasos  sonaban y hacían eco  constantemente al contacto con el piso de mármol del pasillo que daba a la puerta de mi departamento por culpa de mis incómodos tacones .Tenia en mis manos varios papeles y copias de la universidad junto con mis pinturas ,pinceles y no quería que estos se cayeran.

Con dificultad tome entre mis dedos las llaves del departamento y lo encajé temblorosa al picaporte dándole media vuelta al instante para que el seguro se quitara y así poder abrir la puerta. Cuando logre mi misión empuje con mi pie izquierdo la tabla de madera dura que  interfería en mi camino así mostrando la obscuridad de mi hogar.

A ciegas palpe la rugosa  pared hasta llegar al interruptor  de la luz el cual lo apreté para que el foco central se encendiera.

Con cuidado y como pude cerré la puerta  a mis espaldas, colocando de paso  mis cosas en la mesita que estaba acomodada alado de la puerta. Cansada por la larga jornada levante uno de mis pies y tome el incómodo zapato tirándolo al piso, imite nuevamente la acción con el otro pie.

Dando un gran bostezo me dirigí a mi sala para tomar una merecida siesta en el sofá pero una persona o entidad ya guardaba aquel lugar. Me puse en alerta.

— ¿Alex?—pregunte sorprendida al reconocer el rostro— ¿Qué haces aquí?—pregunte con el ceño fruncido. Hace una década que no lo veía, solo era una niña cuando se marchó de casa.

—Así es como saludas a tu hermano mayor—dijo  burlón —Creí que tenías modales hermanita—saludo con su típica sonrisa— ¿Cómo estás? —lo inspeccione con la mirada, el seguía casi igual físicamente, claro sus facciones se habían endurecido pero había algo diferente en su aura. Después de un tiempo percibí la tan familiar sensación que me puso los vellos de punta. Mis ojos se aguadaron  al notar la realidad.

Oh, no puede ser

—Estas muerto—afirme incrédula.

Alex mostró una mueca dándome a entender de que estaba en lo correcto.

—Si—suspiro.

— ¿Cuánto tiempo?—mi voz salió temblorosa por culpa del nudo creado en mi garganta.

—Cuatro meses—cerré mis ojos y respire profundamente tratando de controlarme—Fue en una explosión, yo solo trate de ayudar, al final solo empeoré las cosas.

—Te dije varias veces por teléfono que era estúpido hacerte el héroe—tome con mis dedos el puente de mi nariz—Y  mira tenía razón —lo apunte con mis dos manos

—Lo sé—se paró del sillón—Pero eso no es lo que te debe de preocupar ahora—camino hacia mí y apoyo su palma en mi brazo.

— ¿Entonces de que debo preocuparme Alex?—gruñí mientras lo veía directamente a sus ojos.

— ¿Notaste que los demás espíritus andan inquietos?—asentí con la cabeza pues tenia razón —Brooke algo está pasando en la dimensión obscura y no es nada bueno. Varios quieren salir.

—Pero no es posible—susurre—No hay forma de salir.

—Si hay una forma —volteo la cara—Algo lo está haciendo posible, algo muy poderoso. Por eso vine a ti, tienes que parar todo esto y lo más seguro es que necesites ayuda.

—No—dije secamente—No quiero meterme en esto.

—Es por el bien de la humanidad—grito enojado—Sé que quieres alejarte pero no hay opción.

—Se me olvidaba tu falta de paciencia—lo fulmine con la mirada—Lo haré—sonrió—Con la condición de que cuando acabe seguiré con mi vida normal.

—Trato—me interrumpió—Ahora tendrás que ir con unos viejos compañeros—fruncí mi nariz en señal de desaprobación.

—No me agrada mucho tu idea—bufó ya desesperado por mi actitud.

—Eres una cabeza dura—me cruce de brazos—En ese lugar esta Scott.

—Dame la dirección, ahora.

X-Men:The Age Of DarkneesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora