Sin pensarlo, Alex se arrojó hacia el tipo y después de forcejear un poco le quitó la capucha, pero no era lo que esperaba, lo que tenía debajo eran dos de las criaturas putrefactas que estaban atacando el mercado.
Fue entonces cuando se dio cuenta de que estos no eran el encapuchado, algo obvio, sin embargo, sólo le cuadró cuando recordó que el misterioso tenía carne y sangre, si no, ¿Qué fue lo que rasguñó con el abrecartas?
Alex volteó a analizar la capucha y notó que esta tampoco era la del encapuchado; la de los engendros era un poco roja, pero ascendía a morado. La del intruso de anoche era roja, tal vez ascendiendo un poco a café debido al tono oscuro.
Alex envolvió a los fenómenos en la capucha y los arrojó al carruaje. Corrió a atrapar al resto de las criaturas y también los aventó al carruaje. Algunas personas ayudaron y finalmente, encerraron a todos los monstruillos, o al menos, eso creyeron...
Todos lo felicitaron por encargarse de los podridos, la gente estaba emocionada y creía estar a salvo.
En medio del pequeño festejo, Alex notó algo raro al fondo; algo misterioso se movía al fondo y robaba artículos.
Esta era. Esta vez sí. La misma silueta de anoche, y con la capucha del color y tono correcto. Lo vio de nuevo. Al sujeto de la capucha oscura.
De alguna manera, Alex se pudo salir de la bola de gente que lo rodeaba mientras felicitaban a quienes ayudaron y cerraban la carroza con las criaturas adentro, después rodeó el mercado para emboscar al encapuchado y saltó mientras el extraño estaba distraído.
Ambos cayeron al suelo y rodaron por la colina, la capucha se atoró en una rama dejando al encapuchado atascado, pero Alex rodó encima de la rama y rasgó la prenda; de manera que un pedazo se quedó en la rama y el encapuchado siguió rodando colina abajo.
Alex tomó el pedazo de tela de la rama, ahora tenía una herramienta de identificación para comparar las capuchas de quién las llevara puestas.
Esto era como una pequeña luz en el camino, pero para colmo, a donde el encapuchado llegó rodando fue a la parte de telas en el mercado.
Alex se fue desanimado a El Hueco en Un Tronco, un pequeño restaurante dentro de un árbol a tomar un jugo de arándanos. Don Gelasio era un gran amigo de Alex y dueño de El Hueco en Un Tronco.
-¿Por qué esa cara larga Alex?
-Nada don Gela, lo que pasa es el encapuchado.
-¡El encapuchado! ¿Lo conoces?
-No personalmente, bueno, lo he encontrado y justo antes de venir luché con él. De hecho, anoche se metió en mi casa.
-¡Vaya! ¿Y tú qué hiciste?
-También peleé con él.
Al día siguiente, se hizo un anuncio, un anuncio impactante...
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El Jardín Extraño
Fantasy¿Podrías imaginar una hermosa tierra con insectos de comida, cerdos peludos de colores, y árboles que en vez de dejar caer hojas, soplan burbujas? Pues esa tierra existe; se llama Estbrancia, o como sus habitantes la llaman, "El Jardín Extraño" y ti...