cap 11

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  Había pasado una semana después de lo sucedido, era la primera vez que experimentaba con droga, era la primera vez que Jin gemía su nombre con deseo y lujuria.
Su vida estaba cambiando y él no sabía si era para bien o para mal.
La madre de Jungkook apenas llegaba a la casa, dejaba dinero para que su hijo se hiciera su propio almuerzo, pero ella... Brillaba por su ausencia.
En esa semana el rubio no habló con el moreno, ni siquiera en los pasillos de su escuela lo miraba, era como si Jungkook hubiera dejado de existir.
Era por eso que este se encontraba triste, y un poco desolado. Hope había hablado con él el lunes, pero fue una corta conversación y de ahí que no se habían visto más.
Los amigos de Jungkook podían notarlo, y el castaño sabía muy bien que lo hacía. Ya que le preguntaban casi siempre por como estaba, si necesitaba algo, si podían hacer algo, si era por el colegio, si quería algo, etc. Y todo tenía dos respuesta, su familia, y el rubio.
Extrañaba a su padre y a Busan, quería volver, e incluso a veces deseaba no haber ido a Seul nunca en su vida, o conocer a Jin.
Al comenzar la otra semana, el lunes para ser exactos, pudo respirar tranquilo, ya que no iban a hacer gimnasia, significando que no iba a ver a Gd o Taeyang, pero no podía cantar victoria tan rápido.
Su profesora de artes corporales, CL, como se hacía llamar, mandó a Jungkook a quedarse un poco después de clases para que la ayudara con la ornamentación y la puesta en escena de la clase de actuación.
Cuando llegó a la sala donde Jin y sus amigos fumaban y bebían, pudo notar una pared gigante de cartón, y pintura blanca a sus pies.
- Jungkook, que bueno que llegas –Dijo Cl al entrar a su sala. –Voy a traer a un chico que lo deje en detención, y este te ayudará, ya que es bastante lo que me tienes que pintar – Y con una sonrisa se fue, pero antes se asomo por la puerta –Muchas Gracias, Jungkook, siempre puedo contar contigo –Guiñó su ojo izquierdo y se fue directamente a otro lado.
El moreno se había puesto la capa que le prestó su profesora y comenzó a pintar, su mano pasaba de arriba a bajo con la brocha, y la capa blanca estaba quedando perfecta en el gran cartón.
Se sobresaltó y su corazón comenzó a palpitar fuerte al sentir un brazo pasar por su cintura, el pecho de alguien contra su espalda y los labios de alguien posados en su oreja.
-Así que tu eres la mascota de CL –sintió sus manos sudorosas y sus mejillas calentarse por la aproximación de Jin contra él, el aroma del rubio pasó fuertemente contra las fosas nasales del moreno, dándole el placer de sentir la exquisita esencia, la respiración de Jin era la perdición de Jungkook, el menor podía sentirla contra su oído, creándole diferentes sanciones y escalofríos recorriéndole por su cuerpo.
-Jin... Me... Me asustaste –Dijo esté cuando el rubio se alejo de él, con una sonrisa malévola en la cara, tomo la capa para cubrirse de la pintura y tomo otra brocha.
-Te veías tan inocente aquí, que tuve que hacerlo –Murmuró, con una sonrisa completamente abierta, dejando que Jungkook tuviera el placer de poder verle sus encías y sus pequeñas arrugas que se le creaban en sus ojos. "¿Cómo es que es tan hermoso?" Pensaba el moreno.
-Jajajá, muy gracioso Jin–Se burló sarcásticamente, y al segundo se arrepintió, no podía ver la cara del rubio ya que había comenzado a pintar, pero... Tenía miedo de que hubiera tomado esa burla en una forma ofensiva, por el simple hecho de que con Hope era todo muy relativo y todo el mundo sabía que este era demasiado impredecible.
-Lo fue –Dijo finalmente, volteándose para ver la cara de Jungkook, y este se sorprendió al ver que aun seguía con esa matadora sonrisa. El moreno pudo respirar tranquilo y el ambiente se volvió cómodo rápidamente.
Tomó nuevamente su brocha, fue al otro extremo del cartón, pintando más lento que antes, ya que quería a Jin un buen rato al lado de él, y este al parecer tampoco hacía un trabajo muy rápido.
Cuando ya estaban casi al lado del otro, Jin se encargaba de la parte de arriba y Jungkook de la parte de abajo.
-Oops –Dijo el rubio, cuando tiró un poco de pintura en la cara de Kookie, a este le había llegado justo en la punta de su nariz –Lo siento –Se disculpo con una sonrisa entretenida en su rostro, el castaño se rió también, tratando de que su sonrisa no se notara, creó un puchero y una mirada de ofendido, fallando drásticamente. –Ow, ¿quieres llorar? –Habló Jin con su sonrisa aun en el rostro, se acercó más al moreno –Te daré un motivo Kookie–Y al terminar esa frase, puso la brocha llena de pintura en la cara del menor, pintándolo completamente.
El rostro del mayor no podía haber sido más hermoso, sus ojos brillaban de la diversión, y Jungkook quería morir de la felicidad de ver al rubio en ese estado, tan diferente al frío, apático, indiferente y calculador Jin. Este era Jin, el hermoso, divertido, juguetón, travieso y alegre Jin.
El menor no se quedó atrás y trató de pintar al rubio, pero este se abalanzó sobre el, dejándolo en el suelo, aun riendo a carcajadas pintó más a Jungkook, y este aprovecho ese momento para pintarle la el rostro, siguiendo con el juego el rubio tomó una mano de Kook y la puso al lado de su cabeza, mientras que la otra no paraba de pintarlo, el moreno también seguía con el juego, dejando el rostro de Jin tan blanco como el de él.
-¡¡¿Qué haces Jin?!! –Gritó CL, este paró de reírse rápidamente y los dos miraron a la profesora.
-Solo jugábamos prof... -Trató Jungkook
-SAL, AHORA –Le dijo al rubio, tomando el brazo de Jungkook para pararlo. -¿Estas bien? –Preguntó
-Sisisisi, solo estábamos jugando, no hay de que preocup... -Y antes de poder terminar la frase, el mayor se fue de la sala, tirando la capa y la brocha al suelo violentamente.
-No te preocupes por él, le daré su merecido.
-NO! –Gritó el castaño –No, es verdad lo que digo, por favor no haga nada, solo nos divertíamos –rogó –Ahora, si me disculpa –Se sacó la capa y dejó la brocha en el borde del tarro de la pintura, se inclinó para despedirse y se fue corriendo a donde el rubio se había dirigido.
Llegó al baño donde Jin y sus amigos iban. Al abrir la puerta vio al rubio con su cara completamente mojada y limpia, no tenía ni una mancha blanca en su piel.
-Jin –Dijo Jungkook, jadeando por la repentina corrida que ejecutó para llegar allí.
El rubio lo miro, y en ese momento, Jungkook escucho una risa salir de su garganta, como queriéndola retener, pero fallando intensamente, finalmente Jin se rindió, llegando a lagrimar por la risa que no paraba de salir de su boca, para los oídos del castaño era una melodía completamente desconocida y hermosa.
-¿De que te ríes? – Jin comentó con una voz de sollozo, haciendo un mohín, pero aun así la diversión estaba al borde de hacer sonreír al moreno.
-Tu cara... -Decía mientras reía –Esta... llena... de...pintura... -No pudo cohesionar bien toda la frase, sus carcajadas podían hacer eco en el baño, el castaño estaba sintiendo otro tipo de placer, el placer, el deleite de ver reír al hermoso de Jin.
Jungkook se acercó al rubio y se miró al espejo, en verdad estaba lleno de pintura, lo bueno es que no estaba seca, sino que bastante fresca, ya que era hace unos minutos que Hope lo había pintado.
-Ven –Dijo el rubio entre risas, Jungkook se acerco y este le tomo el rostro. –Tienes unos lindos labios Kookie–comentó Jin, sonriendo pero algo más serio que antes, la frase hizo que el castaño sonrojara al máximo, bajo la vista por la vergüenza, pero el mayor no lo dejó. –Si te sonrojas no se notará Jungkook, estas repleto de pintura –Murmuró, algo más serio que la vez anterior, pero siempre manteniendo esa sonrisa que hacía que Jungkook muriera del estremecimiento que le causaba.
Seguía con una mano en el rostro de Jungkook, y sus ojos jamás, pero jamás dejaron la vista del moreno, y este tampoco dejo los del rubio. El mayor abrió la llave del lavamanos dejando un hilo de agua pasar por una mano, la acercó, frotando su mano con la piel del otro, limpiando suavemente, tan delicadamente que Jungkook pensó que Jin creía que el moreno era de vidrio.
El pulgar del rubio pasaba peligrosamente por el rostro del otro, dejando un rastro de fuego con cada caricia. Pasó por sus mejillas, por su frente, por su nariz, por su mandíbula, por su barbilla, sin dejar nunca su mirada en la del otro. Al llegar a su boca, el pulgar se sentía caliente contra los sensibles labios del castaño, Jungkook cerró los ojos mientras sentía la mirada de Jin en él, y ese tentador pulgar que pasaba por ahí.
- Jinnie–Sollozó Jungkook, quería más de Jin, quería más de él, quería tocarlo, quería besarlo, quería unirse con él, ¿era mucho pedir?, Si, el rubio era demasiado para el pobre castaño. Extrañaba todo de él, hace una semana que no hablaban, y Jungkook se sentía desolado por el indiferente rubio. Pero este no era Jin, era Jinnie, el juguetón Jinnie.
Seguía con lo ojos cerrados, podía sentir como el mojado pulgar se alejaba de él, al abrir sus ojos, se encontró con los de Jin, con la vista pegada en el, con esa mirada de rayos-X, que hacían vibrar a Jungkook por todas partes.
-Eres peligroso, Kookie –Murmuró, más para él que para el mismo castaño, se inclinó y besó finalmente al moreno. Este respondió la caricia al momento exacto que Jin abría los labios, dejando que sus lenguas se encontraran en el aire, fuera de sus bocas, dando un escalofrío a los dos jóvenes que compartían ese sensual acto.
El rubio empujó a Jungkook contra el lavamanos y lo tomó por sus nalgas, haciendo gemir al último. Al alzarlo lo dejó sentado en el lavamanos, el moreno sintió como se mojaba un poco su pantalón en su trasero.
- Jinnie, me gustas mucho –Se sinceró Jungkook entre besos y lenguas, sintió como e rubio sonreía contra su boca, y el ultimo lo beso más fuerte y más apasionado, dejando al menor un poco fuera de lugar, el acto se estaba volviendo cada vez más ardiente. Sintió como su sangre iba directo a la parte de debajo de su torso, su entrepierna le comenzó a doler, al sentir su erección contra el pantalón de colegio, pudo sentir que Jin estaba sintiendo lo mismo, ya que sus piernas estaban separadas y entre medio estaba la pelvis del rubio, frotando su rigidez contra el otro.
El pálido muchacho fue al cuello del moreno, y ahí comenzó a succionar fuerte.
- Jin! –suspiró Jungkook, sintiendo como el ardor llegaba su cabeza y pasaba por todo su cuerpo, hasta acumularse en su entrepierna.
-Quiero... -Susurró el rubio contra el oído del castaño -...Que seas... -continuó, llevando una mano a la erección del menor, tomándolo por sorpresa y haciendo que el ultimo gimiera en placer –...Mío.
-¡Oh, Jinnie! – Jungkook gimió fuertemente, creando eco en el baño, "ya soy tuyo de pies a cabeza" El rubio siguió frotando su mano contra el levantado pantalón del moreno.
-Pero... -Siguió este, quitando su mano del castaño, este entrando en cordura mirándolo extrañamente –No ahora –Comentó, alejándose del menor –No aquí –Siguió, caminando a la puerta, dejando al moreno sentado en el lavamanos –No así –susurró al ultimo, saliendo del baño, abandonando a un ardiente, candente y llameante Kookie en el baño.

El día miércoles Jungkook fue a la biblioteca para poder investigar más acerca de los peces del mar, la clase de Biología por fin se estaba volviendo más interesante.
Al llegar allí se encontró con un dormido Jin al final de la sala, recostado en una mesa, con su pelo cayendo levemente en sus brazos que resistían el peso de su cabeza, su rostro estaba incrustado en el orificio que se hacía al cruzar sus extremidades.
Jungkook se sentó frente de él, tratando de no hacer ruido, dejó sus libros de biología al lado, abrió su cuaderno y comenzó a estudiar. Habrán pasado unos 20 min, y el rubio aun no despertaba, era una suerte que era el recreo de almuerzo, ya que les daban una hora para poder comer adecuadamente. Seguía estudiando y dándose cuenta cuan oxidado estaba en las materias, ahora que su mente estaba generalmente en Jin, su vida estaba cambiando, experimentando, su vida daba vueltas.
-¿Jungkook? –Preguntó Jin, su voz estaba más ronca de lo normal, aun con su cara en el agujero.
-Si –Respondió el moreno, ¿Cómo es que lo había conocido? -¿Cómo sabes que...
-Tu aroma lo puedo sentir a metros de distancia Kookie –Dijo el rubio "¿tengo aroma?" Jamás en su vida había pensado que tenía aroma, si se ponía desodorante antes de salir de su casa, y cuando se bañaba, pero no usaba ningún tipo de colonia, no le gustaba generalmente el olor de estas en él, pero era una historia totalmente diferente a Jin, este usaba un perfume demasiado exquisito para las fosas nasales del moreno, pero aun así, el rubio tenía una esencia completamente de él, ningún químico interfería en esa fragancia.
-Jin, yo no me pongo perfume –Respondió el castaño, un poco fuera de si, aun no podía entender que el rubio pensara que usaba alguna fragancia.
-Lo sé –Dijo este, aun con su rostro tapado –Eres tu Jungkook, eres solamente tu que puedo sentir a metros. –murmuró finalmente, esto le cayó como una caldera al cuerpo del moreno, la corriente le atravesó el cuerpo, su corazón comenzó a palpitar rápidamente y sentía como su sangre iba a sus mejillas.
-Jin... -
-Me gusta tu olor corporal –Se sinceró el rubio, levantando su mirada y encontrándosela con un sonrojado Jungkook, este último sentía como las mariposas se convertían en fuegos artificiales, Jin se veía hermoso con su pelo dorado desordenado y sus ojos tratando de adecuarse a la luz. Aparte del comentario desvergonzado del rubio, el castaño estaba en el séptimo cielo "en verdad le gusto algo, debo, tal vez, aunque sea un poco" se alegró Jungkook al pensar tan positivamente, si Jin le decía eso era por algo ¿no?
-Ji...
-Dime Jungkook –continuó, interrumpiendo al castaño -¿Qué harás hoy en la noche?
-Hoy... -El moreno miró al cielo para recordar que haría, y se dio cuneta que no tenía nada preparado, ya que era un día de semana. –Nada.
-¿Quieres que te muestre otra parte de mi mundo Kookie? –Preguntó Jin, con sus ojos brillando, a Jungkook se le paró el corazón, ¿otra parte del mundo, eh?, ¿qué podía ser?, el moreno ya había visto bastante, y no era mucho de su gusto. Pero.... Este era Jin que se le pedía. Que se lo proponía, que se le había una puerta.
No podía declinar una oferta como esa.
-Si –Respondió este, con una voz sorprendentemente más ronca por la excitación que estaba sintiendo.
-De acuerdo –Dijo este, parándose de su silla y alcanzando su bolso, llevándolo a su hombro –Ven a la pileta principal de la plaza de Seúl, cerca de donde vives, a las 12 de la noche. –Y antes de irse pasó un pulgar por la barbilla de Jin, levantándole la mirada, que bastante roja se encontraba –No me gusta esperar Kookie –Se fue.  

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Hola. 🌚🌚🌚
Actualice por fin me extrañaron ?
No?  Bueno. 😢😢😢

Gracias nuevamente por su apoyo
Espero que no tengan ganas de matar a jin (todavía)  por que faltan muchas cosas mas. 🌚

Voten y comenten
No sean ratas. 🐭🐭🐭

L@s adoro. 😘

BAD BOY - JinkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora