CAP. 1

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-- ¿Pero porqué pones esa cara? ¿Es que no estas feliz de venir a visitarme?

--¿Es que, por qué tuviste que irte, Makoto?... Aquí se te echa mucho de menos...

-- "Aquí estoy bien, estoy mucho mejor que allá. Toda mi familia está aquí... No estoy solo."

-- Pero, ¿Y yo? ¿Donde quedo? Creí que íbamos a ser inseparables y ahora... Vas a estar tan lejos... Contigo uno reía hasta quedarse sin aire, se la pasaba demasiado bien.

-- "Ah, no estas solo, tienes a Rin, con él también puedes hacer lo mismo que conmigo."

-- No es lo mismo... ¿Sabes quien más te extraña?, Sousuke... No ha dejado de hablar de ti... Está destrozado.

-- "Algún día va a superarme, al igual tu... Esta es una buena oportunidad para ser amigo de otras personas, ¿No crees?"

El pelinegro juega con las flores de un pequeño ramo.

-- Yo no quiero otros amigos, yo te quiero a ti...

Sonríe leve. "No seas idiota, yo siempre estaré aquí ara escucharte..."

-- Makoto...

-- "Dime..."

-- Te quiero.

--"... Y yo a ti."

Dejó el ramo de flores en aquel florero junto a la lapida, limpió algunas hojas secas que se encontraban en aquella tumba, se levantó y se fue, esperando volver a tener fuerzas para volver ir a la que es la ultima morada de su amigo algún día.

Lo conocía tanto que ya sabia las respuestas que daría... Y es que no es ara menos cuando se llevaban 15 años conociendo. Aquel moreno de verdad pensaba que estaba ahí, aunque solo hablaba consigo mismo en su mente... Sentía su presencia... 

El de ojos rubíes esperaba afuera del cementerio porque sabía que Haru debía hacer eso solo, lo necesitaba.

Su corazón estaba dolido, pero no imaginaba cuan destrozado estaba el de Haru al enterarse de la noticia. Una vez que lo vio venir se quitó los lentes y le abrazó con mucha fuerza, tratando de reconfortarlo.

—El está bien.

 Sabía que lo que diría le dolería al otro más que lo que ocurrió, pero no podía dejar de pensar en su amigo, en la persona que más lo quería a pesar de ser un completo idiota, y el que logró ser su mejor amigo...

No reaccionó ante el abrazo, sus manos siguieron colgadas a sus lados y solo recargó su cabeza en el hombro del pelirrojo.

-- Yo... Quiero irme con él... -- Dijo con voz seria y a la ves deprimida y cansada.  

Una punzada llegó a su corazón como si le hubieran disparado, no le gustaba escuchar a Haru decir eso, ¿acaso Rin no le importaba?

—No digas eso, a Makoto no le gustaría que lo alcanzaras allá. Estoy seguro de que se enojaría y diría algo como "Se supone que ibas a nadar más, Haru-chan".. O.. Algo por el estilo..  

Mientras aquellos hablaban un auto se aparcó junto al de Rin ese auto era el de Sousuke, que llevaba un traje negro. Vio a aquellos hombres y entonces se acercó, para hablarle a Haruka.

-- Íbamos a casarnos... Íbamos a ser felices... ¿Por qué lo arruinaste?

El azabache más bajo abrió sus ojos.

-- S-si no le hubieras dicho que fueran al cine... S-si no le hubieras dejado manejar... ¡¡!Él seguiría aquí!! -- Gritó, mientras las lagrimas se aseaban por sus mejillas -- ¡Es tu culpa! -- Sus amigos, Nitori, Momo y Rei lo obligaban a quedarse donde estaba y a no acercarse a Haruka, porque eso que'ria hacer, acercarsele y golearlo hasta matarlo... Luego él mismo cayó, arrodillándose en el suelo y llorando desconsoladamente. -- M-makoto... M-mi Makoto...

El pelinegro no se movía, sus manos temblaban y su rostro aún se veía sorprendido... Sorprendido de lo que acababa de escuchar...

-- L-lo siento... -- Dijo casi en un susurro, y sus lagrimas comenzaron a brotar.  

Abrazaba a su prometido como si temiese que se lo robaran. Sus ojos estaban llenos de lágrimas pero no permitía que salieran. Tenia que ser fuerte por él, tenía que ayudarlo.

El auto de su mejor amigo aparcó frente a ellos, al principio no tuvo problema en estar allí con él, después de todo también a él tenía que darle apoyo. Pero apenas escuchó sus palabras fue y le dio un puñetazo en la mejilla izquierda.

—¡¿Que mierdas te pasa, imbécil?! ¡Esto es su culpa, bien pudo sucederle a cualquiera! —Intentó calmarse porque esa escena no quería hacerla frente a la tumba de uno de sus más preciados amigos.

—Esto.. No es culpa suya. Le duele igual o incluso más que a ti. Te duele, lo sabemos.. Pero gritarle a Haru no hará que Makoto vuelva..

S: Claro.. ¡Ponte del lado de tu novio!

R: ¡Me pongo del lado de quien es inocente! Si fueses tu el acusado te defendería.. Y lo sabes, ¿no es así?

S: —.. Lo extraño..

R: —Todos los extrañamos..  

Mientras aquellos discutían el pelinegro de verdad comenzaba a convencerse de que era su culpa. Claro está, el castaño le había negado la invitación y él le insistió... Su corazón dio un vuelco.

-- R-rin... Q-quiero irme a... a casa...

Luego de un momento el pelirrojo lo acompañó al auto, el moreno pasó por un lado del otro más grande y puso su mano en el hombro ajeno.

-- N-no quise hacerlo... -- Luego de aquello él simplemente entró al auto, sintiéndose peor de lo que ya estaba.

Llegó a su casa, y el pelinegro fue apurado a su habitación. -- E-el baño. -- dijo para si mismo.

Se lavó la cara con agua fría, y luego osó su mirada a las navajas de afeitar que habían en el baño...

Sabía que él era el culpable, y a pesar de que con eso que tenía pensado hacer no iba a volver Makoto, al menos moriría el que tenía que morir de verdad...  

UNFORGIVABLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora