Tales of the World: Fareph's Adventure (fanfic)

Capítulo IV: Tenebrae

Ya llevo meses viviendo aquí, en Baladur. Y sigo sin recordar nada. Ni de dónde vengo, ni qué hago aquí o cómo llegué o quién me trajo aquí. Nada. Superé el entrenamiento de Yuri y eso, pero sigo con las katanas de madera. En las misiones de iniciación no pagaban nada. Mi horario actual es: salir de la cama, ducharme, vestirme, salir a correr, desayunar, ir a clase (sí, en este sitio hay escuelas, institutos y universidades, por desgracia. Aunque es una desgracia agridulce, porque tengo unos compañeros de clase que están para comérselos...), tras salir de clase, ir a casa a comer, y después, trabajo (me cogieron como cocinera en un meid latte) o si tengo descanso del trabajo, ir al gremio a hacer misiones. Y tras esto, volver a casa, cenar y a la cama. Mis días están repletos de entretenimiento y diversión. Y lo mejor: todos los días son notablemente diferentes, así que nunca me aburro. El mercado de Baladur son todos los jueves y está puesto únicamente por la mañana.

He conocido, gracias a Yuri, a un montón de gente la mar de interesante. Pero ahora tengo pequeños problemas que tienen que ver mucho con mi corazón. El primer problema es Saleh, un hombre de 24 años que es el gerente del café en donde trabajo por las tardes... y más personas, como Kratos. Algún día narraré cómo llegué a ésta situación. Pero el caso es que me pongo muy nerviosa con este tipo de gente. Más cosas... un día, encontré a una niña llamada Presea que no la dejaban hacer casa y no tenía dónde vivir, asíque me presté a compartir hogar con ella y ahora vivimos juntas. La gente de aquí es muy amable, debo tomar ejemplo de ello. Presea es muy maja y la madera que llevó a la aldea ese día la está aprovechandola para hacer los muebles de la casa a cambio de hacerle el favor de darle hogar para vivir a ella. Nos llevamos estupendamente bien, ya la considero mi mejor amiga de aquí, es como mi hermana menor...

Logré hacer grupo de cuatro en el gremio y ya no voy sola a las misiones. Pero si me necesitan con algo, siempre acudo a ayudar. Y gracias a tener grupo, puedo ir a misiones algo más avanzadas que si fuera yo sola. Todo sea por crecer rápido en este mundillo dado que aspiro a tener títulos nobiliarios y que me aclamen todos como heroína salvadora o algo así. Son metas que me he autoimpuesto conseguir y sé que con esfuerzo lo lograré. ¡Aunque acabe sudando sangre!

Luego... recuerdo que en el Festival ocurrieron también cosas... Quizá eso fuera el preludio a lo que está ocurriendo ahora, no sé... Resulta que desde ese día a esta parte, me he sentido también muy inquieta. Esa sensación que se tiene tan incómoda de cuando crees que hay alguien o algo siguiéndote en las sombras a todas partes y te controla cuanto puede... Tengo muy malestar por eso. ¡Hoy salí a la calle como cada día y ya me sentía vigilada! Podría dar la cara el muy cobarde... Pero no, debo hacer mi vida con esta extraña presencia...

-¡Hola! - Saludé al llegar al trabajo del café.

-Buenas. - Me respondieron mis compañeros y jefe. Saleh... ya estaba nerviosa otra vez. Doblemente incómoda. Genial... Al salir del trabajo, ví una especie de gato en un árbol. Parecía estar dormido. No quise despertarlo, así que caminé hacia el gremio.

-Fareph Nairel... ¿Vas al gremio de nuevo sin equipo adecuado a cazar monstruos? Es inconcebible... ¿Cómo te las apañas para sobrevivir así? Ni siquiera eres capaz de sentir el maná y usar Artes... - Oí una voz tras de mí, en un tono solemne, serio y educado. Me giré un poco y ví de pie en la rama del árbol al gato. ¿Había hablado él? Imposible...

-Esto...- Balbuceé. - ¿Un gato que habla? - Pregunté, extrañada.

-Oh... No me digas que no me reconoces... Soy Tenebrae, ¡el que te trajo aquí! - Exclamó, como si él sí me conociese a mí. - ¿Por quéno me recuerdas? Esto es... extraño. Hm... - Se puso a pensar. -Claro, debe ser eso. No me recuerdas porque en tu mundo de origen no existía la magia y al no criarte entre ella, el monolito liberó mucho maná de golpe y te dio de lleno... Y eso tuvo este pequeño efecto secundario en tí. Vaya...

-¿Mi mundo? ¿No pertenezco a éste?

-No; tú eres de la Tierra. Viniste aquí por... algo que está empezando a completarse.

-¿El qué? ¿Te importaría hablar claro?

-Sí, será un placer. Una chica llamada Martel quería que alguien ocupase cierto trono. El trono a nuevo rey de los monstruos. Y a tí, Fareph Nairel, te ha tocado la lotería. Pero eres humana y no monstruo, asíque tu forma de lograr poder elemental va a ser otra distinta a lo convencional... Cada persona de los gremios tiene un elemento base. Cuanto más afín seas a esas personas, más poder tendrás. Necesitamos amistad y amor puros para que los Templos Elementales sean creados. Una vez eso esté hecho, centuriones aparecerán en su templo correspondiente. Y el mundo tendrá el perfecto equilibrio. De lo contrario, todo empezará a deteriorarse hasta morir. Y por eso estás aquí: eres el engranaje principal de este mundo. Un ente muy poderoso que controlará todo el mundo y cuidará el equilibrio... sólo cuando obtengas el trono. Y por lo que veo, ya has empezado tu trabajo. Te gusta ese hombre... Saleh, ¿verdad?

-¿Q-qué? ¡Claro que no! - Respondí, poniéndome roja al recordar algo que ocurrió hace unos cuantos días atrás.

-¡Anda que no! Pero si estás roja... Sé que le amas. Así como amarás a un montón de gente más... Te necesitamos para salvar este mundo, a fin de cuentas. No nos falles, por favor... Aparte, si no cumples con tu parte, jamás volverás a tu mundo de origen. Y en tu mundo, puede que no lo recuerdes ahora, pero te comprometiste a ayudarnos. ¿Ahora vas a incumplir tu palabra? ¡Qué humana tan descarada!

-Una promesa... No, las promesas son muy importantes para mí. Colaboraré... ¡Te lo vuelvo a prometer!

-Sí... Eso es. Me encanta tu mirada, chica... Bien, se acabó el seguirte ycontrolarte. Te dejaré a tu aire. El mundo tardará en notar su muerte años... Así que, tiempo, tienes. No va a haber el apocalipsis de golpe... - Dijo. Luego, se rió. Y desapareció.

Me quedé pensativa con toda la información que me confesó Tenebrae. Pero ello no va a dejar que pare mi vida. Retomé mis pasos y fui al gremio de cabeza, elegí misión y me reuní con mi grupo para cumplir el trabajo.

-FIN-