La Cabaña

La Cabaña Treceavo Capitulo

*****Treceavo Capitulo*****

Nadie decia nada, nadie contestaba mi pregunta. Los gemelos se miraban entre ellos, teniendo una conversacion secreta, cuando sus ojos calleron en mi, Willy hablo primero, “Zunny, te juro que no soy yo,” me miro directamente a los ojos. 

“Tampoco soy yo,” se defendio William.

Empuñe mi mano, arrugando el pedazo de papel. “¡Pues, quien sea! Los recados misteriosos tienen que parar.” 

Me levante del sofa dejando a todos atras y me dirigi a mi cuarto. Escuche pasos detras de mi pero no me moleste en voltear. Entre a mi habitacion y deje la puerta abierta, me lance en la cama y escuche la puerta cerrarse detras de mi. 

“No te estreses Zunny, solo ignora los mensajes.” su voz se escuchaba calmada. 

“¿Como se supone que no me estresare con algiuen dejando amenazas en mi cuarto?” 

“Es solo una broma, ¿Quien en esta cabaña querria hacerte daño?” me pregunto sentandose en la cama. 

Marcos tenia razon, todos eramos amigos ¿Quien me podria hacer daño? El problema era que habia algo que no cuadraba, como una pieza suelta en un rompecabezas, pero no sabia que era y no podia evitar sentirme amenazada, vigilada. 

Suspire y tire el papel debajo de mi cama, “Tienes razon, es solo que no puedo dejar de pensar en ello.” 

“Ta vez deberia ayudarte a mantener tu mente en otro lado.” sugirio Marcos seductivamente. 

Una sonrisa se formo en mis labios, “¿Y que sugieres hacer para distraerme?” pregunte bateando mis pestañas. 

Marcos se encogio de hombros, “No lo se, vamos por ahi a darnos besos.” 

Levante una ceja expectativamente, “Interesante tu propuesta,” le dije poniendo los ojos en blanco. 

Marcos fruncio, “¿Que? ¿No es eso lo que los novios hacen?” 

“Si, eso tengo entendido.” 

Marcos me mostro su sonrisa sexy, ¿Por que no habia notado antes lo lindo que era Marcos?

“¿Que dices entonces? ¿Vamos a perdernos un rato al bosque?”

Mire afuera de la ventana, apenas comenzaba a oscurecerse, me mordi el labio, ¿No seria peligroso el bosque de noche? Regrese la mirada a Marcos quien estaba dandome una carita de cachorro suplicante, rode los ojos, “Esta bien” dije levantandome de la cama, “Pero no por mucho tiempo, Dios sabe que criaturas hay en el bosque.” 

Marcos sonrio de oreja a oreja atrayendome a sus brazos, “¡Eres la mejor novia, Zunny!” dijo dandome una vuelta en el aire. 

Rei tontamente, “Lo se, lo se.” conteste arrogantemente y casi pude imaginar a Marcos rodando sus ojos. 

Bajando las escaleras nos encontramos a Axel, “¿Van a algun lugar?” nos pregunto. 

“Vamos a caminar un poco.” contesto Marcos. 

Axel me miro por un momento, “Zunny, necesito hablar contigo. ¿Podemos hablar cuando vuelvas?”

“Por supuesto” le conteste. 

Una vez fuera de la cabaña, nos adentramos en el bosque. Marcos enredo su mano en mi cintura e inclino su cabeza para besar mi cabello, “Mmm Zunny, hueles tan bien.” dijo en un murmullo. 

Comenzo a trazar un camino de besos desde mi sien hasta la linea de mi quijada y de regreso a donde comenzo. Enrede mis manos en su cuello atrayendolo hacia a mi, queria sentir sus labios sobre los mios. Pero al parecer los planes de Marcos eran otros, porque sus labios trazaban cada centimetro de mi rostro excepto mis labios. Despues de unos minutos de tortura sin besar mis labios, me empujo suavemente contra un arbol. Tomo mi menton e inclino mi cabeza hacia atras, dandole acceso total a mi cuello. Mi piel ardia con cada beso que me daba, era una sensacion a la cual me estaba acostumbrando rapidamente.