cap. 3: esto no le pertenece a kikyo (lemon)

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Kagome-: no lo haré (con un aire decidido) yo... Me alegra que no hayas estado con kikyo... Yo te quería... Sólo para mi.

Inuyasha-: entonces yo...

El hanyou estaba nervioso y aun se preguntaba por el ensordecedor silencio de la casa, kagome le miro con tristeza

Kagome-: mi familia se fue de viaje, cuando llegue había una nota que decía volvemos en una semana~ es como si ya no les importara

Inu recordó esos días de soledad desde que su madre había fallecido, esas noches de fiebre delirante, siendo perseguido por youkais que lo querían asesinar, esa horrible y espantosa soledad, no quería que su querida kagome la sienta, porque era muy dolorosa. Se agachó hacia la muchacha y la abrazó cubriéndola con su cálido cuerpo, kagome le devolvió el abrazo sintiendo un gran consuelo en los brazos del hanyou. Impulsivamente lo abrazó mas fuerte, avanzando hacia sus labios, lo besó. Este se sorprendió, sintiéndose algo raro, como... Apretado, nunca se había sentido así, al momento sintió un olor extraño que venia de kagome

Inuyasha-: kagome, esto es raro.

Ella se sonrojó enormemente, estaba muy mojada y el olfato de inuyasha era muy fino. Él reintentó quitarle su camisa, tenia miedo de que le dijera abajo, pero esta no lo hizo

Inuyasha-: estás segura?

Kagome-: si, inuyasha

Dicho eso, él se sacó su kimono rojo, iba a quitarse su kosode (camisa blanca), pero kagome lo tomó por sorpresa y se lo empezó a sacar, dejando una vista general de su torso.
Se volvieron a abrazar y se besaron, mezclando sus lenguas y explorando, ella se quitó su falda, inuyasha se sonrojó más al ver sus bragas, ella prosiguió desatandole su obi(cinturón), el híbrido se tensó sintiéndose más apretado, ella iba a sacarle su hakama (pantalón) pero él muy apenado le dijo que no con la cabeza, kagome, ignorándolo se lo quitó y se sorprendió al ver...

Kagome-: q...que...

Inuyasha muy apenado colocó sus manos tapando su miembro, kagome le miro extrañada y se echó a reir

Kagome-: ahora te haces tímido? Yo deberia ser la que tiene vergüenza (sonrojándose levemente)

Inuyasha-: n_no

Él se colocó encima de ella colocando besos húmedos en su cuello, descendiendo hasta sus pechos. Desprendió su sontén comtemplando sus redondos y perfectos pechos, los acarició, provocándole a kagome una especie de energía eléctrica en su espalda, él se volvía loco por los pequeños gemidos que esto le provocaba a la muchacha, luego descendió lamiendo sus pechos hasta su ombligo, kagome estaba jadeando, quería ser ella quien le diera placer al hanyou, así que agarró su cabeza, acariciando sus orejas, inuyasha gruñó del placer

Inuyasha-: ka...gome...

Ella no esperaba un te amo de su parte, conociéndolo bien. Creía que cierta sacerdotisa era superior a ella, pero se dio cuenta de su error al ver a inuyasha entregándose ante ella completamente indefenso

Kagome-: Inuyasha yo_

Inuyasha-: te amo, kagome

El hanyou continuó lamiendo, hasta llegar a ese lugar... Le quitó sus bragas con cuidado, metiendo su lengua en ese lugar del que provenía su olor, kagome gimió con fuerza el nombre del chico. Este se acomodó y empezó a penetrarla suavemente, ella se agarró fuertemente de su espalda, era muy estrecha y eso le provocaba dolor, él trataba de ir suave para no causarle dolor, pero era imposible, era demasiado grande, kagome empezó a llorar, esto alertó al hanyou y salió de ella

Inuyasha-: lo siento

Kagome-: no_

Inuyasha-: si esto te causa dolor entonces no quiero hacerlo

Kagome-: no me dolerá más

Le dijo la muchacha con una sonrisa cálida, la oscuridad que rodeaba la habitación no les impedía verse el uno al otro, inuyasha volvió a entrar en ella, kagome se aferró con más fuerza a su espalda, él, haciendo un poco de fuerza logró romper esa barrera, kagome gritó del dolor, que luego se convirtió en placer

Kagome-: inu.. yasha... Aaah. .yo... Te amo tanto

Yo también, mi pequeña

Esas palabras sonrojaron a la chica, él nunca se había mostrado así ante ella. El híbrido se empezó a mover más rápido, sin darse cuenta, kagome también se movía, estaban a punto de llegar a un orgasmo, se besaron con locura, sus gemidos se hundían en sus besos, con tanto cariño. Kagome sintió como algo tibio se derramaba en su interior, sintiéndose exhausta. Cuando terminaron ella se recostó en el torso de inuyasha, este la abrazó... Hasta quedarse dormidos.

Siempre Habrá Un Mañana (InuxKag)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora