Capitulo XXIII: Cinco años despues.

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______'s POV.

—¡José! deja de molestar a tu hermana— dije después de escuchar un fuerte grito de Andrea pidiéndole a su hermano que se detuviera.
Me coloque las zapatillas y corrí a ver a los niños.

—¡Mamá!— en cuánto Andrea me vio, corrió a abrazarme.—José no deja de jalar mi cabello.— Mire sus coletas deshechas y acaricie su pequeña cabeza.

—Ahorita vuelvo a peinarte ¿si?— ella asintió y secó las pequeñas lágrimas que escurrían por sus mejillas— Ahora baja a ver la televisión.— Abrazo a su osito de peluche y bajo saltando las escaleras.

—¡Ay José! ¿Qué voy a hacer contigo, hijo?— lo tomé entre mis brazos y baje las escaleras— No quiero que vuelvas a molestar a tu hermana ¿Escuchaste? — El sólo río y me abrazo.

—¡Papi!— grito Andrea mientras corría en dirección a la puerta.

—¡Princesa!— Jos entró por la puerta y tomó a la pequeña entre sus brazos y después la elevo.— ¿Cómo está la niña más hermosa del mundo?

—Bien papi— mi hija beso una de las mejillas de Jos. Mire la escena con una sonrisa en mi rostro. Se veían tan tiernos juntos.

—¿Por qué estás despeinada, Andie?— la pequeña volteo a mirarme, preguntando sí podía decirle a su padre lo sucedido y yo asentí.

—Es que José fue a mi habitación y comenzó a jalar de mis cabellos.— La pequeña sé abrazo del cuello de Jos.

—Eres muy travieso ¿que vamos a hacer contigo? — El pequeño José aplaudió y comenzó a reír.

Jos se acercó a mi y beso mis labios con dulzura, pero no fue por mucho tiempo porque las manitas de José en nuestros rostros causaron que nos separáramos.

—No, papá— negó José con la cabeza — mamá no.— Ambos reímos. Jos beso la cabeza del pequeño.

—Lo sé pequeño, tengo prohibido besar a mamá cuando tu estés.— Mi hijo volvió a reír. El era quién llenaba la casa de felicidad pues todo eran risas para el.— ¿Ya está todo listo, amor?

—Si Jos, sólo permíteme peinar a Andrea y nos vamos ¿si?—  El asintió y dejo a la niña en el sillón, yo le entregue a José. Y sé fueron a no se dónde.

—¿Mami?— preguntó mi hija mientras yo pasaba el peine por su cabello.

—Dime, Andie.

—¿Mañana conoceré a mi abuelito?

—Si nena, mañana lo harás.— sonreí.

Han pasado cinco años desde que nos mudamos a Australia. Desde entonces, lo más cerca que he estado de mi padre son las video llamadas por Skype.
Jos accedió a que fuéramos de vacaciones a México cuando Andrea le pidió entre llantos que quería conocer a su abuelo. Él ama a su hija y cumple todos sus caprichos. Pero no quiero decir que Andrea sea malcriada, al contrario, es la niña más linda, educada  e inteligente del mundo. Es muy parecida a mi aunque sus ojos y su sonrisa me recuerdan a Alan.

En cambio el pequeño José es asi, un mini Jos. Es muy travieso, risueño y cariñoso.

Australia es un país maravilloso, nuestra casa está a un lado de la playa y los niños adoran ir allí todas las tardes. Tendrán que desacostumbrarse por un par de meses, porque  en la Ciudad de México no hay playa, ni siquiera cerca.

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⏰ Última actualización: Nov 13, 2016 ⏰

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Eternamente (Alan Navarro, Jos Canela y _____)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora