Los Secretos del Agua

I

Emily POV

-Lili ya basta – suplique a mi mejor amiga mientras me resistía a montarme al avión.

-No seas infantil, será divertido- en menos de 5 minutos el avión al que me resistía entran despegaría junto con todos mis compañeros de clase durante los últimos 8 años de mi vida, no me malinterpreten los adoro, por lo menos a la mayoría, pero la idea de viajar a un lugar lejos de mis padres me aterra en verdad.

-Si no entras te juro que pediré ayuda, no queras quedar como la niña caprichosa que no quiere montar un avión ¿no?- me lo repetía Lili por tercera vez hoy. Y justo cuando pensé que nada podía empeorar apareció uno de los mejores cómplices de mi mejor amiga, Sebastián.

-Ni se te ocurra llamarlo- le grite a Lili mientras habría mucho mis ojos.

- ¡Sebastián!- grito Lili con toda el aire que tenía en los pulmones – ¿quieres ayudarme con algo... o más bien con alguien? – dijo mientras me señalaba con los ojos.

Sebastián es un chico alto, el color de su cabello me recuerda el color de la arena, sus ojos siempre me han dado ganas de tomar café, tal vez porque son color café. Desde que tengo recuerdos él siempre ha estado en mi vida, me guste o no, es mi vecino entrometido así que sabe todo lo hago, de alguna manera me gusta eso, es un gran amigo, una de esas personas con las que puedes hablar de todo y no te juzga, tal vez por eso es uno de mis mejores amigos.

-Será un verdadero placer- Sebastián se acercaba a nosotras lentamente, disfruta verme sufrir, mire a Lili la cual estaba reteniendo una gran carcajada, y cuando menos lo pensé Sebastián me tomo por la cintura y me subió a su espalda, intente de todo para soltarme, incluso creo que le deje algunos aruños, pero fue inútil, en el momento que mis pies volvieron a tocar el suelo estaba retenida en el avión por mis hermosos amigos. Al momento la voz del capitán sonó por los parlantes.

-Buenos días queridos tripulantes estamos a punto de despegar hacia Cartagena de Indias, el pronóstico es bueno por lo cual creemos llegaremos en 30 minutos o menos, espero tengan un excelente vuelo el día de hoy - dudo tener un vuelo, pero me resigno a recostarme en la silla y tratar de dormir por los próximos 30 minutos.

Cuando abro mis ojos otra vez ya estamos aterrizando en Cartagena, me aterra el estar tan lejos de lo conocido, y me aterra aún más el estar al cuidado de Lili, ella es tan atrevida, nunca mide sus palabras y es demasiado sincera, no me molesta pero a veces es demasiado.

-¡Despierta! Ya llegamos al paraíso- sus ojos verdes azulados están tan abiertos que me recuerdan un poco al mar de casa.

- Ya estoy despierta Lili – dije mientras me estiraba en la silla – solo vamos por la maletas y vámonos, esta ropa se está haciendo parte de mi piel - Lili soltó una gran carcajada, mientras se levantaba de la silla para después tomar mi mano y arrástrame por todo el avión.

Unos minutos después todos teníamos nuestro equipaje y nos dirigimos hacia nuestro hotel, el camino no fue muy largo, lo cual agradecí ya que de verdad quería cambiarme de ropa y tal vez intentar escapar de Lili. El hotel queda cerca de la playa la Boquilla, no es muy grande, con solo las 22 personas de mi curso la mayoría de habitaciones se llenaban, la recepción era bastante amplia, con algunos muebles en ratán y bastantes plantas, caminamos por un pequeño pasillo al aire libre que nos dirigió hasta un comedor, al lado se encontraba la piscina y al fondo las habitaciones. La profesora Carolina nos entregó las llaves de las habitaciones (obviamente Lili y yo compartimos habitación) y justo antes de poder correr a la habitación, otro de nuestros acompañantes el profesor Andrés nos detuvo para informarnos las reglas a seguir

-Bueno muchachos sé que quieren salir a divertirse, pero primero les daré algunas sugerencias.

- Quieres decir reglas- dice Sebastián mientras se apoya en la pared.

- Está bien, si quieren tómelo así pero es por su bien, comencemos; si van a salir deben decirnos a Carolina o a mí, lleven siempre su celular y todos ¡TODOS! Deben estar a las 10 pm en el hotel. Ya pueden irse.- miré a Emily y vi cómo junto con Sebastián tenían dibujada una sonrisa de malicia en sus rostros, los conozco. Esto no iba a ser bueno.

***

Holaaa 

esta es nuestra primera historia, fue una gran decisión subirla así que..

esperamos les guste.

Val y Yes.