Emily POV

Desperté en la playa empapada, a mi lado esta Santiago, que también esta empapado. No sé muy bien que pasó ayer o cómo llegamos hasta aquí, pero siento que algo cambio, en mí, en Santiago, en el agua.

-¿Estás bien? – pregunto Santiago con voz ronca, aun recostado en la arena.

- Eso creo, quiero nadar.

- ¿Estás loca? Creo que navegar toda la noche te ha hecho mal – dice Santiago detrás de mí. El sol esta algo fuerte y mi cabeza quiere explotar, pero de verdad quiero entrar al agua y nadar un rato.

Respira todo tiene una solución.

-Mi cabeza me está matando – digo mientras volteo para ver a Santiago de frente, todo esto es tan confuso e irreal.

-Tal vez deberíamos cubrirnos del sol y hacer refugio – ¡que se pare el tiempo! Acaso Santiago Molina dijo algo inteligente, tal vez el estar varados en esta isla no sea tan malo.

Empezamos a buscar algo para construir un refugio, mi cabeza amenazaba cada vez más con explotar, que no daría por un analgésico, todo me está dando vueltas, me siento enferma – bástate – extraño mi cama, mi música, mis libros, incluso extraño oír a Lili quejarse sobre mi manera "aburrida" de vivir.

Encontré algunas hojas que servirían, las arrastre hasta el lugar donde despertamos hace algunos minutos, minutos después llego Santiago con varias ramas gruesas, busque en el bote algo que pudiera servirnos, gracias a Dios encontré mi bolso en el fondo - claro todo esta empapado – mi celular esta arruinado pero logre salvar una barra de granola y la navaja que me dio mi padre cuando cumplí 16, en el bote también encuentro un pequeño botiquín.

-Se ve bien – digo mientras me acerco y veo el refugio improvisado que Santiago a construido, es bastante básico sin embargo nos servirá para un par de días.

- Gracias, ¿segura estas bien? Te ves bastante pálida – No solo veo mal sino que también me siento así, tengo muchas ganas de vomitar y siento como si muchos elefantes pasaran por mi cabeza.

Santiago se ve algo preocupado por mi estado, siento como mi cuerpo se debilita un poco más, él se acerca a mí un poco, siento como las náuseas se incrementan demasiado rápido hasta que no aguanto y vomito todo lo que mi estómago tiene - o tenia - encima de Santiago.

-Tomare eso como un no – Santiago se quita sus zapatos llenos de vómito – debes acostarte – me cargo como a un bebe y recostó en el refugio, mis ojos se cerraron poco a poco.

Estoy en un pequeño estanque, todo es muy hermoso pero me quedo mirando el agua del estanque, camino despacio hasta la orilla y salto hacia el agua, me quedo sumergida por un largo rato, sin moverme, solo dejando que el agua toque mi piel, decido empezar a nadar, nadar y solo eso, siento como si este fuera mi lugar, aquí abajo, sumergida en el agua.

Adelante veo algo que se mueve, todo se vuelve confuso, las imágenes pasan rápido, una aleta, un tatuaje de la marca de acuario, copas, un hombre de espaldas.

-¡Emily despierta! - Santiago grita casi en mi odio haciendo que pierda el hilo de mi confuso sueño. – Debes comer algo, ten – me extiende un pedazo de coco, logro ver por encima de su hombro que ha hecho una fogata y bajado bastantes cocos y plátanos, ya está oscuro por lo cual asumo que dormí más de 6 horas.

-Gracias – tomo el coco de sus manos y como un poco – ¿tu hiciste todo esto? Vaya – digo mientras señalo la fogata y las frutas, también veo que construyo algunos "refugios" mas.

-Has dormido toda la tarde así que decidí hacer algo más productivo, A mi padre le gusta acampar de una manera extrema. – al parecer noto mi cara de asombro y de incredulidad. - ¿te sientes mejor?

-Sí, creo que todo esto fue demasiado para mí, no suelo ser muy aventurera.

-Hay una primera vez para todo. – me levanto despacio y camino hacia la orilla.

- Voy a caminar un rato. – le digo a Santiago mientras camino por la playa.

- Te acompaño – él se acerca a por detrás – lo más posible es que te pierdas si vas sola. – eso ultimo lo dijo con un todo de arrogancia.

- Prefiero ir sola – le digo algo irritada, creo que el Santiago arrogante está volviendo.

- Creo que va a llover, he visto algunos relámpagos ¿sabes? – su tono habitual de idiota está volviendo.

-Eres un idiota – subí a una roca y seguí caminando hasta la orilla.

- Que linda – Santiago me sigue por atrás y volteo para verlo de frente, ahora camino hacia atrás.

- ¿Sabes? Estoy bastante cansada, y esta no es precisamente la manera en la que quería empezar mis vacaciones.

- No creo que debas seguir caminado.

- Y si sigo ¿Qué? – justo cuando termino esa oración, resbalo y caigo en el agua, intento nadar hacia arriba, pero algo me jala hacia el fondo, volteo para ver que me jala, algo se mueve delante de mi muy rápido, una aleta, cabello castaño, lo sigo con la mirada pero es demasiado veloz, en una última vuelta logro ver con claridad la figura frente a mí, solo logro intentar gritar, el asombro es demasiado.


Los Secretos del AguaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora