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Miro por la ventana de la camioneta como cae la lluvia rápidamente y las pequeñas gotas que se estrellan en el vidrio dejando un camino en diagonal

-Ponte el cinturón, (t/n)

-No quiero—le respondo a Morgan

-Vamos—siento como me jala por mi brazo y me regresa a mi lugar, abrochando él mismo mi cinturón de seguridad. Miro el auto en oscuridad, con solo las luces del frente iluminando el camino recto que falta por recorrer, mamá enciende la radio y suena su canción favorita

-¿Falta mucho?

-Si cariño, falta mucho—me responde mamá—deberías dormir en lo que llegamos

Me quito el cinturón y me inclino hacia adelante, me apoyo en el asiento de mamá, cruzando a Morgan, viendo hacia el frente

-¿Qué son esas luces, mamá?—le pregunto señalando al frente pero no recibo respuesta— ¿Mamá?—giro mi rostro y me asusto, otras dos luces se acercan rápidamente de la derecha y mamá no frena ni acelera, solo sigue conduciendo, mirando al frente, con algo goteando de su barbilla

-¿Morgan?—miro hacia atrás, me quedo helada cuando veo como algo líquido empieza a salir de su cabeza— ¡Morgan! ¡Mamá!—la llamo asustada mientras regreso a mi asiento y empiezo a mover a Morgan por el hombro— ¡Mamá! ¡Morgan está sangrando!—escucho un fuerte sonido y siento como la camioneta se detiene de la nada, lanzándome contra el respaldo de los asientos delanteros.

Me levanto y quedo frente a Morgan incada, quien sigue sangrando del rostro, manchando el asiento, su ropa, el cinturón...lo llamo a gritos pero no reacciona, llamo a mamá pero tampoco me responde, la puerta del lado de Morgan se abre dejando entrar el viento y la lluvia, haciendo que la piel se me erice.

-¡Por favor! ¡Despierta!—le grito jalándolo de la camisa— ¡Tengo miedo, Morgan! ¡Despierta!—pero no se mueve, solo inclina la cabeza y empieza a gotear sangre mezclada con agua, el aire también sigue entrando revolviendo sus cabellos.

Alguien me toma por el brazo y me jala fuera del auto, me aferro a la ropa de Morgan con ambas manos

-¡No! ¡Morgan! ¡Ayúdame!—le grito mientras lagrimas empiezan a correr por mis mejillas— ¡Morgan! ¡Lo prometiste! ¡Morgan!—logran zafarme de mi hermano, veo como Morgan queda solo, sentado en el asiento trasero de la camioneta, con el cinturón puesto y la cabeza inclinada, la ropa machada y mojada, estilando agua de sus cabellos

-¡Mamá!—me fijo en el asiento del conductor pero no hay nadie, esta solo...

Suelto patadas y golpes a todos lados mientras grito con la esperanza de que me suelten y poder regresar con Morgan...de la nada todo se vuelve oscuro y el agua me rodea...no puedo respirar...algo me empuja por la cabeza y jala por mis tobillos hacia el fondo, muevo mis brazos, la cabeza, las piernas....nada me hace salir

-(t/n) —escucho a lo lejos— (t/n)—vuelven a llamarme—¡¡¡(t/n)!!!

-¡¡Morgan!!—grito mientras abro los ojos, reconociendo mi habitación a oscuras... un relámpago ilumina esporádicamente la habitación y suena un trueno a lo lejos, paseo la vista por todos lados mientras me incorporo en la cama, me rasco la nuca.

-Ugh...—exclamo al sentir el sudor, es cuando me doy cuenta que todo mi cuerpo esta bañado en este—fue una pesadilla—murmuro finalmente, tratando de consolarme, me pego a la pared y esta fría, cierro los ojos y trago, tengo la garganta seca, cuando vuelvo a abrir los ojos todo está a oscuras y la habitación es pequeña y esta vacía, con la mano toco la pared y esta rugosa, un pequeño hilo de una luz naranja aparece no muy lejos de mí en el piso, se abre la puerta encandilándome la luz que entra; coloco una mano frente a mí y escucho pisadas que se acercan amenazadoramente.

Al ritmo del aguaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora