Se despierta el sol, me siento mal, me siento bien.
Un huracán se apega a mi cama y de esta no me deja salir, mientras caen gotas de cariño sobre mi frágil, suave y dolorosa piel. Tu roce me duele, me contagia.
Este catarro no es más que tu magia.
Días pasando y el huracán persiste, todo el desastre lo erradicó en mi piel y en mi cama.La luna se come al sol, mientras tú besas mi piel.