Del invierno a la pecera y de la pecera a tus brazos.
Acabas de rodearme con tus preciosos y delicados brazos, pero sigo teniendo frío.
Siento tu corazón bombeando en mi espalda, es como si quisieras entregármelo en cuerpo y alma.Tu cabeza cae sobre mi hombro y es que un poco cansado estás.
Las horas pasan y pasan, y a ti te dan igual.
El sol se va alzando, los capullos floreciendo, la primavera está llegando, y yo he vuelto a nacer.
Gracias por cuidarme este tiempo, pero ya he de desaparecer.