Lip2Lip

64 8 1
                                    

Unas tijeras se movían con habilidad y precisión recortando una hoja donde se podían apreciar varias imágenes, que antes seguramente esa hoja pertenecía a una revista. La imagen de una pareja tomada de la mano era lo que se estaban encargando de recortar con mucho cuidado para que luego esa dicha imagen fuera apilada sobre otras que se encontraban desperdigadas sobre la pequeña mesa al centro de la sala; KyungRee se encontraba sentada al estilo indio en el suelo y frente a ella la mesa, a su alrededor se podían encontrar varias revistas, retazos de papel de diferentes colores, texturas y tamaños; pegamento, tijeras y marcadores de diferentes colores además de otras cosas que le serían útiles para decoración, ¿qué se encontraba haciendo para que necesitará todo aquello? Pues se encontraba agregando más imágenes a su peculiar cuaderno de recortes, cuaderno en el cual hacía varios collages donde plasmaba sus ideas y sueños, entre otras cosas, un hábito que poseía desde muy joven, más bien desde su niñez. Le gustaba hacer aquello para mantener en mente todo lo que deseaba o quería, una manera única de mantener en claro sus metas. Ese día se encontraba recreando un sueño en particular, uno que mantenía aún intacto.

Primer beso, se leía en letras de distintos tamaños y colores que había recortado con anterioridad para dicho fin, aquellas palabras se encontraban rodeadas de varias imágenes alusivas al tema formando un llamativo collage.

KyungRee ya poseía la edad de dieciocho años, aunque su edad era nula al compararse con sus acciones, aún poseía una gran inocencia para ciertos temas, aunque cabe mencionar no era ignorante. De todas sus amigas era la única que no había dado su primer beso, a pesar de haber tenido varias oportunidades para darlo prefirió aplazar ese hecho, ¿por qué? Desde muy pequeña soñaba con un beso de cuento de hada, como ella decía, aunque pareciera trillado quería que fuese especial y aún más que eso, que fuera con la persona indicada. No le importa que sus amigas se burlaran a veces de ese hecho, no importaba qué, ella nunca cambiaba su ideal, además la edad no era un factor que determinará lo que debía o no debía hacer, en ningún lugar estaba escrito que a cierta edad debería hacer ciertas cosas, así que ella hacía las cosas a su manera y tomándose el tiempo que deseara.

Se encontraba pegando cuidadosamente la imagen de un vaso con jugo de naranja en una de las esquinas de una página cuando fue interrumpida por el timbre, frunció el ceño cuando se dio cuenta que dicha interrupción le había hecho pegar mal aquella imagen; un suspiro se escapo de sus labios y decidió dejar aquello de esa manera para evitar hacer un daño más grande a su trabajo, con cuidado se puso de pie e inmediatamente varios retazos de papel se cayeron de sus ropas hacia el suelo además de sentir un hormigueo en sus piernas al haber estado tanto tiempo en aquella posición, ¿quién podría estar tocando el timbre? Se cuestionó a sí misma luego de escuchar aquel estridente sonido nuevamente, se tomó su tiempo para sacudirse la ropa antes de dirigirse a la puerta a paso lento a causa del hormigueo, aunque no abrió esta de inmediato, primero, decidió ver por la ventana a su visitante, pero lo que vio fue algo que no se esperaba ni en sus más remotos sueños, su pulso se aceleró y su respiración se quedo atorada en sus pulmones cuando vio a JaeHwan parado frente a su puerta, ¿qué hacía ahí? Colocó una mano sobre su pecho sintiendo así lo rápido de sus latidos, se alejo de la ventana e inhaló profundamente para tratar de calmarse, pasó la mano por su cabello y se ánimo internamente a sí misma antes de abrir la puerta.

En el momento que abrió la puerta se quedo inmóvil sin saber que hacer, aún más cuando el chico castaño le sonrió con amplitud mostrando su blanca dentadura, KyungRee sólo logro responder a la sonrisa antes de que el contrario pronunciará palabra alguna, seguramente la imagen de ella en ese instante podría parecer extraña... Por no decir que se sentía patética.

- Hola, KyungRee. -saludó animadamente mientras acompañaba sus palabras con un movimiento de mano- ¿no te interrumpo? -cuestionó sin borrar aún su sonrisa.

El Primer BesoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora