III

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Joder, ¿alguien sigue leyendo esto? kskskskd. No es el mejor capítulo que he escrito, pero tiene pequeñas cosas importantes, como la relación de estos dos de abajo. Ñeh, nos vemos en otro capítulo. *Pasan mil años más xD*

•••

El sonido que hizo la espalda de Kou al chocar directo con los casilleros hizo que varios voltearan a ver la escena, Subaru lo mantenía lejos del suelo agarrándolo del cuello de su camisa.

—¿Acaso les correspondía a ustedes eso? —preguntó enojado—. ¿Qué mierda eres tú de ella? ¿Su mejor amigo? Me presento, yo soy su hermano.

—No nos correspondía, pero, ¿Acaso ustedes se habrían dado cuenta?

—¡No me vengas con argumentos estúpidos, Kou! —golpeó el casillero que estaba al lado de la "linda" cara del rubio, asustando a más de alguna chica.

—¿Podrías dejar de llamar la atención y soltar a mi hermano? —La voz de Azusa hizo que Subaru se volteara a verlo bajando a Kou—. Confórmate con que fue por su bien y si quieres hablar con ella, no te presentes como su hermano directamente.

Lo que sorprendía de esa situación era que el menor estaba hablando seguidamente, o sea, sin pausas, y su semblante estaba serio, bastante. Ah, y Yuma estaba parado al lado de él mirando una escena en concreto que no era la que habían presentado Subaru y Kou.

—O deja que los trillizos que tienes como hermanos la acosen —concluyó.

El timbre sonó, Subaru y Kou se miraron y luego miraron en dirección a la escena que se presentaba en medio del patio, donde ya no había ni un estudiante, pues la mayoría estaban entrando a clase y estos vampiros se las saltan porque son cool.

Laito, Kanato y Ayato estaban rodeando a Irelia, prácticamente acosándola. Subaru golpeó su frente con su mano y se dispuso a caminar hacia ellos para salvar a su hermana, pero la mano de Kou en su brazo lo detuvo.

—¿Por qué no simplemente escuchas lo que le dicen? —preguntó algo fastidiado, Subaru se soltó de su agarre y soltó un sonido de molestia.

Yendo con los trillizos y la albina, esta última intentaba no dejar notar sus nervios al tener a los tres casi encima de ella.

—Oye, ni si quiera has dicho tu nombre —Ayato detuvo todo el acoso. Tenía que actuar como si ella fuera cualquier otra estudiante nueva que llamó la atención de los tres, le estaba costando y mucho, quería abrazarla, meterla en una burbuja y que nadie más la tocara.

Por su parte, Irelia tomó mal lo que dijo y lo miró mal, igual que Kanato, solo que el ultimo lo hizo más disimulado y daba el mensaje de "metiste la pata".

—¿Será por qué no me habéis dejado hablar? —preguntó con un notable tono de molestia.

—Ahora te estoy dejando hablar, idiota —contestó Ayato fingiendo molestia, eso calentó a Irelia.

—Irelia, y no necesitas saber nada más de mí, y por mi parte, no me interesa tu nombre.

Laito se rió de cómo su hermana, estaba actuando, igual que siempre.

—Ire-Ire~.

Irelia lo miró al instante, abriendo los ojos, le dolió la cabeza, pero no hizo gesto alguno; Se dio cuenta de que conocía a ese chico.

—¿A ti quién te dio la confianza de darme un apodo, bastardo? —preguntó molesta, odiaba los dolores de cabeza con toda su alma.

—Que chica tan gruñona y maleducada —soltó Kanato recibiendo la atención de la albina—. No dijiste tu apellido.

「No la dejaré」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora