ESCRIBIENDO DESDE EL CORAZÓN.

cap. 28

De camino a casa veo a la luna caminar con migo.
Las calles se están vaciando pero no me importa.
Este fue un día largo, muchas emociones y muchos sentimientos encontrados justo hoy.
Sólo espero que Jhon despierte.
Miro al cielo y las estrellas están ahí, la luna sigue ahí mientras una lágrima resbala por mi mejilla al pensar en lo injusta que es esta vida.
La mamá de Jhon es un ángel, por alguna razón no puedo evitar sentirme bien con ella y apenas la conozco.
Jhon es un buen muchacho, llegó a mi vida para darme esperanza pero con cada minuto que pasa esas esperanzas se pierden.
Al llegar a casa suspiro en alto, levanto la cabeza limpiando mis mejillas y entro.
Pero que... -
Había olvidado que Rebeca traería hombres a la casa. La escena frente a mi es todo lo que siempre he querido evitar ver.
Rebeca desnuda con un hombre rubio desnudo sobre ella sujetando sus piernas.
Al verme ambos se asustan y toman lo primero que ven para cubrirse.
Alice - habla agitada la mujer frente a mi mientras el hombre rubio baja la cabeza.
Veo que estás ocupada -
Mi nombre es... - intenta hablar el hombre pero lo interrumpo.
No me importa como se llame. Que usted no tiene una casa acaso? Esta mujer no le mencionó acaso que aquí vive una menor de edad?- nunca he actuado así, pero tengo tanta frustración por todo lo ocurrido hoy acumulada en mi que la dejo salir en medio de mi ira.
No me dijiste que tenias una hija- mira molesto a la mujer desnuda.
No soy su hija, por eso hace lo que quiere-
Disculpame- habla avergonzado el hombre.
Sabes que? No me importa. Al final esta casa no es mía, ya recordé que te la dio tu esposo así que discúlpenme ustedes- dicho esto subo a mi habitación ignorando los llamados de ambos.
Cierro la puerta tan fuerte mientras tiro mi mochila y me dejo caer sobre mi cama y entonces todo ese dolor en el hospital vuelve y ahora más que nunca me gustaría recibir un abrazo de la señora Yates.
Porque moriste mamá, porque...