Susurrando entre las nubes

Esperanza

Sólo podría ser una cosa, estaba relacionado todo. El garabato que tenía apuntado eran dos palabras unidas: Uno era nombre de la bibloteca de al lado de mi casa
BIBLOKATIE.

De pequeña iba cada miercoles para leer, me acuerdo que siempre me escondía debajo de la estantería de mayores.
Me encantaba como todos dejaban todo para irse a otro mundo.

Y supongamos que 12-15 sólo podría ser una calle pero ¿dónde?

Más tarde recordé lo que nos conto el profesor. Nos dijo que el vagabundo estaba gritando todo lo que podía en una calle.

Tendría que volver a ir a la otra clase a preguntarle.

- Camila Gallejo, ¿me estas estás escuchando? - Me preguntó la profesora

-Sisiis, estoy aquí, no me ido a la luna- Contesté lo primero que se me ocurrió.

Y como siempre todos se rieron de mí excepto la maestra que parecía más enfurismada que con ganas de reírse.

-Callaos todos, y tu Camil vete con el director a ver si allí te concentras más.

Arrastrando los pies, más bien que andando fuí al despacho.
En esta semana ya me habían sacado tres veces. Pobre de mí, el otro dia ya me dio el último aviso.

En vez ir corrí a buscar el profesor de literatura que estaba en su descanso. Ya estaba a punto de ser la hora de comer.