-Cada noche me es imposible dormir. Y todo por su culpa, porque siempre hace acto de presencia en mi cabeza.
-¿Y porque no decides hablarle de una vez por todas, para que aclaren las cosas?
-Porque tengo miedo.
-¿Miedo de que?
-Miedo de volver a embargar esos sentimientos que mucho tarde en esconder. Miedo de lo que puede llegar a suceder entre nosotros.