Estaba feliz, la ví reír,
estaba ahí, creí, "por mí",
miré sus ojos y jugamos,
larga tarde, largo rato.Su mirada me atrapaba,
y su aroma me guiaba,
sus pasos me embrujaban, más
mi corazón, historias creaba.Ah, de imaginante ingenuo corazón, tal como su dueño, adicto al amor,
ilusionable, lastimable e inspirable,
tan experto en amar por dos, tal como yo.Reía, no por mí, pensaba en él;
estaba ahí, no por mí, era por él;
mi corazón me ilusionó, no por ella,
fue por mí, fuí solo yo.
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Poemas Ocasionales
PuisiPara la tristeza, el pesar o la ovación, un poema ocasional es la solución: Un verso, una rima y buenos sentimientos disfrazados con algunos argumentos...