(Últimos capítulos)
Una bella jovencita pelinegra se encontraba guardando sus implementos de entrenamiento en su pequeño maletín, cuando de repente alguien se acerco a ella y le dijo:
Nos vamos pequeña, decía un joven de cabello rubio.
Si Broly, dijo la pelinegra tomando su maletín.
¿Y Vegueta y Diecisiete, no sabes dónde fueron?, decía intrigada la pelinegra.
No pequeña, el maestro los mando por algo, pero no sé porque, dijo Broly levantando los hombros.
El rubio y la pelinegra salieron del gimnasio, cuando a unos pasos de su salida se encontraron con él joven de cabello alborotado, que con una amplia sonrisa los miraba.
¡Hola Milk¡ ¡hola Broly¡ dijo Gokú acercándose a saludar a la pelinegra con un beso en la mejilla.
¡Hola¡ dijo con nerviosismo la pelinegra.
¿Qué haces aquí Son?, no se supone que hoy tienes entrenamiento, dijo Broly.
Pues sí, pero pedí permiso por un par de días, dijo Gokú mirando a la pelinegra.
¿Y qué asuntos te traen por aquí?, dijo Milk.
Ningún asunto, vine por ti, dijo Gokú, mientras Broly empezó a sentir que estaba estorbando.
Será mejor que me vaya pequeña, te dejo con tu chico, dijo Broly, mientras Milk iba a decir algo, pero Gokú la detuvo sosteniendo su mano y sonriéndole dulcemente.
Cuídala Son y no se demoren mucho por la calle, ya sabes que tu padre se preocupa mucho por ti, dijo Broly mirando a Milk.
No te preocupes Broly, ve con cuidado, dijo Gokú, mientras el rubio se acerco a despedirse de la pelinegra y luego se alejo del par de jovencitos.
¿Qué pasa, tienes algún problema?, dijo la pelinegra preocupada mirando a Gokú.
No, solo quise venir a verte para decirte algo, pero no sé si ahora tengas tiempo o prefieres que te lleve a tu casa y por la tarde nos vemos, dijo Gokú.
Mejor por la tarde, mi padre debe estar esperándome y ¿ya te abras dado cuenta cómo es él?, dijo la pelinegra sonriendo.
Si es muy sobre protector contigo, pero lo entiendo eres su única hija, su mayor tesoro es normal que se preocupe por ti, dijo Gokú mientras caminaba junto a la pelinegra.
El joven de cabello alborotado acompaño a Milk hasta su casa.
¿Te gustaría pasar?, dijo la pelinegra.
La verdad si me gustaría volver a ver a tu padre, no como tú si no como lo que realmente soy, ya ni se acordará de mí, dijo Gokú.
Pues si se acuerda, aunque no te trato mucho, sabe que fuiste parte del mismo gimnasio al que yo pertenecía de niña y donde mi padre en aquel tiempo era maestro, dijo Milk orgullosamente.
Entonces si no hay problema me gustaría volver a ver a tu padre dijo Gokú.
Milk y Gokú entraron a su casa en donde el padre de la jovencita la estaba esperando, al verla entrar acompañada miro a ambos jóvenes sorprendido.
Papá, ya llegué, decía la pelinegra saludando a su gigantesco padre.
¡Buenas tardes señor Ox¡ dijo Gokú con nerviosismo al ver el rostro asombrado del padre de la pelinegra.
¡Buenas tardes Gokú¡ dijo el padre de Milk.
Papá como te comente Gokú y yo hemos vuelto a retomar nuestra amistad, decía la pelinegra viéndose interrumpida por su padre.
Me da gusto hija y muchacho pasa, dijo con amabilidad el padre de la pelinegra.
Luego de compartir el almuerzo en compañía del padre de Milk y compartir algunos recuerdos y anécdotas del pasado, el joven de cabello alborotado y la pelinegra decidieron salir un rato para que puedan conversar de manera tranquila. Ambos jóvenes fueron hacia un pequeño festival que se estaba realizando en la ciudad por su aniversario, los jóvenes caminaron y se sentaron en una banca a escuchar el concierto que estaban brindando algunas bandas populares de la ciudad, mientras platicaban.
Tu padre sigue siendo la gran persona que conocí cuando era niño, dijo Gokú.
Si mi padre es un gran hombre, dijo Milk sonriendo.
¿Y qué paso con la oferta de trabajo de tu padre?, dijo Gokú para tratar de averiguar el futuro de la pelinegra y su padre.
La tomara pero solo ira tres veces por semana a la capital dijo la pelinegra.
Qué bueno así tú no tendrás que dejar a tus amigos ni al gimnasio, dijo Gokú sonriendo.
Si, así es dijo Milk.
El pequeño concierto termino y ambos jóvenes fueron a una heladería del pueblo, el joven de cabello alborotado estaba nervioso, no sabía cómo iniciar la conversación, mientras la pelinegra lo miraba preocupada.
Milk, el verdadero motivo por el que vine acá es porque después de toda esa aventura que vivimos me di cuenta de algo, dijo Gokú mirándola directamente a los ojos.
¿De qué?, dijo Milk igual de nerviosa pensando que tal vez él joven de cabello alborotado está experimentando los mismos sentimientos de ella.
De que por más que he tratado de negarlo, tú me gustas, dijo Gokú tomando las delicadas manos de la pelinegra.
Milk no dijo nada solo lo miro asombrada aunque internamente estaba más que feliz por esa confesión.
En realidad siempre me gustaste desde niños, pero yo nunca quise aceptarlo por lo de nuestra tonta rivalidad pero con todo esto que pasamos me di cuenta que me enamore dé ti, de que tú eras, eres y serás la única chica a la que pueda ama, por eso quisiera pedirte una oportunidad para hacer realidad mi mentira, como dijiste, dijo Gokú sonriendo.
La pelinegra miro al joven de cabello alborotado, ella también estaba segura que lo amaba pero tenía mucho miedo de lo que vendría después si ella le daba un si por respuesta, se quedo callada por varios minutos mientras Gokú la miraba soltando una de sus manos para acariciarle con una de ellas su bello rostro.
Sé que tienes miedo y lo comprendo, pero solo te pido una oportunidad para demostrarte que para el amor no hay barreras ni imposibles, se que dudas porque hasta ahora tu me has considerado tu rival al igual que tus amigos y muchas personas del medio de las artes marciales, pero nosotros podemos demostrarles a todos lo profesionales que somos no mezclando lo sentimental con lo laboral, yo se que tu y yo lo podremos lograr, no quiero forzarte a que me aceptes piénsalo y mañana dame una respuesta antes de volver a mi ciudad, yo vendré a verte al gimnasio a tu salida por la repuesta. Prometo respetar tu decisión sea la que fuese, dijo Gokú mirando dulcemente a Milk.
Yo, decía Milk con timidez.
Piénsalo mañana me das una respuesta, dijo Gokú sonriéndole.
Está bien, dijo la pelinegra.
Gokú acompaño a la pelinegra a su casa, luego el fue al hotel donde se quedaría por esa noche.
Casa de Milk:
Una bella jovencita pelinegra miraba la fotografía de niños de Gokú y ella mientras pensaba: ¿Qué hago, debería darle una oportunidad a Gokú?, ¿debería intentarlo con él?.
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EL AMOR ES ASÍ
RandomMilk Ox y Gokú Son, jóvenes amantes de las artes marciales y rivales a muerte en este deporte, debido a un accidente terminaran viviendo una aventura juntos que hará que ambos terminen enamorados.