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Hace apenas dos horas me enteré que Joel, con quien llevaba un año saliendo, se había estado viendo con otra chica. No estoy segura de si me lo tengo que creer o de si debo investigar algo, aunque Claudia ha sido muy especifica conmigo "se estaban besando". No hay muchas dudas sobre esa frase, no se puede entender mal.

La gente se ha ido del parque, estoy sola, parece irónico, en verano este parque suele estar lleno de gente, en cambio, cuando el invierno llega, parece que la gente teme al frió. Sé que es tarde para seguir aquí, aunque no puedo ver la hora en mi móvil que se quedó sin batería hace varias horas, sé que son más de las once de la noche, creo que debería comenzar a volver a casa, pero... ¿de verdad tengo fuerzas para hacerlo?.

Antes de que me de cuenta, estoy de pie, caminando dirección a mi casa, se que hay mas de media hora para llegar, y a mi ritmo, quizás más. Mis pies se tambalean, mis manos no recuerdan lo que es el calor y no siento el frío, solo una presión dentro de mí. Me siento un zombie, ¿cómo algo me puede doler tanto?.

- Mar, sube, corre, hace frío. - Reconozco su voz a kilómetros, y no se porque pero me empiezo a sentir aliviada.

Subo al coche, él me espera con una gran sonrisa, y al sentarme pasa por encima mía y me abrocha el cinturón.

- Gracias por recogerme, ¿te importa si me llevas a casa? - Parezco un poco convenida, pero solo quiero llegar a casa, en realidad solo quiero irme a mi cama.

- Claro pequeña. - Él lo sabe, su voz parece dolida, triste, se que le duele verme así.

Lo conocí hace seis años, en una especie de fiesta infantil, eramos los más grandes de allí, y no se como paso, pero desde entonces somos inseparables. Él es mi mejor amigo, yo siempre he dicho que es mi Ángel de la guarda, aunque la verdad... este ultimo año ha cambiado muchísimo, hace un año se fue a Londres a estudiar. Se paso allí ocho meses, y de esos ocho meses no me llamó nunca, intenté contactar cada día con él, pero nunca me contestó. Hace unos meses volvió, me enteré por el Facebook, y fui a su casa. No quiso verme, de hecho, aunque lo hizo educádamente me invitó a irme, me puso varias excusas, pero no me creí ninguna. Pasaron varias semanas y fue entonces cuando me enfrente a Ángel, le dije que estaba siendo un malcriado, estúpido y un gran cabrón. No se si hice bien, pero me pidió disculpas y desde entonces hemos pasado todos los días juntos. Parecía como si todo fuese otra vez como antes, aunque la verdad notaba un tipo diferente de amistad, necesitaba más de él, más que un amigo. ¡Por dios Mar, no digas eso, es tu amigo!

- Estás muy callada, ¿no?. - Lo dice serio, sin expresiones. Siento que clava su mirada en mi, para ser concreta, me siento muy observada, deseada.

- Creo que sería más sorprendente si estuviera animada, no es un buen momento la verdad. - Soy sincera, no quiero hablar con nadie.

Para el coche enfrente de un restaurante chino, lo hace de manera brusca, derrapando un poco y haciendo que me incline y que el cinturón actúe como paralizador.

- ¿Quieres algo de comer? ¿Necesitas algo?- Parece algo preocupado, y sobre todo, dolido.

- Que me lleves a casa, necesito.. - duele admitir que me han destrozado - estar sola, quiero estar sola.

- Voy a comprar algo de comida, no tardo. - Antes de bajarse me acaricia, y me sonríe, aunque en este momento nada me animaría.

No se porque, pero de repente empiezo a intentar recordar porque Ángel se fue a Londres tan de repente, fue justo días después de que que comenzara a salir con Joel. Recuerdo que me dijo que Joel era un cabrón, que me haría daño y me rompería el corazón. Justo después cogió un avión y desapareció de mi vida. Al parecer no se confundió mucho, lo que realmente me sorprendió es que se enfadará. Parecía que deseaba que fuese solo suya, y ojalá él fuese solo mío.

Me sorprende mi agudeza para pensar en estas circunstancias, pero no sé porque algo me dice que Ángel me oculta algo, como si él supiese todo.

Intento dejar de pensar en todo esto y decido coger el cargador de Ángel y encender mi teléfono. No tarda ni un minuto en saltarme varios mensajes, entre ellos y a simple vista destaco dos, Ángel "necesito hablar contigo, antes de que Joel lo haga, te quiero pequeña". Me sorprende ese mensaje, pero poco después leo el de Joel "recuérdale a Ángel que se va a comer mis babas", si el mensaje anterior me confundió, este me ha desconcertado aún más.

No me da tiempo a aclarar mis ideas cuando Ángel aparece, necesito explicaciones, en cambio él habla antes que yo. Pero incluso antes de hablar, arranca el coche, acelera y es entonce cuando comienza a hablar.

- Sé que ya sabrás que he sido yo quien ha pillado a Joel, no me atreví a decírtelo. He estado investigándolo, y no pienses que te digo esto porque me guste, no. Sé que él te va a contar otra cosa, sobre mí. Pero no voy a permitir que ese cabrón se me adelante.

- ¿Otra cosa sobre ti? Nunca he entendido porque os habéis llevado tan mal, bueno, mal no, simplemente no os habéis llevado. No entiendo nada, estoy muy confusa.. - comienzo a llorar, no se bien si son los nervios, el miedo o el dolor que tengo dentro - dejad de marearme, por favor.

- No te asustes, no me grites y mucho menos te vayas.. te quiero, estoy enamorado de ti desde que te conocí, y lo siento si te estoy haciendo daño, pero no podía dejar que él se riera de ti, no, no voy a dejar que lo haga.. - se toma unos segundos antes de seguir, mientas a mí me da tiempo para sentir que me hundo en el asiento del coche - sé que no me entiendes, yo tampoco lo hago, me fui ocho meses para no estorbar en tu vida, para olvidarte.

- Pe.. pero, si tú y yo, no... - Dejo de respirar, no ha sido mi intención hacerlo, no, pero él ha estampado su boca contra la mía, siento como me besa y siento que acabo de comprar un billete al infierno.

Siento que la adrenalina corre en mis venas, dejo de pensar y solo quiero seguir besándolo. Me agarro a él, y empujo mis labios sobre los suyos, siento como me muerde, como me arranca la vida y me da la suya. Me agarra por la cintura y me coloca encima de él, pone sus frías manos en mi piel, levantando mi camiseta. De repente se para, me deja en mi asiento y se baja. Da la vuelta al coche y me abre la puerta, sé que quiere que me baje y obedezco, me siento suya, aunque intento pensar si es lo correcto, no soy capaz de hacerlo..

Al bajar observo que estamos en su casa, se independizó al cumplir los 18 años, y aunque sigue teniendo una buena relación con sus padres, ahora está mucho mejor. Me dirige hacia la puerta con cierta euforia, me arrastra dentro de la casa y no me da tiempo a decir nada cuando él se abalanza encima de mí, me besa nuevamente, esta vez de una forma diferente, esta vez noto otro tipo de carencias en sus besos. Necesito desnudarle, pero él se adelanta y comienza a quitarme la ropa. Se para unos segundos delante de mí, me mira, me analiza, y una sonrisa malvada nace en sus labios.

- No sabes las ganas que tengo de hacerte mía - ¿cómo ha sido capaz de decir eso? Yo necesito que lo haga, pero no soy capaz de decir ni una sola palabra - ven, Mar, ven joder.

Me acerco a él, tímida, quizás el miedo se haya apoderado de mí, o quizás las ganas. Me agarra bruscamente por la cintura, me empuja hacia él, y me desnuda totalmente. Siento arañas en mi espalda, la presión en el pecho no me deja pensar, solo quiero que él me sacie la sed que tengo de su cuerpo.

La noche no se paró en besos, el frío entre sus brazos no existía. ¿Y si estoy enamorada de él?

¿Y ahora?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora