Ya ha pasado cinco meses desde que vi por última vez a Ángel, en cambio a Joel lo veo cada día en clase, aunque pronto terminarán, solo me queda aguantar una semana más, y estaré fuera de este infierno. Parece haber sido ayer cuando hablé con él, he intentado comunicarme con él, pero Ángel nuevamente ha desaparecido de mi vida. Esta vez se ha asegurado de todo, su Facebook está eliminado, su madre no me dice nada, ha cambiado de teléfono y se ha ido, lejos. Eso es lo único que tengo claro, que él se ha ido.
Él me dijo que estaría siempre cerca, y llevo llorando todas las noches desde que se fue, ¿dónde está él?. ¿Dónde han quedado esas promesas de protegerme?, todo era mentira, quizás solo quiso reírse de mí, de lo mucho que lo quiero. Nunca he podido entender como alguien es capaz de irse sin dar explicaciones, sin dar la oportunidad a la otra persona de explicarse... me parece tan de película. Así es, esto es justamente lo que pasa en esas películas de adolescentes que hacen que te pases toda la película llorando, pero al final acaba bien, aunque sospecho que en este caso, sea realidad o ficción, no acabará bien. O por lo menos, no para mí.
Escucho unos pasos subiendo a mi habitación, sé que es mi hermano, seguro necesita que le haga algún trabajo, o tiene dudas de algo. Aunque a esta hora me parece raro, son más de las tres de la mañana, y no creo que sea capaz de ponerse ahora con lo deberes.
- ¡MAAAAR!, he tenido un sueño - me mira algo triste, pero sé perfectamente lo que quiere - ¿puedo?
- Venga anda, vente. - abro mis sabanas para que entre en mi cama - Pero nada de patadas ¡eh!
- No pesada, no soy un niño pequeño ya, ahora soy el más grande de mi clase. - Me lo dice tan convencido que se me escapa una risa.
- SHHH, a dormir, que mañana tengo clases. - Echo un vistazo hacia él, ya esta dormido y ahora me toca a mí.
Son casi las seis, otra noche en vela. A veces no sé si hay vida ahí fuera, he comenzado bruscamente a perder peso, y parece que se me escapa el alma por la boca. Aunque los nervios de los exámenes finales también han intervenido en que ya no sea la misma. Solo me queda una semana para terminar y aún no tengo claro que debo hacer. No sé si irme de vacaciones, quizás lo haga, unas vacaciones no me vendrían mal.
Me sobresalto al escuchar la alarma, ¿ya son las seis y media?. Al menos esta noche he tenido compañía. Echo un vistazo hacia el lado, sigue dormido y procuro salir de la cama sin hacer ruido. Abro el armario muy despacio, agarro unos vaqueros, una blusa azul y una chaqueta. Me dirijo hacia el baño, no quiero despertar a nadie, así que decido vestirme allí. Me lavo la cara, y observo que hoy a pesar de no haber dormido tengo mejor cara que estos últimos días. Termino de arreglarme, vuelvo al cuarto para coger las cosas de clase y me voy directa a la cocina, hoy si se me apetece desayunar.
Son más de las ocho cuando entro a clase, parece que la gente ya ha comenzado a tomarse los días como vacaciones, yo también lo haría si no hubiera suspendido ninguna, pero aún espero dos notas más para poder ser libre por fin. Quizás si hubiera aprobado todas ya, ahora estaría en casa, no dormida, pero si en el sofá viendo alguna buena película, o leyendo un buen libro de esos que me regala mamá constantemente. Lleva regalándome libros desde que tengo ocho años, comenzó con libros muy infantiles, pero últimamente me regala libros que nadie conoce. En mi cumpleaños me regalo un libro que eran varios libros, es decir, el libro hablaba de un chico que escribía libros, algo muy guay pero sin sentido.
- Mar, siete y medio. Me alegro de que hayas aprobado la asignatura. - Es mi profesor, ni siquiera me he dado cuenta de que ha entrado en clase, y tardo un poco más en darme cuanta que acaba de decir mi nota.
- Oh, ¿un siete y medio?. Me alegro de que por fin pueda irme a casa, aunque aún me queda otra nota, no es lo mismo una que dos. - Río a carcajadas, él también lo hace. De hecho, lo hacen todos, no son muchas las personas que hay, pero la clase se envuelven en una risa muy alegre.
- Bueno, ya ha terminado mi clase, hora de irse, y recordad que los que no habeis aprobado tenéis que presentaron a recuperación, ¿vale?. - La última frase la dice algo cabreado, es lógico, ha dado mil oportunidades.
Son más de las once, he terminado ya tres clases, y decido irme a casa, ya tengo todo aprobado y ahora comienzan mis vacaciones. En la salida me encuentro con Joel, me mira y decide acercarse a mí. Que olvide hablarme, porque no pienso responder, va a perder el tiempo si se piensa que voy a perdonarlo o que voy a ser su amiga.
Me voy antes de que él tenga la oportunidad de acercarse más, y justo cuando me encuentro alejada lo suficiente de él, mi móvil comienza a sonar. Es mamá, me ha enviado un mensaje, me decido a leerlo.
"Tu regalo por aprobar todas es un fantástico viaje a Londres durante dos meses, tus primas te esperan allí en cuanto decidas irte. Te quiero mi niña."
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¿Y ahora?
Teen FictionMar es una chica de 18 años, con serios problemas en el amor. Dice que siempre se enamora de la persona incorrecta, que no sabe elegir. ¿Y si eso no fuera así? ¿Que hará cuando se de cuenta que el amor nunca se había alejado de su lado?