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Amanezco en su cama, al parecer no ha sido un sueño, y me siento aliviada de que sea así. Estoy un poco confusa, pero no tanto como para darme la vuelta y buscar la piel de Ángel. Sé que he estado toda la noche con él, que debería haberme saciado de sus besos, de sus caricias, pero quiero más. Quiero repetir todo lo que me ha dado.

No está, simplemente no está, ha cambiado su piel por una carta, una carta situada encima de la mesita, y aunque sospecho lo que pondrá, siento curiosidad por leerla.

" Mar, lo siento, lo de anoche no tuvo que suceder, no me arrepiento de nada, pero sé que tú lo harás. Estás enamorada de Joel, y aunque él no te merezca, yo tampoco. Te he engañado durante años, y por fin pude hacer lo que tanto deseaba, tenerte. Quizás haya tenido tu cuerpo, pero sé que no tengo tu amor, o no como yo quiero que sea. 

Perdóname, ya me fui una vez, y ahora lo vuelvo a hacer. No sé a donde iré, pero estaré bien. Solo te pido que no me odies, que no me maldigas, y que no te sientas sola, porque jamás lo estarás, estaré más cerca de ti de lo que crees, estaré ahí en todo momento.

Prometo volver, pero cuando me ames, o cuando yo ya no lo haga.

Te amo pequeña, dulce sueños"

- ¡Ángeeeeeeel! - sé que no está, lo sé, pero un grito sale de mi interior, y un dolor desgarrador inunda mi cuerpo - por favor, Ángel, por favor.

No tardo en vestirme, no me preocupo en como esté, solo deseo irme, necesito hacer algo. Observo dinero en la mesa de la salita, con una nota que pone TAXI, no quiero un taxi, lo quiero a él. 

Salgo de su casa, me siento igual que ayer, hundida, pero ahora no tengo con quien llorar, o por lo menos no quiero hacerlo. Camino a casa, no está muy lejos, y llego antes de lo que pensaba. En la puerta está mi madre, que nada mas verme corre hacia mí.

- Mar, mi niña, ¿dónde has estado toda la noche? - Su voz esta acompañada de miedo, me besa sin parar y me abraza.

Quizás haya encontrado con quien llorar, y es justo lo que hago, siento que mi cuerpo se desvanece. 

- Vamos mi niña, vamos dentro, tendrás frío - me agarra y me hace pasar a casa - entra

Una vez dentro, me siento dispuesta a subir a mi cuarto, de repente dejo de respirar, de sentir, de pensar, y siento que aquí acaba mi alma. Me regalo unos segundos para odiarme, odiarlo, odiarlos. Me han destrozado, ¿cómo pueden llamar amor a esto?, ¿cómo han podido arrancarme el corazón?. Necesito que no me duela nada. necesito que alguien me salve.

Sé que me desplomo en las escaleras, noto el golpe de mi cabeza contra ella, y es solo ahí cuando siento paz. Quizás no la paz que deseaba, yo solo quiero olvidarme de todo, me da igual como. 

¿Y ahora?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora