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Un odioso pitido me despierta, me noto destrozada físicamente, pero no sé nada de lo que ha pasado. Reconozco una silueta en la ventana, es mi madre, y justo al lado mi padre. Ambos parecen preocupados, pero una luz los ilumina cuando me miran. Me da miedo la rapidez con la que se dirigen a mí aunque está vez se los voy a permitir.

- O dios, se ha despertado, dios mio, gracias - mi madre tan católica como siempre, es demasiado exagerada - Pedro, llama al médico, corre.

¿Médico? ¿Dónde estoy? Un segundo, porque estoy vestida así, que son esos aparatos, ¿qué a pasado?. 

Intento pensar un segundo, pero creo que lo mejor es preguntar, necesito saber que está pasando.

- Mamá, ¿qué ha pasado? - Siento como aprieta mi mano, y me sonríe.

- Mi niña, te caiste, pero tranquila, estás bien, no te preocupes. - No le da tiempo a continuar la frase, un señor entra en la habitación y les pide amablemente a mis padres a salir. Está acompañado por una enfermera, y ambos se quedan en la habitación conmigo. El señor, que creo que es un doctor se dirige hacia a mí, y me sonríe.

- Hola Mar, sé que estás un poco confusa, pero tranquila que te lo vamos a explicar todo. - hace una breve pausa, mira a la enfermera y la invita con un gesto a salir - A ver, llevas aquí dos semanas tras haberte caído accidentalmente por unas escaleras, no estás grave, pero hemos temido por tu vida varias veces, decidimos que el coma inducido era lo mejor, y parece que todo ha salido bien. Podrás volver a tu vida cotidiana en unos días, después de coger fuerza. ¿Necesitas saber algo más?

- Creo que no, pero.. ¿cuándo podré volver a casa? - No llevo despierta ni una hora y ya quiero mi ropa.

- Antes de irte, tienes que atender a tus visitas, llevan horas esperándote. - ¿Visitas?

Es justo ahí cuando empiezan a venirme nombre a la cabeza, seguro que está Carlos mi hermano pequeño, y Claudia y.. y Ángel, ¿estará Ángel?

Claudia entra dando voces, la acompaña mis padres, hermano y Sara con Mauri.

- Tía, la próxima vez, te mato yo, que es más fácil. - se nota que Claudia nunca ha sabido elegir las palabras adecuadas en ningún momento, pero la quiero - Nos has tenido acojonadas eh, pedazo asquerosa.

Pasan varias horas hasta que la cosa se calma, por fin me han incorporado un poco, y puedo hablar más tranquilamente con ellos, cada uno tiene algo que contarme, y entre todos me saturan de información. Claudia me dice que ha perdido tres kilos en estas dos semanas, que la he tenido en vilo, y que me he perdido muchos cotilleos. En cambio, Sara y Mauri han decidido traerme fotos de todas las cosas importantes que ha pasado, no son muchas, un par de peleas en clase, un famoso que ha tenido un accidente y poco más. Mis padres se limitan a llamar a familiares, y a ir pasándomelos uno a uno, así que he tenido que hablar con mis abuelos, tíos, primos, vecinos, y hasta con el director del instituto.

Son más de las once de la noche cuando comienzan a irse, le digo a mi madre que lo mejor es que se vayan, que puedo pasar la noche sola, estaré bien rodeada de médicos y así ellos descasan. Después de un rato, acceden a irse, pero antes me comen a besos.

Ahora estoy sola, sola y despierta. Echo un vistazo a un lado y veo mi móvil encima de la mesita auxiliar donde me pusieron la comida, alcanzo la mano a cogerlo y una vez en mis manos veo que tiene casi toda la batería. Desbloqueo el teléfono y deseo ver alguna llamada de Ángel, en cambio parece ser que o no se ha enterado de nada, o ha preferido no preocuparse. De todos modos mejor, así evito que esté mal.

Busco su número, y decido llamarlo. Creo que me estoy confundiendo, pero está justificado, él se ha ido de mi vida sin ser claro, sin ser sincero y sin saber que lo quiero.

- ¿Si? - no me creo que me haya cogido el teléfono, un segundo, puede que sea otra persona.

- ¿Ángel? - respiro hondo, e intento no llorar - ¿eres tú?

- ¿Mar?, no me jodas. ¿Eres tú? - mantiene unos segundos el silencio - ¿dónde estás?. Vamos a ver, espera, ¿estás en el hospital?

- Sí, estoy aquí.

- Vale. - Cuelga, no entiendo porque, pero lo hace, no va a volver.

Cierro los ojos muy fuerte, intento no llorar, quiero dormir y olvidarme de todo. Otra vez necesito olvidarme de todo. Hago un gran intento por dormir, y lo consigo.

¿Y ahora?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora