[ML] ¿¡Vivir Con Adrien!? [Adrinette, Marichat...] (En Edicion)

1. Piloto

Toda esta gran locura daba comienzo en un "bonito" jueves por la mañana que como no, me encontraba durmiendo.

-¡Marinette! ¡Despierta! Qué llegas tarde, otra vez... -Me comunicó una criatura roja revolotenado por mi cama y en ocasiones en mi cabeza.

-¡Adrien! -Dije unos segundos después al haber sido interrumpida de mi hermoso sueño.

-Ah Tikki eres tú...¡Pues dejame dormir! -Ordené con un tono agotado entre cerrando los ojos de nuevo.

-¡Levantate! ¡Tienes 10 min!-Dio un gritito demasiado agudo y suspire levantándome rápidamente, prácticamente del susto.

-¡¿Qué?!-Dije pero fui directa a el baño poniéndome mi preciada camiseta con mis pantalones rosados y chaqueta negra.

Agarré mi cabello, lo cepille y lo reparti en dos partes iguales para hacerme las dos coletas, algún día recurriría a otro peinado, creo que puede ser repetitivo.

Baje las escaleras a todo correr agarré una tostada de las que tenía mi madre ya preparadas y fui corriendo por la calle con la misma en la boca.

-¡Cuidado! -Gritó la criatura roja de mi bolso.

Iba tan distraída que no miraba por donde iba, como de costumbre.

-¡Ah! -Grité desconcertada aun con la cabeza en mis pensamientos.

-¿Estas bien Marinette? ¿Nada roto? -Dijo una voz conocida (Y TANTO QUE CONOCIDA)

¿¡Adrien!? No puede ser, esto va a ser el peor día de mi triste vida, aunque no me importaría volver a tocarle, igual si que merece la pena el riesgo.

-Marinette, ¿estas bien? -Dijo notando se preocupado viéndome a una yo seguramente embobada, buen trabajo Mari.

-E-Eh s-si g-genial gracias.-Dije tartamudeando como de costumbre haciendo muchos movimientos con los brazos.

-¿Vamos? -Me preguntó con una gran sonrisa.

-¡Siiii! Euh digo si -Respondí con una risita nerviosa al final y un leve sonrojó.-Es que me emociona la idea de ir al... ¿Instituto?-Acabe más bien preguntándole y el solo se río un poco, que salvada.

-Sois como el yin y el yang, llegáis tarde y siempre con prisas -Dijo Tikki susurrando me gusta para que solo lo escuchará yo claro, solo imaginarme a Adrien descubriendo que soy Ladybug me revuelve las tripas y luego... Bueno que me revuelve las tripas.

Adrien me ayudo a levantarme y me agarró de la muñeca y pude apreciar que al también se había sonrojado, obviamente no como yo pero era algo.

Al ir corriendo a la escuela el no me soltó la muñeca y no me aparte de su agarre cosa que a a mi me encantaba, ya mi día automáticamente se había alegrado.

Nada más entrar a clases no pudimos hablar porque llego la estúpida profesora rompedora de sueños en el mismo instante, es una amargada que solo esta aquí porque no cumplió su sueño de ser científica.

Las clases transcurrieron igual de aburridas y eternas como siempre y me quedaba mirando el techo, los cimientos de esta clase me daban más entretenimiento.