CRISALIO.-
Nuestra hermana está como una cabra, no hay duda.
ANGELICA.-
Cada día más. (Ambos se quedan pensativos.) Pero sigamos hablando. Como te decía Clitandro te pide a Enriqueta por esposa. ¿Qué le contesto?
CRISALIO.-
¿Hace falta preguntarlo? Me parece estupendo y consiento ese matrimonio con todo mi corazón. Es un honor para nuestra familia.
ANGELICA.-
Sabes que su fortuna no es demasiado importante y que...
CRISALIO.-
Eso no tiene importancia. Ese joven es rico en virtudes y eso vale más que cien tesoros. Y, además, su padre y yo éramos como uña y carne. ¡Ah, qué tiempos aquellos! ¡Qué jovencitas, qué cuerpazos...!
ANGELICA.-
Habrá que contárselo a tu mujer tratando de que su opinión también sea favorable y...
CRISALlO.-
No hace falta. Le acepto como yerno.
ANGELICA.-
Sí, pero para apoyar tu consentimiento no está de más contar con su aprobación. Vamos...
CRISALIO.-
¿Estás de broma? No es preciso. Respondo de mi mujer y asumo la responsabilidad de este asunto.
ANGELICA.-
Pero...
CRISALIO.-
Déjame hacer a mí y no temas nada. Se lo contaré todo y a ella le parecerá bien. Ya lo verás.
ANGELICA.-
De acuerdo. Voy a hablar con tu hija y regresaré aquí para saber como ha ido tu conversación.
CRISALIO.-
Es cosa hecha. Mi mujer aceptará. No lo dudes ni un minuto. (Angélica sale.)
ESCENA V
(CRISALIO Y MARTINA)
MARTINA.-
¡Qué mala pata tengo! ¡Ay, madre mía! ¡A perro flaco todo son pulgas! ¡Qué mala pata, qué mala pata...!
CRISALIO.-
¿Qué es eso? ¿Qué te pasa, Martina?
MARTINA.-
¿Que qué me pasa?
CRISALIO.-
Sí.
MARTINA.-
¡Me pasa... que me despiden hoy, señor!.
CRISALlO.-
¿Que te despiden?
MARTlNA.-
Sí; me echa el ama.
CRISALIO.-
No lo entiendo. ¿Cómo es posible?
MARTINA.-
¡Me amenaza con darme cien palos si no me largo ahora mismo!.
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GUIÓN- LAS MUJERES SABIAS - Moliere
ClassicsLibreto de la obra las mujeres sabias, de Moliere