En la vida tienes dos opciones: sentirte mal por lo miserable que es o sacarle el dedo del medio y burlarte de ella mientras te va rompiendo a pedazos.
-¡Dispara Harley!
Se encontraba con el arma apuntando la cabeza del trabajador del banco mientras uno de los hombres de Joker lo tenia acogotado casi asfixiándolo. Sus ojos de aquel señor que por primera vez veía mostraban horror, tenía la pupila tan dilatada que casi todo el color había desaparecido para mostrar solo una mancha oscura. Casi como la mirada de un ciervo a punto de ser cazado.
El arma ya no tenía el seguro solo era cuestión de jalar el gatillo pero había algo en esa mirada que rogaba compasión que no le permitía jalar el gatillo. Que ridículo. ¿A cuántas personas ya no había matado desde que se había unido a él? ¿Cuántas veces no había jalado ese gatillo, no una sino varias veces, sin ninguna contemplación y por el puro mero placer de sentir el sufrimiento que dejaba debajo de sus tacones?
-¡Mierda DISPARA!
La mirada de Harley se posó en el rostro desencajado del Joker por la ira de su desobediencia y regreso en sí, o mejor dicho se volvió a perder dentro de aquel juego. Pero ese segundo de duda le costó caro. El hombre había estado buscando con uno de sus dedos debajo de la mesa el botón para alertar a la policía y mientras Harley había perdido contacto con el había presionado el botón. Harley jalo el gatillo pero ya era muy tarde, todo se estremeció con la alarma de emergencia mientras el cuerpo del hombre caía y sangre saltaba al rostro de Harley, ella cerró los ojos.
Todos los hombres de Joker comenzaron a meter en sus bolsas el dinero que podían, Harley intento hacer lo mismo pero el Joker la detuvo por el hombro bruscamente y la abofeteo tan fuerte que cayó al suelo.
-¡Te dije que disparas! ¡Estúpida, no sirves para nada! -le gritaba mientras ella desde el suelo lo miraba asustada cogiéndose con una mano la mejilla hinchada y con la esquina del labio roto. Sus ojos se llenaban de lágrimas pero de alguna forma verlo tan alterado le causaba gracia pero no debía reírse sino seria nuevamente golpeada.
-Ahora párate y lárgate al carro
-Sí Pudin, Perdóname...- pero antes de que pudiera terminar de salir el Joker la jalo de la correa de la cadera y le dije cerca al odio -No creas que te has librado tan fácil, espera ser castigada como buena niña Harley- ahora era el que reía sádicamente mientras comenzaban a vaciar parte del pabellón de mayor seguridad.
Mientras Harley salía corriendo del banco para dirigirse al auto del Joker sintió una corriente que le recorría la espalda. Se hallaba emocionada y a la vez asustada por la amenaza del Joker, sabía que merecía ser castigada había dudado en un momento crucial y lo peor de todo es que no entendía porque.
-Porque sabes que está mal matar a las personas.
Se golpeó la cabeza con el puño, odiaba a esas voces. Ella solo quería ser feliz y estar enamorada del Señor J y sabia que el amor todo lo perdona y todo lo soporta. Sin embargo, aquellas voces molestosas la atormentaban y hoy la habían metido en un buen lio que esperaba no fuera tan dolorosa.
Entrando al carro vio que un objeto se acercaba a todo velocidad entonces se escabullo detrás del carro y desde su escondite espero a ver qué era hasta que toma la forma de un murciélago. Ella se relamió los labios "Batsy, Batsy, Batsy..." susurró. El hombre murciélago estaba muy equivocado si pensaba arruinarle los planes a su querido Pudin y de paso hacer que él desfogase su cólera con ella, así que sin pensarlo cuando Batman estuvo cerca de su escondite ella salto sobre él y intento noquearlo de un golpe en la cara.
Batman aún sorprendido por Harley Quinn quien había aparecido de la nada y soltado sobre él como un gato dispuesta a si bien no noquearlo, porque no podia, hacer de su rostro un queso Cheddar; se libero de su agarre y la lanzo al suelo sin propinarle ningún golpe directo.
-No hagas que te lastime Harley Quinn -Era la primera vez que ella se había enfrentado a él directamente y sin que él la haya tocado vio que tenía el rostro hinchado y le corría un hilo de sangre en el rostro.
-No me asustas hombre murciélago -le aseguro ella mientras levantaba una ceja provocándolo.
-Sí, sé que estás acostumbrada a que te golpeen, pero yo no soy el Joker.
La sonrisa burlona de Harley se esfumó cuando Batman la miro con lástima. No sabía porque pero sus palabras habían dolido más que la abofeteada y ahora gracias a él aquellas voces que no paraban tenían un nuevo cebo de que alimentarse pues sus palabras ahora sonaban en su cabeza una y otra vez.
-Estas acostumbrada a que te golpeen. Te gusta que te golpeen. Eres un asco Harley.
Notas del Autor:
Si llegaron hasta acá les agradezco que hayan leído mi historia. Dejen comentarios para saber que tal les pareció.
Nos vemos en otro capítulo
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Puddin Podrido
FanfictionHarley Quinn se encuentra atormentada por voces y por un amor obsesivo con el Joker, quien junto a ella iran descubriendo si puede amor de verdad en medio de la locura.