Inalcanzable Para mi Varita

Un pequeño cambio

  — ¡Marco Marco! — exclamaba Star mientras sostenía una paleta de hielo — Vayamos a ese lugar donde proyectan una imagen gigantesca para la gente...

— Uhm...¿Al cine? —  agregó el contrario, con ambas manos en los bolsillo de su sudadera —  No podemos Star, debemos regresar a casa, prometimos ayudar en la cena hoy...

No hubo reclamo alguno por parte de la rubia, solo asintió con la cabeza mientras llevaba el hielo a su boca, una de las cosas que había aprendido en la Tierra era el significado de responsabilidad, y vaya que Marco estaba muy metido en eso; es por ello que se apresuraron ambos en subir a la bicicleta para encaminarse a casa. El trayecto estuvo silencioso, Star lo había notado desde hace unas calles atrás, sin embargo no comentó nada preguntaría con más calma hasta llegar a casa, todo este día estuvo revuelto en malos ratos y que mejor que preparar helado de plátano con ese artefacto de la Tierra.

— Quiero tomar una ducha...—  musitó Marco quien bajaba de la bicicleta junto a su amiga, por alguna razón había algo que le estaba molestando, el pequeño detalle era no saber de lo que se trataba.

Star ganandole el paso a Marco, giró la perilla de la puerta para mostrar el interior de la cálida casa de los Díaz.  Se oían algunas risas provenientes de la cocina. Debido a que era un poco tarde, y el cielo estaba a pocas horas de oscurecer por completo la casa estaba en sí a oscuras excepto el corredor y la entrada a la cocina. 

  —  ¿Se suponía que habría visitas? —  preguntó Marco sin esperar una respuesta. Sin pensarlo, ambos caminaron hacia la cocina asomando la mirada hacía ahí, donde pronto sus padres estaban sentando en la mesa compartiendo risas, debido a la vista que tenían ambos chicos; lo único que alcanzaban a observar era la espaldas de los adultos, pero se oía una voz extra en la habitación. —  Um...Star y yo llegamos...

Fue más que un anuncio de su llegada, Marco y Star querían entrar. Pero es usual, la ansiosa ojiazul se acercó a la mesa, donde solo guardó silencio una vez que hizo contacto con la visita.

— Marco, Star. Los estábamos esperando — dijo su madre, quien les prestó atención una vez que se acercaron. 

  Aún no había una ansiada presentación por parte de sus padres de la visita, solo se veía en sus rostros como guardaban algunas risas, el ambiente era algo extraño pero no incómodo.

—  Marco, ¿Ya no te acuerdas de mí? — por fin soltó unas pocas palabras la persona sentada al otro extremo de la mesa, se levantó de la silla solo para acercarse a Marco, tomó las manos ajenas y miró a los ojos. —  Soy Luna

— ¿Luna? —  Marco, quien en una sorpresa correspondió el saludo de la manos por parte de la castaña. Volteó rápidamente la mirad hacia sus padres, quienes solo le miraban asintiendo la situación actual. 

El silencio reinó solo por unos segundos en la habitación, además que en Star se veía confundida y un poco incómoda. Segundos después, la personalidad extrovertida de la rubia sobresalió una vez más puesto que saltó de su asiento solo para acercarse a Marco y quedar justo en medio de ellos.

—  Ehm...no sé que sucede aquí, pero...Marco, vayamos arriba tengo que hablar con Glossaryck —  exclamó Star, en un tono de exigencia.

—  Espera un minuto...¿La misma Luna? —  respondió, no exactamente a su amiga más bien era una respuesta para ambas. Una sonrisa se dibujaba en su rostro y cuando la castaña asintió ante las palabras de Marco, este no pudo evitar darle un abrazo. —  ¡Woah! Tanto tiempo sin verte Luna...

—  ¿Quién es Luna? —  susurró Star al oído de Marco antes de que continuara hablando.

—  ¡Ah! Star; ella es Luna, una amiga de la infancia. Nuestras familias son cercanas —  la castaña extendió su mano para consolidar la presentación —  Luna, ella es Star, mi amiga

Ambas se sujetaron la mano para después agitarla, aquella chica llamada Luna se veía sonriente con unas mejillas rozadas, era tan linda. De cierta forma se robaba la atención de todos en la habitación, por lo que solo Star decidió irse de la cocina, no sin antes tomar del refrigerador el cartón de leche.

—   Estaré en mi habitación...Un gusto conocerte Luna

—  El gusto es mío, Star

Marco iba a seguirle el paso a la contraria, pero la conversación le obligaba a continuar en la cocina. Sus padres tenían toda la atención  en la vieja amiga que omitieron como Star subía por las escaleras.

—  Marco, te he traído un regalo por parte de mi madre —  al momento de decirlo, de su bolsa sacó una pulsera tejida a mano de un color rojo envinado. —  Espero que te guste, fue hecho a mano por mi madre.

—  Muchas gracias...tanto tiempo sin ver estas pulseras —  sonrió Marco mientras trataba de colocarse el presente en la muñeca izquierda.

Las horas pasaron, el reloj marcaba las once de la noche, sin embargo la cocina seguía encendida en ambiente y platica. Un bostezo fue la señal de la exageración de entusiasmo. Todos acordaron irse a dormir y al parecer los padres de Marco dieron la orden de mostrarle el cuarto de huéspedes para su nueva invitada.

—  Que sorpresa nos diste a todos Luna —  comentaba Marco mientras subían las escaleras, directo hacía la puerta de la habitación temporal de la castaña —  Descansa.

Una vez que ambos compartieron una leve sonrisa junto a un "Buenas noches" Marco se dirigió directo a su habitación, no sin antes tocar en la puerta de su amiga de intercambio, no estaba seguro si dormía, solo giró de la perilla y asomó la cabeza en el interior. Ahí se encontraba la princesa de Mewni, con un cartón medio vacío en la mano y roncado como si no hubiera dormido en dos días. Marco soltó una leve risa.

—  Se supone que seas una princesa, pero eres todo un lío Star Butterfly —   tomó las sábanas de la cama para arropar a la rubia, acomodando su cuerpo en la cama y quitándole el cartón de leche de la mano antes de que la derramara en el suelo. —   Buenas noches.

Una vez que quedó en orden, salió de la habitación. Sin notar que Star se levantaría asomando rápidamente la cabeza fuera de la habitación, solo para observar como la puerta de Marco se cerraba.

—  Buenas noches, Marco