Tabula Rasa

14. Rebel

 Cuando SeungHyun se despierta, lo primero de lo que se da cuenta es que está cálido. Está acurrucado bajo las sábanas junto con Jiyong, abrazándolo por detrás, la luz del sol entra suavemente a través de las cortinas. Las respiraciones de Jiyong son suaves e incluso se parecen a los jadeos que SeungHyun le provocó anoche. El recuerdo de anoche le hace sentir aún más caliente. La forma en que hizo sentir a Jiyong, la forma en que le rogó. La forma en que Jiyong le dijo que lo amaba.

Se detiene en ese pensamiento. Jiyong lo ama. SeungHyun ya lo sabía cómo un sentido abstracto, pero ahora que lo ha escuchado de su propia boca; se siente más real. Más concreto. Algo en lo que puede confiar. Su corazón se siente tan lleno, y por primera vez desde su accidente, las cosas se sienten como deberían ser. 

Acerca más a Jiyong contra su pecho y presiona un suave beso en su nuca. Lo sostiene aún más cerca, y se pregunta cómo es que despertar a lado de él por las mañanas era algo que no quería.

También piensa que esto es lo que quiere Jiyong. Despertar juntos, casarse. Jiyong nunca le había dicho que quería casarse con él, pero estaba implícito. Eso debería asustarlo, pero no lo hace. Se siente extrañamente tranquilo. 

Jiyong le dijo que no deberían hablar de estas cosas porque su relación se siente demasiado nueva para SeungHyun, pero SeungHyun no ha dejado de pensar en ello. Por supuesto, sólo recuerda haber estado un par de meses en una relación con Jiyong, pero siendo honesto consigo mismo, sabe que estaban esforzándose para que duraran por mucho más tiempo. Al final siempre iba a suceder. Eran inevitables.

Durante el tiempo que SeungHyun se pierde en sus pensamientos, mantiene sus manos sobre Jiyong, acariciando suavemente su piel con sus pulgares, acariciando con la punta de su nariz la parte posterior de su cuello. Finalmente, Jiyong se mueve entre sus brazos, bostezando, y luego deja escapar un suspiro somnoliento. "Buenos días"

SeungHyun aspira la piel detrás de su oreja. "Buenos días." Dice suavemente.

Jiyong hunde su rostro contra la almohada y luego se ríe. "Las sábanas todavía huelen a sexo"

SeungHyun desliza sus labios a lo largo de la curva del cuello de Jiyong, hasta llegar a su hombro. "Están a punto de oler aún más" Arrastra una mano posesiva enfrente del cuerpo de Jiyong, sobre su cadera, a lo largo de su muslo. Ahora que han cruzado esta línea, ahora que tiene permiso, SeungHyun no quiere quitarle las manos de encima. Porque Jiyong es suyo. Jiyong lo ama, y él es suyo, SeungHyun todavía no sabe si quiere casarse, pero sabe que no quiere casarse con otra persona que no sea Jiyong. 

Jiyong bosteza de nuevo, arqueándose ante el tacto de SeungHyun. Se empuja hacia atrás, capturando el pene de SeungHyun entre sus glúteos, y SeungHyun lo agarra de la cadera para retenerlo allí. Jiyong deja escapar un sonido suave, algo entre un suspiro y un gemido. "Mételo"

Los gemidos de Jiyong van directamente hacia el miembro de SeungHyun, haciéndolo obedecer por la excitación. Jala su cadera hacia atrás para alinearse y se da cuenta que Jiyong todavía está mojado y pegajoso. Mientras comienza a penetrarlo, Jiyong inhala fuertemente, su respiración se suspende, su boca se abre en un grito sin aire y, una vez que SeungHyun lo ha penetrado por completo, su respiración se vuelve un suspiro de satisfacción.