El joven vulcano de cabello color azabache, atravesó el frondoso bosque; esquivando velozmente los gigantescos árboles que se interponían en su camino. Pese a que en su rostro, no podía evidenciarse expresión alguna de la preocupación que le atormentaba en ese instante, su respiración se encontraba agitada... Le parecía haber experimentado antes tales sentimientos. En sus brazos, llevaba a un chico rubio de aproximadamente unos 26 años de edad, que parecía encontrarse dormido.
Una vez, ambos se encontraban más distantes de la extensa vegetación que los rodeaba hacía unos minutos atrás, el vulcano se inclinó apoyando suavemente a su compañero en el suelo. Sujetó el comunicador con su mano y habló directamente:
— Spock a Enterprise — dijo en un tono apenas exaltado.
— Aquí Scott, señor — se escuchó al otro lado.
— Transpórtennos de inmediato al capitán y a mí a la nave, es una emergencia.
— Como usted diga, comandante — respondió, iniciando la transportación a la nave.
Por fortuna, la transportación había resultado ser un éxito, y ambos volvieron a salvo a la Enterprise, pero lo que al vulcano le preocupaba no era eso; sino que el destino de la vida del capitán Kirk, era un misterio para él. Sólo tenía conocimiento, de que en aquel extraño planeta que acababan de visitar, un extraño insecto logró picar al capitán de la USS Enterprise.
El joven vulcano volvió a tomar a Jim entre sus brazos, y caminó a paso acelerado por los pasillos, en dirección a la sala de atención médica. Su intención era comunicarse con el doctor McCoy cuanto antes, para enterarse del estado de salud del capitán.
Por el camino, ignoró a todo aquel que se le cruzó pidiendo explicaciones, incluyendo a Nyota; la chica con la que hacía varias semanas no se dirigía la palabra, luego de que ella decidiera dar fin a la relación romántica que ambos establecían. Esto, debido a razones que él no lograba comprender, por más que hubiese reflexionado al respecto. Simplemente, una tarde como cualquier otra; mientras Spock se encontraba realizando sus actividades diarias, la chica se acercó para pedirle que fueran a comer juntos.
A pesar de que el turno de trabajo de Spock ya había terminado, continuó con sus labores, sin notar lo frío que había sido al ignorar a su novia de forma tan notoria, incluso callándola cuando ésta intentaba hablarle, con frases como "ahora estoy ocupado, te ruego que no me molestes ni interrumpas". La chica en ese momento, sintió que aquello era la gota que rebalsaba el vaso (luego de tantas decepciones románticas con el vulcano). Estaba tan furiosa, que después de reprocharle lo frío que el vulcano era en su actuar, decidió dar por finalizado aquel noviazgo...Pero Spock no comprendía, ¿qué habría hecho mal? La mente de los humanos era un misterio para él, sobre todo la mente de Nyota.
Cuando por fin logró llegar donde se encontraba Leonard McCoy, colocó a James T. Kirk sobre una camilla, sin siquiera consultar antes al doctor.
— ¿Qué le ocurrió a Jim? — preguntó McCoy, aproximándose de inmediato al ver la acción del vulcano.
A pesar de que Spock se encontraba sereno, el doctor McCoy lo conocía lo suficiente como para notar que el joven vulcano se encontraba preocupado... Seguramente algo serio le había ocurrido al capitán.
— Doctor McCoy, necesito que realice cuanto antes una evaluación completa del estado en el que se encuentra el capitán.
— Sí, sí, ya me di cuenta — comentó McCoy, mirándolo de reojo con el ceño levemente fruncido, mientras examinaba a Jim con un tricorder médico.
Spock observó la situación tranquilamente, sin manifestar ninguna expresión facial, en aquella inamovible y elegante postura que suele caracterizarle. Por alguna razón, esto sacó de quicio al malhumorado doctor McCoy.
— ¡Demonios, Spock! ¿Por qué te quedas ahí parado observando como una estatua?
— ¿Y qué se supone que deba hacer, doctor? — preguntó Spock seriamente.
— Te pregunté hace un momento qué le ocurrió a Jim, y todavía no has sabido responder... ¡demonios! Soy médico, no adivino.
— Y es precisamente debido a su calidad de médico, que supuse que podría realizar una evaluación completa y perfecta del estado de salud del capitán. Pero ahora que comprendo que usted tiene ciertas limitaciones para obrar bien en esta labor si no tiene los antecedentes necesarios, le informaré. El capitán Kirk, fue picado por un insecto desconocido en el planeta Beta V504.
— Podrías haberte ahorrado todo ese discurso si decías sólo eso último, ¿lo sabías? — Spock simplemente arqueó una ceja al escuchar dicha reprensión. McCoy lo miró de reojo, y suspiró, dejando a un lado el tricorder — En fin, Spock... Jim parece encontrarse en forma...
— Pero está inconsciente — explicó Spock.
— Lo sé, y es extraño — comentó McCoy observando a Jim un momento — Según parece, recibió alguna descarga eléctrica en el sistema nervioso, y eso le hizo perder el conocimiento.
— ¿Qué clase de descarga, doctor? — preguntó Spock, caminando a paso lento en círculos a lo largo de la habitación, con su postura erguida, y las manos tomadas detrás de su espalda.
— Bueno, creo que lo mejor será traer a ese insecto "desconocido" hasta aquí, para algunos análisis... y por supuesto, esperar a que Jim reaccione — da otro suspiro y observa detenidamente al capitán — Me temo que es probable que sufra alguna alteración en la memoria...
— ¿A qué se refiere, doctor? — preguntó Spock con extrañeza.
— Bien, su hipocampo registraba cierta actividad inusual. Por lo demás, no parecían haber grandes daños... habrá que esperar a que despierte para lograr ver las consecuencias de la picadura que mencionas.
— Iré cuanto antes a traer al insecto para que hagamos las pruebas necesarias, doctor. Con permiso.
Dicho esto último, Spock se retiró de la sala médica para ser nuevamente transportado a aquel misterioso planeta.
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La amnesia de Jim (Spirk)
RomansaEl capitán James T. Kirk, fue picado por un extraño insecto en la primera visita al planeta Beta V504. Aquel accidente, alteraría su memoria a tal punto, que sólo es capaz de recordar el rostro de Spock... ¿Qué sucederá entre el vulcano, y este nuev...